Supongo que la idea no es nueva, a mi se me vienen a la cabeza las lanzaderas de transbordadores espaciales y seguro que hay algún que otro ejemplo sonado, pero Clip Air quiere llevarse el concepto al mundo del transporte de personas y mercancías. Nos encontramos con algo así como aviones modulares.
En principio se proyectan cuatro modelos diferentes, con la misma filosofía: hay un módulo principal en el que está la cabina del piloto con sus alas, tren de aterrizaje y motores. La panza queda vacía para colocar la otra parte de la ecuación, que son cabinas para cargar, con diferentes diseños. No hace mucho os presentamos que la gente Airbus había patentado una idea similar.
“Clip Air” es un concepto de la “Ecole Polytechnique Fédérale De Lausanne”. Los suizos creen que la gente viaje de la misma informa independientemente del medio, me explico: los módulos o cabinas bien podrían ser intercambiables entre trenes, barcos y aviones.
Hasta tres cápsulas por avión
Imaginamos cambiar de “vehículo” a lo largo de un viaje con escalas, sin realmente cambiar de cabina o contenedor. Desde el punto de vista de las mercancías, que normalmente hacen un recorrido más complejo en escalas y transportes diferentes, puede tener mayor sentido.
Módulos que se podrían enganchar a los railes de un tren, colocar bajo las alas de un avión, o flotar gracias a la superficie de un barco. Lo mismo vale para mercancías o personas
Desde el punto de vista del pasajero también puede haber cambios en la forma de viajar, por ejemplo, la entrada a la cápsula no tendría por qué estar en pista, la podrían poner en un sitio más cómodo y luego llevarla hasta el avión. También se contempla competencia entre diferentes operadores de vuelo, que tendrían cada uno una cápsula de un avión (150 personas por cada una).
Mucho concepto, poca chicha
Nos dan una visión un tanto sencilla del asunto, sin muchos detalles técnicos, pero creo que nos podemos hacer una idea con las recreaciones. Como se puede comprobar en ellas, es posible que más de una de esas cabinas - hasta tres - cuelguen de un mismo avión.
La parte más llamativa en el diseño de los conceptos es sin duda la altura de su tren de aterrizaje, se conforma una estructura con dos grandes pies a cada lado del espacio que se reserva para las cápsulas. Aunque las ruedas colocadas en ellos sí son retráctiles, la estructura queda fija.
Sobre su viabilidad, pues existen opiniones de todo tipo: consultores especializados como Addison Schonland consideran que es brillante desde el punto de vista de la ingeniería, pero muy complicado de llevar a la práctica. Es muy complicado competir con tecnologías establecidas y rentables, presentando un cambio tan radical.
Más información | EPFL
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