El Gobierno de España no tiene intención de prohibir por completo las loot boxes o cajas de botín como sí ha hecho Bélgica. Sin embargo, en una entrevista en exclusiva con Xataka, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, confirma que buscarán la manera de que los menores de edad tengan prohibido acceder a las loot boxes de cualquier videojuego.
Durante nuestra charla, profundizamos en la regulación de las loot boxes, que se someterá a consulta pública próximamente, con qué criterios lo están estudiando, para cuándo estará lista la normativa, etc... Además, grabamos un breve vídeo en el que el ministro responde a varias de estas preguntas, y otras que nos hizo llegar nuestra comunidad, mientras abre sobres de fútbol, que entran dentro de lo catalogado como cajas de botín.
En el resto de la conversación tratamos otros temas como la ludopatía, juego online, regulación del mercado de telecomunicaciones, si se plantea que la conexión a Internet pueda ser financiada como derecho básico...
Los compañeros de Directo Al Paladar también han hablado con el ministro, y se centran más en temas de alimentación como el Nutriscore, la publicidad de los alimentos ultraprocesados o el impuesto a las bebidas azucaradas.
Loot boxes: solo prohibidas para menores de edad

¿Qué va a hacer el gobierno con las loot boxes o cajas de botín de los videojuegos?
Lo vamos a regular. Nosotros hemos identificado, primero por demandas de determinados sectores que lo conocen de primera mano, y segundo porque algunos somos jugadores, que lo que hay ahí en muchos casos es un modelo que incita a un consumo compulsivo que puede derivar en patologías importantes con el tiempo. Esto es lo que las investigaciones académicas también han reflejado en varios países de la Unión Europea. Y, de hecho, en varios países de la Unión Europea ya se ha avanzado bastante en la regulación. El modelo belga, por ejemplo, va a una prohibición y hay otros modelos que están también en proceso.
Nosotros vamos a regularlas con un objetivo, que es proteger al menor. De esa manera, también informar a los padres, porque muchas de estas cajas de recompensa se dan en videojuegos que pueden tener incluso una acreditación legal PEGI por debajo de 18 años, cuando lo que hay es como una especie de minijuego, por decirlo así, o un subconjunto dentro del programa, que tiene una naturaleza conflictiva.
Ahora vamos a someterlo a consulta pública para que todo el mundo nos pueda hacer llegar sus aportaciones, e inmediatamente después empezamos el trámite legal.
¿Con qué criterios se está estudiando esta situación?
Básicamente cuando nosotros nos dimos cuenta de que en España, como en otros países europeos, se estaba produciendo una normalización de un tipo de consumo, que es un consumo compulsivo, y, para que nos entendamos, estamos hablando como de unas tragaperras, es decir, la figura de la tragaperras dentro del videojuego. Cuando eso existe, y los padres no son conscientes en el caso de los menores, porque en el caso de los mayores de edad, pues bueno, al final es una cuestión de informar bien y de tener claros determinados mecanismos, es especialmente gravoso cuando se trata de juegos que no informan de que existe esa característica dentro del propio juego, y se normaliza que un niño pueda utilizar dinero para hacer uso de un sistema de azar por el cual recibe un premio en una dinámica competitiva, en la que los usuarios compiten entre sí por tener diferentes prestaciones, bien sea en un juego deportivo, de rol o de lo que fuera.
Entonces induce a unos esquemas mentales en los que se normaliza ese tipo de consumo, y, por lo tanto, estás normalizando en el fondo también las tragaperras fuera del videojuego. Estás empezando a normalizar un tipo de consumo que está muy demostrado que tiene unas consecuencias psicológicas, físicas y económicas muy importantes.
¿Hay algún tipo de conversación con las empresas desarrolladoras de videojuegos que usen loot boxes en sus títulos?
Sí, nosotros como Ministerio naturalmente tenemos conversaciones con todos los actores del ecosistema que regulamos. Hemos tenido conversaciones con AEVI, por ejemplo, pero también con desarrolladores independientes. El tema de las cajas de recompensa o loot boxes es un fenómeno relativamente nuevo. Tiene que ver con los modelos de negocio, sobre todo de las grandes productoras. Los pequeños desarrolladores de videojuegos no incorporan normalmente este tipo de mecanismos. Son los grandes modelos los que quizás, en una dinámica por evitar la piratería que existía hace diez años, están introduciendo un nuevo modelo de negocio para ganar dinero por otras vías. Es perfectamente legítimo, pero, en este caso, hacemos referencia a un punto negro de ese modelo.
Algunos desarrolladores lo entienden y algunos están dando marcha atrás. Algunos en las sucesivas ediciones de sus videojuegos ya van modulando esa aparición, o, en algún caso, desaparecen. Está el caso de Bélgica, en el que existe una prohibición explícita, y, claro, el mundo de los videojuegos está internacionalizado, y eso significa que la propia desarrolladora es muy importante que tenga presente las regulaciones nacionales. En el caso de Bélgica lo que están ofreciendo es una versión distinta del videojuego en la que esos aspectos no están incorporados. Yo creo que eso es algo que nosotros tenemos que ser capaces de valorar y que los desarrolladores van a comprender. Nosotros no queremos hacer no rentable el videojuego. Queremos que los videojuegos sean rentables, pero siempre preservando la salud pública.
Distintos países están tomando iniciativas regulatorias contra las loot boxes, Bélgica llegó a prohibirlas en 2018. ¿Qué han visto de otros territorios donde se han implementado y qué han aprendido? ¿Qué les ha funcionado y qué no?
Estamos en contacto con el gobierno de Bélgica precisamente para conocer de primera mano su experiencia. Vamos a someterlo a una consulta pública para que todo el mundo nos pueda hacer llegar sus aportaciones. Los propios lectores de Xataka nos pueden hacer llegar sus aportaciones o sus propias experiencias.
El campo de las loot boxes todo el mundo lo entiende hoy en día pero es muy amplio, y además la definición misma es compleja. En el caso de Bélgica se ha resulto de una manera radical y contundente, y se han permitido, digamos, evitar los matices, porque una vez entras en el mundo de los matices es muy complejo. Es muy complejo porque, y es algo que nosotros estamos en este momento valorando, cómo somos capaces de preservar que un mayor de edad tiene derecho a poder adquirir determinadas prestaciones del juego pagando, como lo haría en el modelo antiguo comprando ese videojuego, frente a la preservación de un menor.
Ahí, técnicamente es perfectamente posible instalar un control parental reforzado para que el formato sea asimilable a lo que sucede en el juego de azar online, es decir, que haya una serie de requisitos para hacerte la cuenta y que, al mismo tiempo, el padre o la madre sean responsables de lo que se hace con ese dinero.
La clave es proteger a los menores de edad. Estamos hablando de muchos videojuegos que pueden tener una calificación PEGI por debajo de los 18 años y, por tanto, los padres los compran pensando que no hay ningún problema, pero incorporan dentro, y esto los padres no lo saben, unas tragaperras. Y esas tragaperras les pueden hacer gasta dinero, o normalizan un tipo de consumo que después, cuando son mayores, pueden jugar en cualquier otro ámbito sin ser conocedores de las consecuencias que tienen ese tipo de consumo.
Esto en el ámbito regulatorio, pero también queremos trabajar el ámbito de la información y la sensibilización. No tenemos un ánimo prohibitivo salvo allá donde es necesario.
Entiendo entonces que la postura por ahora antes de la consulta pública es no prohibir como en el caso de Bélgica, sino un paso previo, una especie de control parental.
Nosotros lo que queremos es prohibir que los menores de edad puedan consumir loot boxes y estableceremos los mecanismos necesarios para ello. Para eso, cuando lo cristalizas técnicamente, y quieres compatibilizarlo con que los mayores de edad tienen derecho a que, si quieren, pueden hacer uso de esas prestaciones, tienes que habilitar una regulación que técnicamente lo permita. Y eso, hoy en día, afortunadamente, como este tipo de ordenadores o videoconsolas funcionan con usuarios, y tienen sus requisitos, no es tan complejo como el que antiguamente compraba un cartucho, en el que venía incorporado o no venía incorporado. Digamos que ahora existe la capacidad técnica de hacer esos matices. En todo caso, siempre sujeto a la consulta pública para escuchar cuáles son las demandas de todos los actores interesados para hacerlo lo mejor posible.
La clave es prohibir técnicamente que los menores de edad puedan usarlo. En el caso de los mayores de edad lo que hay que hacer es incrementar la información disponible para que no se confunda, porque mucha gente puede creer que la posibilidad de ganar es mayor de la que matemáticamente es, y, por lo tanto, tiende a gastar mucho dinero. Desde luego, en el ámbito de la prohibición tenemos que garantizar la protección de los menores.
¿Cómo se van a asegurar de que hay videojuegos que no se salten la regulación?
Como todo, hay una monitorización. Nosotros hacemos un seguimiento del mercado y, por supuesto, siempre puede haber denuncias que nos digan, “oye, aquí en este videojuego resulta que se está saltando la normativa”. Y entonces siempre habría un régimen sancionador porque el Ministerio de Consumo tiene experiencia en el ámbito del juego online, y en este caso hablamos de productos de azar que están dentro de videojuegos. Es muy similar.
Aparte de esta consulta pública, ¿hay algún tipo de comité de expertos para trabajar en esta regulación?
Efectivamente. Estamos incorporando a gente que tiene un conocimiento importante en la materia. Desde el punto de vista de la regulación no hay ningún problema porque nuestro ministerio se encarga de la regulación de los juegos de azar y, por lo tanto, hay un amplio conocimiento técnico. Lo que más nos interesa es aprender de este fenómeno. Es un fenómeno nuevo que tiene unos cuantos años. Y, por lo tanto, hay académicos que han escrito sobre ello y estamos en contacto con la mayoría de ellos, por supuesto también académicos internacionales, pero, sobre todo, tenemos que ver la experiencia que está viviendo la gente.
Por eso hacemos mucho hincapié en que las familias nos cuenten cuál es su experiencia. Hay familias que nos cuentan situaciones en las que le dejan la tarjeta al menor y pensaban que no iba a pasar nada, pero se ponen a comprar armaduras con sus amigos y acaban ahí echando dinero. Este tipo de situaciones, que pueden parecer anecdóticas, nosotros no somos capaces de contabilizar cómo de importantes son porque no hay datos, pero, si suceden y no debieran suceder, evidentemente nos obliga a hacer algo.
Ministro, ha comentado que el tema de las cajas de botín es complejo. De hecho, hay loot boxes “cosméticas” y otras que sí otorgan una ventaja competitiva en el juego. ¿Habrá distinción entre ambos tipos de cajas de botín?
Eso es lo que estamos estudiando. Aquellas loot boxes que se incorporan en la dinámica competitiva son más peligrosas. Estamos hablando de dos sectores: los menores de edad, a quienes tiene que proteger la ley necesariamente, y luego, por otro lado, los jóvenes, que van de 18 a 25 años y que es un sector que normalmente se considera vulnerable porque aún está en formación su propia identidad. Si estás en un ámbito competitivo en el que puedes ganar premios por 10, 15 o 20 euros y esto puede significar cierto reconocimiento social en tu entorno, eso te está induciendo a un consumo compulsivo. Esos son más peligrosos que aquellos que, evidentemente, son más aislados.
Todo eso lo estamos estudiando con mucho detalle, pero, insisto, es un fenómeno nuevo y queremos hacerlo lo mejor posible. Es la primera vez que se va a hacer esto en España. Es un fenómeno muy conocido en el ámbito de los videojuegos, pero ampliamente desconocido por la sociedad.
¿Qué hay de los videojuegos denominados como pay to win? Aquellos en los que los usuarios que paguen tienen más ventajas para jugar. ¿Estarán incluidos en la regulación?
Nosotros solo incorporaremos aquello que incluya el azar de por medio. Si lo que hay es una prestación que paga un usuario porque quiere, o porque consigue mejoras o para no tener que tirarse 60 horas jugando y poder terminar el juego antes, digamos que eso entra en ámbito de la decisión individual. La clave está cuando se introduce el azar, porque estás dando unas expectativas de victoria que no se corresponden con la realidad. Estás induciendo a un error en la decisión que puede suponer un quebranto económico importante en aquel que, como ocurre con los juegos de azar fuera del mundo de los videojuegos, cree que la probabilidad de ganar es mucho más alta que la real. Y eso te lo está induciendo la propia compañía, el operador del juego, porque ellos ganan dinero.
Después de esta fase de consulta pública, ¿cuándo podría estar lista la regulación en firme?
Nosotros creemos que a lo largo del 2021 estará. Es verdad que es un elemento nuevo, pero técnicamente estamos muy preparados. El Ministerio de Consumo tiene una Dirección de Ordenación de Juego que está muy especializada desde hace muchos años en la regulación de juegos online, y aquí estamos hablando de juegos online sobre todo. Aunque pueda parecer confuso para aquellos que nos hemos educado con los videojuegos analógicos, ciertamente hay una preparación técnica impecable. Lo único es que hay un doble proceso: el proceso de consulta y de información densa para poder tomar la decisión y luego está el trámite parlamentario, que esperamos que no sea demasiado largo.
Ludopatía: ¿Qué pasa con el juego online?

Hemos visto un conflicto tremendo entre barrios de ciudades contra las casas de apuestas. El Gobierno ya ha regulado la publicidad de las casas de apuestas, pero, ¿qué pasa con el juego online? Se puede hacer una apuesta con un par de clicks en el ordenador o con un par de toques desde un móvil o una tablet, incluso con saldo inicial, y da la sensación de que esto no está siendo analizado, o al menos no han hablado de ello.
Precisamente nosotros lo que hemos hecho en primer lugar es regular la publicidad, que incluye tanto juego presencial como online. Después, lo que es el juego específicamente online nosotros hemos regulado ya en ese mismo real decreto elementos que forman parte de la publicidad, como el saldo inicial que acabas de citar, que te meten en la rueda con un bono de bienvenida de 500 euros. Eso ya está prohibido.
Y luego estamos preparando el Real Decreto de Juego Seguro. Hemos neutralizado el canal de la publicidad, pero aquel que quiera jugar puede jugar, es una participación legal, y aquellos que están jugando pues están jugando. Y ahí también se producen problemas. Con esta nueva regulación estamos haciendo un nuevo pack para informar mejor, para que los operadores de juego tengan que informar mejor de cuáles son las realidades que abordan o rodean a este tipo de actividades y, al mismo tiempo, campañas de prevención, sensibilización, información para explicarle al jugador que está haciendo uso de una característica legal, pero que tiene más riesgos probablemente de los que se imagina. Y eso yo creo que va en contra de la dinámica de crecimiento de los problemas y trastornos del juego. Todo esto lo hacemos con muchas asociaciones de exjugadores, exludópatas que conocen desgraciadamente muy bien la situación.
Con la nueva regulación de la publicidad de apuestas en marcha, que también aplica a YouTube o Facebook, ¿se ha detectado ya alguna infracción? ¿se ha puesto alguna multa?
De momento todo lo que es la monitorización que hacemos siempre va bien. Ya está prohibido firmar nuevos contratos. No son tanto de Facebook ni de redes sociales, donde ya se está empezando a ver claramente una bajada importante de la publicidad, sino sobre todo en radio y televisión. Cuando aprobamos esta norma tenían contratos en vigor de temporada, como por ejemplo en el fútbol o en otras competiciones deportivas. Nosotros les hemos dado un plazo muy razonable, de un año, realmente de temporada, y ahí se tienen que extinguir, aunque haya equipos de fútbol que tengan patrocinios firmados por tres años. A partir de agosto de 2021 no puede haber nada. Ese tiempo lo tienen para readaptarse.
Lo que vamos a ver desde el día que lo aprobamos es una bajada importante de la influencia y ya a partir de agosto nadie podrá ver nada de publicidad en ningún espacio, ni en Facebook ni en redes sociales en general, ni en la tele ni en la radio ni en la prensa.
Pero de facto aún no se ha puesto ninguna multa, ¿no?
No, no, en la vigilancia, como decía, todo está bien. Vamos percibiendo que se va reduciendo la publicidad. Al no haber nuevos contratos, según se van extinguiendo, va desapareciendo la publicidad, pero de momento no hay ninguna multa.
Consumo: telecomunicaciones, Internet, comercio online...

Las grandes telecos de España se quejan de que con cientos de competidores los precios tienden a seguir bajando, y eso perjudica a sus inversiones millonarias en infraestructura. ¿Se plantea el Ministerio de Consumo hacer algo junto al de Industria para ordenar el mercado y que las telecos grandes no tengan que verse sometidas a determinadas obligaciones con los productos que ofrecen?
Todo este tema es lo que estamos abordando con el proceso de digitalización. Entonces es un tema muy complejo, muy arduo, que, por supuesto, incluye a consumidores, pero no solo. Tiene que ver con nuestra base tecnológica como país, con nuestro propósito de reindustrializar. Ahí hay una entente entre el Ministerio de Economía, el de Industria y nosotros para ver cómo somos capaces de tener una buena prestación de servicios que no repercuta negativamente en el consumidor. Pero, de momento, estamos empezando a abordarlo dentro del marco de los fondos europeos para la digitalización.
Con la pandemia hemos visto que los gigantes del comercio online son los grandes beneficiados. ¿Hay planes para fomentar el tejido comercial español, ayudarles a vender más online, a favorecer la exportación?
Sí, tanto desde el Ministerio de Industria como del de Consumo estamos haciendo campañas y, además en muchos casos complementarias a las ayudas que hemos estado prestando a todo el tejido productivo. El caso que se está citando es clarísimo porque está ocurriendo en todas partes del mundo. De hecho, estas grandes multinacionales están explotando una oportunidad en términos mercantiles, pero eso va en detrimento del pequeño comercio, que establece relaciones sociales.
La decisión de elegir una multinacional o un pequeño comercio no es neutra. Es decir, si eliges la multinacional, el pequeño comercio probablemente pueda tender a desaparecer. Y si desaparece, desaparece algo de tu barrio. Y eso no solo supone el incremento del paro de esas familias, sino que tu barrio pierde vida. Entonces nosotros estamos en una dinámica en la que promovemos el comercio local. Por ejemplo, ahora en el Ministerio de Consumo, que tenemos el Laboratorio de Control de Seguridad de Juguetes, estamos promoviendo que en esta época como es Navidad, no solo se haga un consumo del comercio local, sino que, si es posible, que se apueste por fabricantes de juguetes españoles, que los hay. Y de esa manera estamos apoyando nuestra propia industria y estamos protegiendo a un sector que, como todos en este país, están sufriendo bastante en estos momentos de crisis.
Durante los meses de confinamiento hemos visto que la conexión a internet ha sido indispensable para que la gente pueda trabajar o estudiar desde casa. ¿Se plantea el gobierno financiar en algún momento una conexión a internet universal básica?
Nosotros hemos identificado que España ha aguantado muy bien durante esta pandemia porque, además, lo que son las infraestructuras tecnológicas son muy buenas. No recuerdo las cifras exactas, pero somos, si no el primero, de los primeros países con una mayor extensión de fibra óptica. Eso nos ha permitido aguantar mejor, pero eso no significa que no haya todavía espacios vacíos. En el ámbito rural todavía hay lugares donde no se llega, pero tenemos una buena penetración de la infraestructura tecnológica y, al mismo tiempo, estamos yo creo que facilitando desde hace muchos años que la gente tenga un acceso a Internet de la manera más asequible posible.
De momento, como Ministerio de Consumo, no hemos recibido demasiadas quejas en esa dirección. De hecho, la mayoría de las quejas tienen que ver con el precio de la luz, con el precio de bienes básicos que no incorporan a Internet. No porque no sea básico, sino porque no hemos recibido quejas en ese sentido. Por supuesto, todo lo debemos estudiar, pero de momento no ha estado encima de la mesa.
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139 comentarios
luismanuelcanovasberna
Jamas hubo un ministro tan pésimo.
Prohibir prohibir el ecuánime de estos políticos ricos que se hacen llamar 'la no casta' ja jaja
Ariasdelhoyo
Prohibir. Hasta ahí he leído.
Nada de proponer a las empresas, fomentar otro modelo de negocio, incentivar otros tipos de monetizar las inversiones, ...
Prohibir.
kike120970
Que ya si eso, lo de que no vean porno lo dejamos para otro gobierno...
Pues nada. Un menor no puede consumir loot boxes sin el consentimiento de sus padres pero si puede abortar sin dicho consentimiento.
¡Qué hartito estoy de todos los políticos!
Adri
Mi gozo en un pozo. Vamos, que no van a hacer nada. Como con el porno bastara con decir "Si, tengo 18 años" y listo
arkaikon
Lo que le gusta prohibir a esta gente
Usuario desactivado
Podemos e Izquierda Unida votaron a favor de una proposición de ley para rebajar la edad de voto a los mayores de 16 años.
O sea, que este ministro considera que un joven de 17 años no es lo suficientemente maduro (los llama "niños" en la entrevista) para jugar con loot boxes, pero sí para decidir el futuro de todos los españoles.
Es la incoherencia lo peor de nuestros gobernantes.
punk84
También podemos prohibir que los camaleones cambien de color, porque total, tendrá el mismo resultado.
David N.
Mira que este gobierno no es santo de mi devoción, pero esta es una de las pocas medidas en las que estoy de acuerdo.
r_penrose
"Aunque pueda parecer confuso para aquellos que nos hemos educado con los videojuegos analógicos, ciertamente hay una preparación técnica impecable"
"Videojuegos analógicos" Empezamos bien!!
Menos mal que están ellos para proteger a los menores, que si dependiéramos de sus padres
pedrohernandez5
fascismo zurdo en estado puro
espabilao
¿Y para estas cosas, hace falta un ministerio?
Es que la izquierda solo sabe tirar el dinero.
r_penrose
El mecanismo de la "loot boxes" es exactamente el mismo que las bolas con sorpresa que hay en casi todos los bares. Hasta cierta edad los niños van como locos por conseguir el euro que cuesta la bola de marras.
Si el motivo para prohibir las loot boxes es que son adictivas, fomentan la ludopatía, etc habría que prohibir también las bolas.
Si el argumento va por el gasto que supone, entonces que no digan que luchan contra la ludopatía, el motivo será otro.
Y ahora decidme como va a controlar el ministerio de los "videojuegos analógicos" que un padre que da la tarjeta de crédito a su hijo no le cree una cuenta con la fecha de nacimiento fake.
filomatico
Al que deberían prohibir es a este "ministro" / "nulidad". O a su dialer...
Mikke
Prohibir NO! pero SI que los padres controlen el gasto!
Hubo y hay niños que siendo pequeños están enganchados a los cromos, los sobres sorpresa y similares, pero claro, esto tan bien hay que prohibirlo? NO...
Si veo necesario que un niño de por si, no pueda comprar cajas, es de obligación que el padre este registrado y autorice la compra de cajas, juegos y un largo etc... ya que hay niños, porque para mí, un niño o niña con 12 y 13 e incluso con menos años, están locamente enganchados a cajas y consumiendo dinero sin que sus padres sepan realmente a donde va...
CONTROL SI
PROHIBICION NO
Cada uno que gaste el dinero suyo y de sus hijos donde quiera, no donde quiera el gobierno... o más bien un diputado... en el fondo, la intención es buena...
Akenatón 2013
Seré claro, lo primero que tiene que hacer el autor de un articulo extenso como este es explicar en qué consiste aquello de lo que habla. No sabía qué carajo era eso de "loot boxes" o "cajas de botín" hasta que profundizando un poco más en el texto he supuesto por intuición que se trataba de los micropagos que imponen algunos (o muchos) videojuegos para avanzar o recibir ventajas, y así es. No todo el mundo conoce esa denominación o conoce el tema, que no todo el mundo es friki de los videojuegos. Dar por hecho que por ser lector de Xataka ya nos conocemos los tecnicismos, anglicismos y mil nombres de todos los conceptos del mundo tecnológico es un error garrafal. A ver si nos ponemos en la piel de quien igual lee por primera vez sobre el tema o es una persona muy joven o muy mayor que no entiende de lo que se está hablando y probablemente pierda el interés en leer semejante tocho de artículo. Perdón, pero lo tenía que decir. En su defensa sí puedo decir que tras unos párrafos hay un enlace con un titular destacado que lleva a otro artículo donde sí se explica que son los "loot boxes" (aunque debería estar al principio para empezar a leer entendiendo lo que se lee).
Mr.Floppy
Pues cojonudo.
Ahora esperar que no se quede solo en un titular o se tiren años para aprobarlo.
Y ya puestos, podrían ir un poco más allá de las loot boxes, que hay algunos juegos que telita el sistema de menús y "compra 800.000 opciones de mejora" entre cada partida.
zoompyy
Tengo la sensación de que cada vez hay más entrevistas y noticias relacionadas con este señor.
Sobre el tema, me parece bien que se legisle sobre esto, pero a ver qué hacen. Lo de prohibir a los menores me parece exagerado. Porque muchos menores juegan a juegos y quieren tener ventajas jugando, y si tienen el permiso parternal por qué no pueden comprar un sobre? O una skin de un juego? Yo de pequeño me gastaba mi dinero en el kiosko comprando sobres de cromos para coleccionar... Tenían que haberme prohibido hacerlo por si me convertía en ludópata?
Lo que hay que legislar es los métodos de pago de las aplicaciones y punto. Un menor NO PUEDE tener una tarjeta de crédito o débito con la que pagar DLCs, siempre va a necesitar a un adulto para hacerlo, simplemente es legislar para que el desarrollador le notifique al titular de la tarjeta en todas y cada una de las transacciones que se hagan con el juego para que este las apruebe si están bien, y que ya el padre, que es el responsable real de la educación del niño, sea el encargado de educar a su hijo si ve que intenta comprar demasiado. Prohibir es absurdo, porque si un niño quiere gastarse el dinero de su paga en una tarjeta de iTunes y comprarse añadidos a uno de sus juegos tiene que poder hacerlo.
Los niños los tienen que educar los padres, NO EL GOBIERNO. Los padres son los que tienen que decirles que no crucen en rojo, ni se alejen nadando en la piscina, no es el gobierno el que tenga que prohibir que vayan a la playa o crucen la calle para que no salgan mal parados. estamos creando una sociedad donde todos educan a los niños menos sus propios padres.
Yo con mi dinero me podía comprar lo que quisiese, y si quería algo "caro" o que no era tan fácil de comprar, pedía permiso y mis padres me acompañaban al comercio a comprarlo. Libros, juegos de GameBoy o consola, etc. Sería absurdo que yo llegase al comercio y me dijesen "Mira, no te puedo vender Pokemon amarillo porque eres menor de edad y este juego tiene tragaperras que te convertiran en ludópata", como si estuviese comprando alcohol o tabaco.
De verdad van a catalogar las microtrasacciones como si fuesen suscripciones a páginas porno?
pableras
Xataka y política. ¡Qué mala combinación!
Pero el contador de visitas sube como la espuma, los comentarios, también.
josemicoronil
Muchos veo en contra de poner algún tipo de prohibición de los menores a poder comprar 'loot boxes', pero lo que no tenemos en cuenta es el daño que ha estado haciendo el juego en mucha gente joven.
Para empezar es un problemón el que los padres no se puedan dar cuenta fácilmente de ésto. Cuando un chaval fuma, bebe, o se droga puedes darte cuenta si estás pendiente, pero si los propios padres no saben de la mera existencia de las 'loot boxes', ¿cómo van a poder siquiera intuir que puede tener un problema de este tipo?
Por otra parte, opino que más que prohibir lo que deberían hacer es informar, lo que pasa es que seguramente sea más fácil lo primero que lo segundo. Informar no sólo ayudaría a los padres a saber de este tipo de problemas, sino que además informaría de otros como la violencia, el sexo, o el uso de las drogas aparecen en los videojuegos.
erbentasio
Como buen político habla sin decir nada, y a medida que lees el artículo se va pareciendo a uno de los publirreportajes de partner que hacen en Xataka.
Prohibir es la solución fácil que no soluciona nada. Un ministro de consumo, sea de izquierdas, de derechas, laborista, conservador o aficionado a los Pokémon, debería incentivar a las empresas con soluciones que satisfagan a ambas partes, consumidor y empresa. Pero eso requiere de esfuerzo, inversión y una inteligencia que no tienen.
Y antes que prohibir hay que educar. Ni el tabaco ni el alcohol se han acabado con prohibiciones (siempre que se intenta se fracasa). Pero si la percepción social hacia el tabaco, por ejemplo, cambia (ya no es de guays, te huele mal la boca, escupitajos...) se consigue reducir mucho mejor su consumo. De forma paralela aparecen soluciones como el cigarrillo electrónico.
oscarsuarez
El problema empieza cuando le dejas tu tarjeta al menor sin ningún tipo de supervisión ni preguntarle para que la quiere.
manfred.gonzalez96
Que chistosa es la gente que le gusta que les regulen todo, parece que por si mismos no podrían tomar decisiones.
Gustavo Woltmann
A mi sí que me guste la idea, es algo que junto con Youtube está evolucionando demasiado rápido y la cantidad de niños enganchados es alarmante.