En septiembre de 2006 HP se hacía con Voodoo, una empresa dedicada exclusivamente a la fabricación de ordenadores para gamers. Aquella apuesta parecía prometedora, pero el catálogo de productos de HP en ese sector aprovechando esa marca se fue reduciendo, y desde hacía años esa opciones eran ya inexistentes. Pero HP ha vuelto con una propuesta interesante, el HP Omen.
Este portátil para gamers muestra de primeras sus intenciones tanto por su diseño como por su precio, que parte de los 1.999 euros. Fue lanzado en noviembre del año pasado, y hemos tenido la oportunidad de analizarlo y de comprobar si la herencia de Voodoo se mantiene y HP la ha combinado de forma acertada con su experiencia en el campo de la fabricación de portátiles.
Te enamorarás de su diseño
Empezamos con buenas noticias: el diseño del HP Omen es imponente. Personalmente creo que es sin lugar a dudas el portátil con el mejor diseño de todos los que los distintos fabricantes para el público centrado en los videojuegos. Los detalles son muchos y muy variados, pero empiezan con esa construcción y ese chásis en aluminio que realmente destaca tanto al tacto como a la vista.
La propia forma trapezoidal del perfil del portátil es igualmente sorprendente, y todo contenido en un grosor máximo de 19,9 mm (el mínimo es de 15,5 mm) y un peso más que aceptable de 2,12 kg considerando que hablamos de un portátil con pantalla de 15, 6 pulgadas. Los detalles de diseño brillan en todos lados, incluido -y este es más discutible- esa curiosa bisagra que en los extremos torna su color a un azul metalizado que choca en principio (¿me habrán mandado un portátil defectuoso?) pero que desde luego es otra de las señales distintivas del equipo.
Una vez abierto nos encontramos con más detalles curiosos, como esas dos bandas microperforadas de los laterales para la salida de audio -la tecnología es de BeatsAudio (y será, nos tememos, la última vez), el touchpad de gran formato que ya es casi clásico en los portátiles de última generación de HP o un teclado del que hablaremos más adelante pero que a priori vuelve a sorprender con esa retroiluminación. Por defecto el rojo es el color dominante en ella, pero el panel de control software integrado en el portátil permite configurar el color de la retroiluminación y personalizarlo a nuestro gusto.
El citado diseño trapezoidal tiene otra consecuencia curiosa: los puertos de expansión y conexión de periféricos -y tenemos unos cuantos- no aprovechan los laterales, sino que se sitúan en la parte trasera, justo debajo de la bisagra, y flanqueados por las dos rejillas de ventilación. Allí encontramos cuatro puertos USB 3.0, uno mini DisplayPort 1.2, un HDMI 1.4b, una salida de auriculares y, claro está, el conector de alimentación.
La cubierta superior es otro pequeño prodigio del diseño, y como podéis observar en la imagen HP ha utilizado un patrón de triángulos grabados sobre esa carcasa superior que se alternan ofrece un acabado relamente destacable. La atención al detalle en ese diseño es evidente, pero algunos detalles comprometen la propia usabilidad del equipo, como veremos más adelante.
¿Una pantalla táctil para un equipo para jugadores?
En materia de especificaciones destaca la inclusión de un procesador Intel Core i7-4710HQ, solvente pero que atención, pertenece a la familia Haswell de Intel, algo que es una pena teniendo en cuenta que poco después de la presentación del portátil Intel desveló sus nuevos microprocesadores de la familia Broadwell, la quinta generación (de ahí el uso de un "4" o un "5" al principio de la numeración) de su serie Intel Core.
Ese procesador está acompañado por 8 o 16 GB de memoria RAM, entre 128 y 512 GB de capacidad en su unidad Flash SSD, y por supuesto la pantalla táctil -una opción curiosa para un portátil para gamers- IPS con una diagonal de 15,6 pulgadas y una resolución FullHD. Este último apartado es importante y, creemos, acertado: las gráficas para portátiles pueden resolver en esa resolución, pero dotar a este equipo de un panel UHD nos hubiera parecido erróneo ya que pocos juegos hubieran podido verse fluidos y bien en dicha resolución.
Precisamente la gráfica, de la que también hablaremos más adelante, es apartado clave en un portátil para gamers. En este caso contamos con una NVIDIA GeForce GTX 860M que se puede elegir con 2 o 4 GB de memoria de vídeo y que acompaña a la gráfica integrada en el SoC de Intel, un Intel HD Graphics 4600. La batería tiene una capacidad de 58 Whr, y contamos con conectividad 802.11ac y Bluetooth 2.0. Nota curiosa: HP incluye un adaptador de USB a Ethernet que desde luego es nota positiva ya que en juego online contar con latencias bajas y grandes velocidades de conexión es importante.
HP Omen y los compromisos por ser primera generación
Sobre el papel -y sobre todo, sobre las imágenes- el HP Omen parece ser un equipo soberbio. El problema es que su comportamiento en entornos reales nos ha dejado una sensación agridulce. Empecemos por el teclado, que en HP han decidido desplazar a la derecha para poder situar una columna con las seis teclas programables. Ese sencillo detalle hace que la posición de las manos sea poco natural en los primeros momentos: al escribir este análisis me di cuenta de que constantemente tenía las manos mal colocadas, lo que provocaba los lógicos errores en la mecanografía.
Es una cuestión de acostumbrarse, desde luego, pero creemos que situar esa columna de teclas de otra forma hubiera mejorado la transición a este equipo para usuarios noveles. Por lo demás hay que destacar que el tacto del teclado es realmente bueno, y que ese detalle de la retroiluminación personalizable le da una nota diferencial a ese apartado.
El touchpad del HP Omen cumple perfectamente con su cometido, y en esta ocasión HP elimina las Control Zones que había utilizado en otros modelos y que simplifican el acceso a algunos gestos de Windows 8 para usuarios sin tanta experiencia en estas lides. Lo cierto es que creemos que esa ausencia no es especialmente relevante, y el comportamiento del touchpad fue correcto: a pesar de su tamaño los apoyos involuntarios (o no) de las muñecas no hacían que la interacción con el sistema operativo fuese problemática en ningún momento.
Al lanzar el equipo HP habló mucho de la ventilación, un apartado clave en un producto de estas características, sobre todo si tenemos en cuenta su diseño y delgadez. Lo cierto es que el HP Omen no se calienta en exceso, pero la actividad del ventilador es prácticamente constante. No es especialmente molesta, pero ese pequeño zumbido acompaña la mayor parte del uso con el equipo. Ese pequeño hándicap no es importante, pero sí lo es un poco más la autonomía de su batería, que en nuestras pruebas apenas llegó a las 4 horas (4 horas y 3 minutos en uso ofimático con reproducción multimedia casual) y que hace que el equipo no sea destacado en este área. La cosa se agrava si queremos jugar sin cables: esas tareas requieren mucho más esfuerzo, y los tiempos se reducen a menos de la mitad.
Rendimiento del HP Omen
Las limitaciones de la batería hacen que desde luego no se trate de un equipo especialmente adecuado para trabajadores móviles que lo quieran aprovechar para algo más que jugar, y aunque desde luego puede ser solvente en esa faceta, esa dificultad adicional con el teclado -ojo, a la que probablemente uno acabaría acostumbrándose- le resta puntos.
Pero donde sí debería dar el do de pecho es precisamente en la ejecución de videojuegos, y aquí los resultados son interesantes en algún caso, pero en la mayoría de las pruebas sale peor parado que sus contrincantes:
HP Omen (NVIDIA GTX 860M) | Mountain Graphite 40 (NVIDIA GTX 870M) | MSI GS60 (NVIDIA GTX 970M) | ASUS NX500J (NVidia GTX 850M) | |
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PCmark Home | 2.748 | 4.103 | 3.476 | 2.746 |
PCmark Creative | 3.213 | 5.689 | 4.546 | 3.718 |
3DMark Cloud Gate | 6.332 | 16.902 | n.d. | 12.512 |
3DMark Ice Storm | 99.518 | 106.403 | n.d. | 57.674 |
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