La Xbox One X presentada por Microsoft hace unos días será la consola más potente de la historia cuando llegue a finales de año, y logrará ofrecernos unas prestaciones fantásticas a un precio realmente competitivo de 499 euros.
Hay quien ha criticado el precio por ser claramente superior al de la PS4 y, desde luego, al de la Xbox One S, pero lo cierto es que la potencia y características de la Xbox One X hacen que esos 499 euros estén muy bien invertidos. De hecho hemos intentado configurar un PC de gaming con una configuración y precio similares y hemos tenido problemas para lograr una propuesta equivalente.
Las comparaciones son odiosas
Es importante señalar desde el principio que no es posible hacer una comparación "justa" entre un PC y una consola, ya que ambas están orientadas a distintos escenarios y a distintos tipos de usuario.
Para empezar, los PCs de gaming también sirven a sus usuarios para trabajar y navegar por internet y por las redes sociales: la flexibilidad que ofrecen tanto en su utilización como en su capacidad de expansión es una de las claves por las que los PCs siguen siendo los preferidos para quienes buscan las máximas prestaciones.
En el segmento de las consolas, no obstante, los juegos son prácticamente la única motivación de la compra, tanto por los títulos exclusivos como por esa asociación casi indivisible al mando de juegos y no al teclado y ratón clásico de máquinas Windows. Aunque estas máquinas pueden hacer muchas más cosas —y Windows 10 y sus aplicaciones universales podrían tener mucho que decir en el futuro de la Xbox One X— parece claro que de momento nadie se plantea comprarlas como sustitutas de su PC de sobremesa o portátil.
Así pues, hay muchos factores que hacen que comparar ambos tipos de plataforma sea un tema delicado. Este ejercicio es más fruto de la curiosidad que de poder establecer realmente argumentos sobre si la Xbox One X es realmente cara o realmente barata al compararlas con PCs de gaming.
La lista de componentes
Al configurar la lista de componentes necesarias para nuestro PC hay que tener en cuenta varios factores, como el hecho de que el enorme volumen de consolas fabricadas hace que Microsoft pueda conseguir precios muy atractivos en la BoM (bill of materials, factura de materiales) de la Xbox One X.
Eso, unido al hecho de que en Microsoft no gana dinero con las Xbox One X —así lo confirmó Phil Spencer en una entrevista con Business Insider— pone aún más difíciles las comparaciones, porque cuando uno compra los componentes en tiendas online lo hace con precios que le aseguran al vendedor cierto margen de beneficio.
Componente | Marca y modelo | Precio |
---|---|---|
CPU | Intel Pentium G4560 (Dual-core 3,5 GHz) | 58 euros en Amazon |
Placa Base | Gigabyte B250M-DS3H | 75 euros en Amazon |
Memoria | Kingston HyperX FURY 8GB 2133 MHz DDR4 | 70 euros en Amazon |
Tarjeta gráfica | Sapphire Nitro+ Radeon RX 580 8GB | 270 euros en Amazon |
Caja | Tacens Versa MiniATX | 35 euros en Amazon |
Almacenamiento | Seagate Barracuda 1 TB | 46 euros en Amazon |
Fuente de alimentación | Antec VP450P-EC 450W | 54 euros en Amazon |
Lector/grabador Blu-ray | LG BH16NS55 | 76 euros en Amazon |
Sistema Operativo | Windows 10 Home | 111 euros en Amazon |
TOTAL | 795 euros |
Seguramente muchos no estéis del todo de acuerdo con la lista de componentes elegidos, y es cierto que hay algunos elementos que podrían obviarse: la unidad de Blu-ray en nuestro caso es además grabadora, y muchos usuarios ni siquiera estarán interesados en tener algo así en su PC cuando hoy en día la inmensa mayoría de juegos de un PC gaming se consiguen mediante descarga digital. Lo mismo ocurre con los contenidos de vídeo, y es posible disfrutar de la mayoría de ofertas del mercado vía servicios de streaming o descarga digital.
También está el coste de la licencia de Windows 10, cuyo precio oficial es ese aunque luego pueda encontrarse a otros precios en otros distribuidores. Hemos obviado el coste del ratón y teclado que necesitaríamos para controlar ese PC (la consola incluye un mando, por no hablar de la conectividad inalámbrica o incluso características llamativas como la entrada HDMI para conectar una fuente de vídeo).
En el resto de opciones, las alternativas son múltiples. El procesador elegido es una opción interesante por ser una pequeña "joya desconocida" dentro de la familia Kaby Lake. La CPU de la Xbox One X será la misma CPU Jaguar de 8 núcleos que encontrábamos en la Xbox One, solo que funcionando a 2,3 GHz, y esta propuesta puede ofrecer buenas prestaciones por un precio realmente competitivo.
En la gráfica es donde surgen más dudas, y aquí nos hemos dejado guiar por esos 6 TFLOPS de potencia que han prometido los ingenieros de Microsoft. Ese rendimiento se sitúa algo por debajo de los 6,17 TFLOPS de las Radeon RX 580, pero en ambos casos el objetivo es ofrecer juego 4K nativo a 30 fps en algunos títulos, y creemos que la GPU integrada en las Xbox One X será similar en ese apartado.
En el resto de opciones también puede haber desde luego elecciones distintas o precios que podrían ser incluso más económicos en otras tiendas. Hemos intentado ir a componentes en los que sobre todo el precio fuera factor clave para no irnos demasiado de presupuesto, pero aún así el resultado ha sido, como veis, superior en coste al de la Xbox One X.
Aquí también podríamos destacar el hecho de la integración y diseño de la consola de Microsoft que esta empresa nos vende en un producto que solo tendremos que conectar y disfrutar, mientras que en nuestro PC por partes tendremos que dedicar un rato a colocarlo todo en su sitio con un resultado final que aunque funcional no será desde luego tan "aparente" como el de la consola. Aunque ese punto no es especialmente relevante para el uso final del PC o la consola, es otra de las diferencias que aparecen en esas dos alternativas a la hora de disfrutar de estas máquinas.
La Xbox One X es más competitiva de lo que parece
Es probable que nos podamos ahorrar algunos euros de la configuración propuesta, pero lo cierto es que ajustar el presupuesto a los 499 euros de la Xbox One X haría que tuviésemos que sacrificar algunas prestaciones importantes en el PC.
Incluso optando por una Radeon RX 570 o alguna otra alternativa en procesador (AMD y sus FX serían una opción) y placa base sería difícil llegar al coste de la Xbox One X, lo que deja claro que en Microsoft ofrecen una propuesta en la que el coste de la solución es realmente competitivo. Sobre todo si tenemos en cuenta ese "pack" y la integración de características como esa tecnología de refrigeración llamada "Liquid-cooled Vapor Chanber" que se encarga de que las temperaturas en el interior de la consola estén bajo control.
Así pues, nos encontramos ante una Xbox One X que por 499 euros no está nada mal para lo que ofrece. La discusión sobre su potencia real —jugar a 4K nativos será más la excepción que la regla— es otra, porque como vemos conseguir estas prestaciones en un PC "equivalente" no saldría más barato.
De hacerlo habría que hacer sacrificios en algún apartado para poder disfrutar de las ventajas obvias de un PC que siempre goza de esa capacidad de ampliación y actualización que tanto gusta a los gamers de esta plataforma. Seguro que tenéis sugerencias y comentarios al respecto, pero como decimos, este era más un ejercicio para satisfacer nuestra curiosidad que una respuesta definitiva a la pregunta de si es posible construir un PC equivalente a una Xbox One X por 499 euros. ¿Qué cambios sugeriríais?
En Xataka | Xbox One X: viaje a las tripas y a la estrategia de la consola 4K de Microsoft
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