Desde los albores de la industria de la aviación que prácticamente todos los aviones llevan utilizando los mismos principios de control de vuelo, pero la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) cree que hay otras alternativas viables. Para esta división del Pentágono los aviones también pueden volar sin partes externas móviles.
Se trata de un concepto diferente al desarrollado por la industria durante más de un siglo que, en caso de materializarse, podría cambiar el diseño de los aviones. DARPA quiere reemplazar los flaps y timones tradicionales por un sistema avanzado de chorros de aire, y esta semana ha dado un importante paso para conseguirlo.
Una subsidiaria de Boeing construirá el X-65
La agencia estadounidense puso en marcha en 2019 un programa llamado Control de Aeronaves Revolucionarias con Nuevos Efectores (CRANE). El mismo ha perseguido el desarrollo y la construcción de un avión basado en un sistema de control de flujo activo (AFC) capaz de sustituir al control aerodinámico que utilizan los aviones que conocemos.
El brazo privado de esta iniciativa fue Aurora Flight Sciences, una compañía de Boeing, que completó con éxito la tapa inicial del proyecto que consistía en la aprobación del diseño tras la construcción de un pequeño prototipo de laboratorio de un avión denominado oficialmente como X-65. Ahora ha comenzado a construir un prototipo funcional a escala real.
La próxima creación de Aurora y DARPA será un vehículo aéreo no tripulado cuyo peso, tamaño y velocidad serán similares a “un avión de entrenamiento militar”. En el comunicado de prensa no se mencionan demasiadas cifras, aunque sí que tendrá una envergadura de 9,14 metros. Todo esto, para realizar pruebas relevantes en escenarios del mundo real.
En líneas generales un avión convencional encontramos el control de vuelo primario, que está integrado por el elevador, los alerones y el timón de dirección. En conjunto, estos permiten a los pilotos controlar la aeronave en los ejes vertical, lateral y longitudinal. Y también está el control de vuelo secundario, constituido por flaps, slats y generadores de vórtice.
¿Qué es lo que propone el X-65? Eliminar las piezas móviles externas para mejorar en rendimiento de la aeronave al tiempo que se reduce la complejidad de los mecanismos. El sistema propuesto es el AFC, que consiste en utilizar chorros de aire provenientes de una fuente presurizada para dar forma al flujo de aire sobre la superficie del avión con efectores.
Como decimos, se trata de un concepto bastante ambicioso que todavía tiene un largo camino que recorrer. El X-65, por lo pronto, estará listo en 2025 y realizará su primer vuelo ese mismo año. No obstante, estará equipado con una configuración doble: los nuevos efectores AFC estarán apoyados por un sistema de control aerodinámico para minimizar los riegos durante las pruebas.
Imágenes: DARPA | Boeing | Aurora Flight Sciences
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