Mientras el IRC, la WWW o Nirvana daban sus primeros pasitos, la Sega Mega Drive (conocida como Genesis en Norteamérica) empezó su conquista mundial desde Japón.
Esos 90 fueron los años de 'Sonic', 'Mortal Kombat' o 'Street Fighter', así que el regreso de la Mega Drive tres décadas después en formato "mini" seguro que despierta muchas miradas curiosas.
Hemos podido probarla y aquí van nuestras primeras impresiones.
Mega Drive Mini, primeras impresiones en vídeo
Un diseño para coleccionistas
Al igual que con anteriores reediciones, como la NES Mini o la PS Classic, el diseño de la Sega Mega Drive Mini se mantiene absolutamente igual que la original, pero con unas dimensiones reducidas, un "peso pluma" (se queda en 998 gramos) y con la mayor parte de botones y elementos de adorno.
En el caso que nos ocupa, por ejemplo, el fader de volumen está ahí para que podamos subir y bajarlo, pero no sirve de nada (si quieres subir o bajar el volumen, hazlo desde tus auriculares o desde la tele/monitor que estés usando). Lo mismo con la ranura para el cartucho, que tiene una pestaña funcional, pero por dentro está hueca, así que tampoco sirve (igualmente, no cabría un cartucho porque la ranura es mucho más pequeña).
¿Cómo es de pequeña? Nos han dicho que es más o menos la mitad de grande que la original, pero para que nos hagamos una idea más clara, un gif:
En la práctica tiene unas dimensiones parecidas al mando, que sí mantiene su tamaño en la edición 2019. Aquí a mi compañero Samuel y yo con la Mega Drive Mini y su mando en la mano:
Así que, sí, es muy pequeña, pero quizá por esa adorabilidad que esconde su tamaño es la típica cosa que es atractiva solo como objeto de decoración retro.
Como decimos, el mando se mantiene igual, tanto en dimensiones como en botones (pequeño matiz: "Start" ahora es blanco grisáceo en vez de azul). Es todo lo cómodo que era y la única diferencia es que incluye un algo corto cable USB (en vez del de 9 pins), lo que obliga a que te sitúes cerca de la pantalla en la que quieras jugar.
También aprovechamos para preguntar a Sega si esta reedición del mando podrá usarse en PC y nos dieron la típica respuesta de "no podemos afirmar ni desmentir nada", por lo que parece que no es descartable ni mucho menos, y más teniendo en cuenta que la versión de seis botones se venderá por separado.
La puesta en marcha de la consola no puede ser más fácil: enchufas a la alimentación la consola, conectas el HDMI a tu pantalla, pulsas el botón de encendido, y listo. Tras sacarla de su caja, en menos de un minuto puedes tenerla funcionando.
¿Qué viene en la caja?
Por los 79,99 euros que cuesta (aunque se puede reservar por varios euros menos en Amazon), la Sega Mega Drive Mini incluye:
- La consola (obviamente).
- Dos mandos de tres botones (los de seis botones son exclusivos para Japón, aunque podrán comprarse en Europa en las principales tiendas especializadas).
- Cable USB (alimentación).
- Cable HDMI (para conectarla a la TV o monitor).
Recordamos que vendrá con 40 juegos preinstalados (no podrán instalarse más de manera oficial), entre los que se incluyen 'Sonic The Hedgehog', 'Golden Axe', o 'Street Fighter 2', más dos juegos bonus, el 'Tetris', que nunca llegó a salir para la Mega Drive, y el 'Darius'.
Inicialmente se anunció que saldría a la venta el 19 de septiembre pero, al parecer, "por motivos logísticos", han retrasado el lanzamiento en Europa al 4 de octubre, aunque sigue pudiéndose reservar en las principales tiendas. En Estados Unidos y Japón la fecha no cambia.
Un software sencillo pero cuidado
Con la PS Classic ya hubo cierta polémica porque, por ejemplo, los juegos no estaban traducidos al español (y, por tanto, se perdía la mítica voz de Snake en 'Metal Gear Solid' o el hilarante "allévoy" de 'Final Fantasy VII'). Fue una cuestión de licencias que, lamentablemente, no está mejor ejecutada en la Mega Drive Mini. Aunque Sega ha encargado a la desarrolladora especializada en ports y emuladores M2 la tarea de adaptar los títulos incluidos no puedes ponerlos en español. Los menús de navegación sí pueden ponerse en español.
La interfaz de la consola es bastante sencilla. Desde el principio te ofrece el inventario de juegos, que puedes ordenar alfabéticamente o por fecha de salida al mercado, y si pinchas sobre uno, antes de empezar una partida, se muestra una pequeña nota histórica de lo que fue y supuso el juego en su momento.
Sega ha tenido un pequeño guiño a la manera en la que quizá muchos de nosotros ordenábamos los juegos en la estantería. Si estando en el menú pulsas el botón B, el listado de juegos cambiará de aspecto y, en vez de mostrar frontalmente las carátulas (que es como se ve en la foto de aquí arriba), las pone de lado, como si estuvieran en una de nuestras repisas, a modo de libro.
Por otro lado, si nos vamos a opciones de pantalla, podremos elegir qué modo de visualización queremos para los juegos: reescalado apurando los bordes, o con franjas negras en los laterales (para rememorar la experiencia de manera más realista). También puedes activar un filtro CRT por si quieres emular aún más la apariencia de estar jugando en una tele de tubo de las de antaño.
También encontramos un "Menú del sistema", que es el equivalente al menú de pausa cuando estamos jugando a cualquier título. Desde aquí podemos cargar o guardar partidas y, aunque hay un tope de cuatro ranuras, puedes salvar o volver a un punto de guardado en cualquier momento.
Estéticamente, el software mantiene la esencia del aspecto de la original, con predominio de colores azules y la mítica malla de cuadritos de fondo, que seguro que trae buenos recuerdos a los que jugaron en su momento.
Por último, hay un menú en el que están las advertencias legales, las opciones de idioma, etc. Nada raro por aquí. Básicamente el software es un esquema con los juegos y pequeñas opciones de personalización.
La experiencia de juego
Si me pongo en el lugar de alguien que quisiera comprarse una reedición de una consola mítica, pediría varias cosas: que no dé pereza encenderla, instalarla ni ponerse a jugar, algo que cumple sobradamente la Mega Drive Mini, como ya hemos explicado.
Por otro lado, que la selección de juegos sea amplia y variada. Teniendo en cuenta que NES Mini llegaba a 30 títulos y que la PS Classic se quedaba en 20, en cantidad gana la Mega Drive Mini, que asciende a los 42. La discusión vendrá en si están los favoritos de cada uno, si en vez de poner uno deberían haber puesto otro, pero, en general, creo que en la selección están los más representativos de la época. Mis favoritos son 'Street Fighter 2' y 'Sonic', pero otros amigos son del 'Probotector' o del 'Golden Axe', y todos ellos están en el listado.
¿Y qué tal la experiencia de juego? Exactamente la que puedes esperar para títulos de 16-bit, pero sin ningún tipo de latencias ni esperas. El mando responde bien, las pantallas cargan rápidas y el modo dos jugadores funciona sin problemas. Lo que sí me pregunto y no tuve tiempo de explorar es cómo podrás ser un maestro de los combos en títulos como 'Street Fighter' con un mando de solo tres botones, pero esa respuesta la dejaremos para el análisis.
¿Qué tal se ven en una pantalla grande? Obviamente los píxeles saltan a la vista, pero yo probé algunos juegos en una televisión de más de 60 pulgadas y rindieron perfectamente. Lo que sí cambia es la calidad dependiendo de cada juego. Habrá títulos que, según nos dijo Sega, se queden en 40 hz de tasa de refresco, mientras que otros sí llegan hasta los 60 hz.
A falta de invertir más horas para tener una opinión más formada, tras esta toma de contacto esta Sega Mega Drive Mini convence mucho: tiene todo lo que se me ocurre que podría tener una consola retro reeditada.
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