Desde la estrepitosa jubilación del Concorde que no hemos vuelto viajar en vuelos comerciales a velocidades supersónicas. No obstante, varias empresas han empezado a trabajar en intentar superar la experiencia que ofrecía el icónico avión fabricado en Europa.
Boom Technology con su avión Overture se había empezado a consolidar como una de las propuestas más prometedoras, recibiendo incluso pedidos de United y American Airlines, pero el proyecto ahora está en peligro debido a la falta de motores.
Los principales fabricantes de motores no están interesados
Hasta hace unas pocas semanas, todo parecía indicar que el Overture iba a contar con un sistema de propulsión con tecnología de Rolls-Royce. En 2020, Boom había firmado un acuerdo de compromiso con segundo fabricante mundial de motores.
El plan, que consistía en el desarrollo de estudios para identificar qué tipo de motor podría impulsar al avión supersónico de Boom, llegó a su fin de manera inesperada a principios de septiembre cuando Rolls-Royce se retiró del proyecto por falta de interés.
“Después de una cuidadosa consideración, Rolls-Royce ha determinado que el mercado supersónico de la aviación comercial no es actualmente una prioridad para nosotros y, por lo tanto, no seguirá trabajando en el programa”, dijo la compañía.
Tras el golpe, Boom volvió a ponerse de pie y aseguró que el diseño de motor propuesto por Rolls y el modelo comercial heredado no eran la mejor opción para el Oventure. Recordemos que Rolls-Royce fue responsable de los motores Olympus 593 del Concorde.
Así, la compañía estadounidense brindó un mensaje de tranquilidad al asegurar que anunciaría un nuevo socio para el desarrollo del sistema de propulsión para su avión supersónico. Sin embargo, de acuerdo a FlightGlobal las negociaciones no van por buen camino.
Según el sitio especializado, Pratt & Whitney, GE Aviation, Honeywell y Safran Aircraft Engines no están interesados en la aviación supersónica comercial. Esto se traduce en un panorama complejo para Boom, porque no abundan los fabricantes capaces de involucrarse en un proyecto de estas características.
Honeywell, Safron y GE rechazaron completamente la idea de desarrollar motores supersónicos. Pratt & Whitney dijo que este nicho de negocio sería “tangencial” para ellos. Pratt & Whitney, por su parte, se mostró preocupado por la eficiencia de estos aviones.
En relación a este último punto, Boom ha prometido que el Oventure funcionará con combustible sostenible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés), que ha comenzado a probarse en algunos vehículos aéreos, pero todavía no se ha adoptado masivamente.
Pese al oscuro panorama, la compañía estadounidense se muestra confiada y sigue concretando acuerdos con otros proveedores, como Safran Landing Systems, para desarrollar partes como el sistema de frenado y tren de aterrizaje de su avión supersónico.
Asimismo, asegura que a finales de este otoño revelará su nuevo socio de motores, anuncio que llegará acompañado de “un nuevo modelo económico transformador para Overture”. Y, para ir calentando motores, ha actualizado su junta de asesores.
Ric Parker, el exdirector de tecnología de Rolls-Royce y presidente del Programa Aeroespacial de Singapur, se ha sumado a la compañía para “ayudar a Boom a dar forma al futuro de los viajes aéreos supersónicos sostenibles”. Queda por ver qué sucederá.
Imágenes | Boom
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