El Gobierno del Reino Unido ha anunciado la creación de un proyecto singular: el objetivo es instalar bajo las autopistas un sistema que permitirá recargar los vehículos que pasan por ellas. La idea es ambiciosa y podría convertirse en una realidad masiva de tener éxito, pero ya ha habido pruebas en el pasado y los analistas se preguntan si esa idea compensa económicamente.
Como explican en la BBC, las tecnologías que permiten recargar vehículos eléctricos a medida que circulan no son del todo nuevas: en 2013 la ciudad surcoreana de Gumi creó un carril de 12 km para autobuses que los recargaba mientras circulaban por ellos gracias a la llamada Shaped Magnetic Field in Resonance (SMFIR).
La tecnología parece de momento especialmente dirigida al transporte público: ya en 2013 los expertos explicaban que cubrir vehículos privados y modificar todo tipo de carreteras con esta infraestructura resultaría demasiado costoso. Para poner en marcha el proyecto se instalan una serie de cables eléctricos bajo la carretera -pero solo en un máximo del 15% del recorrido repartidos en distintos tramos- que generan campos electromagnéticos. Esos campos son utilizados por unas bobinas que transforman la energía de esos campos en electricidad.
Los responsables del proyecto, que tan solo han planificado algunos detalles del mismo en su implantación en el Reino Unido, no han decidido dónde exactamente se realizarán las pruebas, que esperan comenzar entre 2016 y 2017. El Dr. Paul Nieuwenhuis, director del Electric Vehicle Centre of Excellence en la Escuela de Negocios de Cardiff expresaba su escepticismo: "tiene sentido probar, y la tecnología desde luego funciona, pero suena demasiado ambicioso para mi. El coste es un gran problema y no estoy totalmente convencido de que compense".
Vía | BBC
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