Nunca he sido demasiado partidario de los televisores portátiles. Lo habitual es que su escasa batería y su mala recepción con antena local acaben condenándolos a languidecer cerca de un enchufe y una toma de antena. En este sentido, Sharp acaba de lanzar en Japón un televisor portátil que aporta ideas muy frescas a este segmento.
El Sharp Aquos LC-20FE1, que así es como se denomina, empieza por ofrecer una diagonal bastante decente, 20 pulgadas con retroiluminación LED y resolución 1366 x 768 píxeles. El ratio de contraste dinámico es de 400.000:1.
Calidad de imagen a un lado, el LC-20FE1 es muy sencillo de llevar de un lado a otro. Con un peso de 3.3 kilos y un asa de transporte en su parte superior, casi parece que estemos llevando algún tipo de maletín estrecho. El soporte de la parte trasera es abatible para mayor comodidad.
Otro detalle interesante es que el televisor no tiene toma de antena propia sino conexión WiFi. Un pequeño set-top box es el encargado de enviar la señal de antena a la pantalla mediante conexión WiFi A/N a 5GHz. Además, este accesorio es capaz de grabar emisiones si le conectamos un dispositivo de almacenamiento USB. Todos los controles se manejan desde un mando a distancia.
El Sharp Aquos LC-20FE1 funciona con baterías recargables, aunque Sharp no ha detallado cuál es su autonomía. Salvando este punto, que podría arruinar todo el conjunto si es demasiado escaso, la propuesta de Sharp nos parece muy atractiva en comparación con los televisores portátiles vistos hasta la fecha.
El LC-20FE1 sala a la venta en Japón el próximo 1 de junio en colores negro, blanco y rosa y su precio, eso sí, se nos antoja exageradísimo: 840 euros al cambio. Con ese dinero podemos hacernos con un portátil más que decente y un sintonizador de TDT por USB. De momento no se conoce si llegará o no al viejo continente, o si se bajarán de la parra con ese precio.
Vía | Akihabara News Más información | Sharp
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