Lenovo, que no Motorola, tenía algo que enseñarnos, mucho en realidad. Todos esperábamos una renovación del Moto 360 y algún que otro anuncio más pero la presentación en IFA del fabricante chino nos ha dejado un montón de dispositivos. Lo más mediático, eso sí, ha sido sin duda la renovación del reloj Android Wear más popular.
Las filtraciones de hace unos días apuntaba a que se trataría de un terminal con cambios estéticos y la inclusión de algún sensor más. Sí pero no. Hay cambios por dentro pero solo en el modelo deportivo. El modelo estándar, se mantiene tal cual. Hemos tenido oportunidad de probarlo y estas son nuestras impresiones.
Toma de contacto en vídeo
Como un vídeo vale más que mil imágenes, o algo así, antes de continuar os enseñamos en vídeo el nuevo reloj de Motorola:
Mucho estilo pero mismas carencias
Seamos sinceros, el nivel de expectativas en la renovación del Moto 360 estaba alto. Todos esperábamos que dieran pasos lógicos como arreglar el problema (algo desproporcionado, en mi opinión) del diseño de rueda plana o añadir un GPS. No ha sido así. De hecho, si queremos el segundo elemento nos tendremos que ir al modelo orientado para hacer deporte.
¿Qué es el nuevo Moto 360 en realidad? Una renovación estética donde los principales cambios se traducen en pulir más el diseño y en ofrecer una versión con una pantalla más pequeña. La nueva posición del botón físico es muy acertada y hace que sea más cómodo pulsarlo.
Las nuevas correas dan mucho más juego y Motorola ha hecho un esfuerzo para que compremos más y las cambiemos al vuelo. Un pequeño sistema de dos pines nos permite separarlas del cuerpo del reloj de forma muy sencilla. Cómodo, sí, pero al meter este sistema ya nos hace entrar en el juego de sus modelos y no poder usar otra cualquiera con el ancho correspondiente.
Hay que reconocerle a Motorola, eso sí, que esta vez han sabido cubrir mejor el mercado: muchas correas masculinas y alguna que otra femenina más ancha y estilizada. Más posibilidades y colores donde elegir para un fabricante que en su primera renovación ha mostrado tener más margen en lo estético que en lo técnico.
La pantalla se mantiene con tecnología IPS LCD. Muy bien en calidad pero de nuevo parece que va a ser un quebradero de cabeza para los usuarios. Habrá quienes piensen que una AMOLED algo menos tragona de batería hubiera ido mejor. No vamos a negarlo, se ve bien, pero si eso se va a traducir en día y medio de autonomía y no dos puede ser un punto en contra.
En el software, las novedades vienen en forma de aplicaciones. La principal la encontramos en una watchface con accesos directos a otras aplicaciones. Por lo que hemos podido ver en la presentación de Lenovo habrá también aplicaciones desarrolladas por Motorola pero el fabricante chino ha hecho hincapié en una realidad: ya hay más de 4.000 aplicaciones pensadas para el reloj. Cantidad, pero ¿calidad?
Poco más podemos añadir de una segunda generación que se ha centrado en pulir diseño y ofrecer un reloj algo más universal gracias al modelo pequeño (me gusta más que el grande, a pesar de perder algo de batería) y tener más correas. Sin embargo, las nulas novedades en hardware hacen que sepan a poco.
Es cierto que Android Wear como sistema operativo todavía no da mucho juego a los fabricantes para personalizar las funciones e introducir cosas nuevas. Sin embargo, Motorola no ha sido capaz de cubrir esas carencias. Renovación tibia para un reloj que el año pasado fue muy ambicioso.
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