Los coches eléctricos existen desde los inicios del automóvil. De hecho, en la primera década del siglo XX, los eléctricos representaban un tercio del parque móvil. Tras un parón de casi un siglo, el coche eléctrico vuelve a ser una alternativa viable al motor de combustión interna. Las baterías con mayor capacidad y los cargadores rápidos hacen que en las zonas urbanas densamente pobladas sean vistos como ideales.
Sin embargo, después de un siglo de coches diésel y de gasolina hablando de cilindrada, potencia y par motor, los términos que empleamos al hablar de coches eléctricos son desconocidos para la mayoría de nosotros. Con este glosario, baterías de estado sólido o kWh ya no te sonarán a clave secreta para descifrar runas.
PHEV y EV
Antes de de entrar en materia con los términos más técnicos, echaremos un ojo a las anglicismos que tanto gustan en esta industria y que casi siempre se esconden detrás de unas siglas. Los dos más habituales que veremos son PHEV y EV.
PHEV hace referencia a los híbridos (motor de combustión-motor eléctrico) recargables vía un enchufe, como cualquier coche eléctrico. PHEV es por Plug-in Hybrid Electric Vehicle, o híbrido enchufable por nuestras tierras. El segundo hace referencia a los coches 100 % eléctricos: EV por Electric Vehicle.
Batería
Una batería eléctrica es un almacén de energía química, compuesto por una o más celdas electroquímicas que convierten la energía química en corriente eléctrica. El estándar actualmente en la industria son las baterías de iones de litio. Es el mismo tipo de baterías que usamos en nuestros móviles y otros dispositivos móviles.
Capacidad de la batería
Es la carga que puede almacenar. Se mide en amperios-hora (Ah). Por ejemplo, una capacidad de carga de 1 amperio-hora significa que la batería puede suministrar una intensidad de corriente de 1 A durante 1 hora antes de agotarse.
Densidad de una batería
La densidad es la relación de la masa por unidad de volumen del electrolito. A nivel práctico y de usuario, una elevada densidad de energía en una batería permitirá acumular mucha mayor carga por unidad de peso y volumen. Cuanto mayor sea la densidad de la batería, menor peso y tamaño podrá tener la batería.
Es uno de los parámetros en los que trabajan los fabricantes para así obtener una batería más pequeña y ligera que las actuales, pero también con mayor capacidad energética.
Baterías de polímero de litio
Son una variación de las baterías de iones de litio (Li-ion). Sus características son muy similares, pero permiten una mayor densidad de energía, así como una tasa de descarga bastante superior. Estas baterías tienen un tamaño más reducido respecto a las de otros componentes. Se usan tanto en automoción como en telefonía móvil.
Baterías de estado sólido
Todavía están en fase de desarrollo. Se trata de una batería de iones de litio en el que el líquido conductor que albergan es sustituido por un material sólido (cristal, gel, hilos de oro, etc). Te lo explicamos más en detalle aquí. Estas baterías tendrían una autonomía muy superior a las actuales además de ser más seguras en caso de choque.
Qué son los kWh
El kWh es la cantidad de energía que puede transferir una batería, ya sea suministrándola al motor o bien recibiéndola de un cargador. La cantidad de energía que una batería puede suministrar depende de su capacidad y de su voltaje. Se mide habitualmente en Wh (vatios-hora). En el caso de los coches eléctricos, se suele medir en kWh (kilovatios-hora), donde 1000 Wh equivalen a 1 kWh. Si un motor de 1.000 W funciona durante una hora habrá gastado 1 kWh.
Los kWh también sirven para expresar la capacidad de carga en relación a la velocidad a la que se carga. Por ejemplo, en el caso de una batería de 90 kWh se necesitarán 75 minutos para recargar la batería desde 0 hasta 100 % de su capacidad.
De forma más práctica, los kWh en un coche eléctrico sirven para expresar tanto su consumo como la capacidad y tiempo máximo a los que la batería se puede cargar. El tiempo de carga puede variar en función del amperaje y voltaje del suministro.
Corriente continua o DC
Corriente de intensidad constante en la que el movimiento de las cargas siempre es en el mismo sentido. Los motores eléctricos de corriente continua son más barratos que los de corriente alterna y más fáciles de usar en un coche eléctrico.
Corriente alterna o AC
Es un tipo de corriente eléctrica variable en la cual la dirección las cargas eléctricas cambian el sentido del movimiento de manera periódica. Los motores de los coches eléctricos son de tipo AC o DC. La tendencia actual es la de equipar los nuevos modelos con motores de corriente alterna.
Frenada regenerativa
En un coche eléctrico, se trata de un sistema en el que el motor eléctrico que normalmente acciona las ruedas funciona como un generador o alternador cuando se frena o se levanta el pie del acelerador. El principio es el mismo que en la popular dinamo (aunque técnicamente no sean dinamos sino alternadores). Se genera electricidad mediante la transformación del flujo magnético en electricidad gracias al fenómeno de la inducción electromagnética, generando una corriente alterna.
En la práctica, cuando frenamos o levantamos el pie del acelerador, la fuerza que ejerce el movimiento de las ruedas sobre el motor (compuesto por imanes) permite crear electricidad que se almacena en la batería.
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