Tras los Pixel "fantasmas" del año pasado, que apenas estaban disponibles en un par de mercados, Google propone a su Pixel 2 XL como un competidor nato en la gama alta más exclusiva, y ahora sí, con buena distribución. Ahí debe estar por precio, que no es precisamente barato, y vista nuestra review, por méritos propios. En Xataka ya lo hemos probado.
Google jugando muy en serio en la gama alta
Pasada la revolución que los primeros Nexus supusieron en el mercado, Google adecuó sus terminales directamente a la gama alta con la llegada primero del Nexus 6P y posteriormente de sus sucesores, los Pixel.
En 2017 eran muy esperados los sucesores de esos primeros Pixel y ya están aquí. En Xataka hemos podido probar el mayor y más completo de todos, el Pixel 2 XL, un terminal con un precio de 959 euros (ahora con una funda de regalo) y tremendamente ambicioso en su ficha técnica.
Ficha técnica del Pixel 2 XL
Procesador | Qualcomm MSM8998 Snapdragon 835 |
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RAM | 4 GB |
Almacenamiento | 64 GB |
Dimensiones | 157.9 x 76.7 x 7.9 mm |
Peso | 175 gr |
Pantalla | pOLED de 6 pulgadas |
Versión de Android | Android 8.1 con Google UI |
Cámara trasera | 12,2 MP f/1.8 y 1.4μm píxeles, OIS, EIS, PDAF, LDAF | Cámara frontal | 8MP, 1.4μm píxeles, f/2.4, fixed focus |
Batería | 3.520 mAh |
Conectividad | 4G LTE, Wi-Fi a/b/g/n/ac, NFC y Bluetooth 5.0 |
Otros | Lector de huellas, protección IP67, E-SIM, altavoces estéreo, Active Edge, USB-c |
Colores | Negro / Blanco y negro |
Precio |
Un diseño que te acaba enamorando
Muchas, muchísimas dudas tenía yo en relación con el diseño y acabado del Pixel 2 XL antes de enfrentarme a su análisis en Xataka. A priori la anterior generación me había parecido de esos terminales que en renders quedan genial pero luego en la realidad son un regreso a la tierra. Pero este Pixel 2 XL me ha enamorado desde el principio.
Todas las sensaciones que tuve al coger por primera vez el Pixel 2 XL entre mis manos se han ido afianzando y en algunos casos creciendo con el paso de los días. Para empezar y pese a su gran diagonal y tamaño físico, el Pixel 2 XL me ha parecido bastante ligero en mano y manejable.
El terminal es muy agradable de tocar, delgado y con una buena sensación de resistencia. Sobre el acabado ya hay más diferencias entre los que lo hemos podido tocar. La trasera es de metal y está construido de una sola pieza, lo que significa que no hay marco separado de la parte trasera. El uso del metal lo que le permite a este Pixel 2 XL es perder algo de peso respecto al uso de cristal. Pero curiosamente no parece para nada metal cuando lo observas. Google le ha colocado un tratamiento especial que da como resultado que en realidad parezca plástico. De muy buena calidad, pero plástico al tacto al fin y al cabo.
Personalmente no me importa que así sea. Con esa textura con algo de rugosidad el Pixel 2 XL gana agarre en mano y por ahora, en el uso que le hemos dado, permanece sin rasguños ni indicios de que lo hayamos usado. Pero no queda ahí el tema del diseño del Pixel 2 XL.
El toque de personalidad que nos gusta ver en cada terminal es bastante contundente en este Pixel 2 XL. El tercio superior del teléfono tiene acabado en cristal, éste sí, brillante y situado justo por encima del lector de huellas. El modelo que nos ha tocado para probar es negro, y la separación entre esas zonas queda reducida a los materiales: brillo del cristal y el mate del metal. En el modelo blanco, el cristal permanece negro y la doble tonalidad lo hace todavía más personal.
Además de algo único en el mercado, esta diferenciación de materiales en la trasera facilita la conectividad inalámbrica. En esa zona de cristal es donde se aloja la cámara, que sobresale ligeramente del diseño.
Otro cantar es el diseño del frontal, del que no estoy tan convencido. Pero hablaremos de ello a continuación. Por cierto, sobre la resistencia al agua del Pixel 2 XL, nos ceñimos a lo indicado en sus especificaciones: IP67. Y no, el Pixel 2 XL tampoco lleva puerto de auriculares de 3,5 mm, pero al menos viene adaptador en la caja (además de un USB-C a USB-A), aunque no tenemos auriculares de serie. Curioso con este precio.
Sí, hay marcos, pero el sensor de huellas va atrás
Pasamos a la parte frontal del Pixel 2 XL. Apagado, el terminal es muy imponente, bastante atractivo, muy en la línea de los mejores terminales sin marcos de este año, con la protección Gorilla Glass 5 curvada perfectamente integrada en los laterales del terminal. Pero al encenderla ya podemos ver los marcos, bastante reducidos en los laterales pero todavía presentes.
Más grandes son los superior e inferior, espacio que Google ha aprovechado para colocar los altavoces frontales. La decisión, dejando de lado la estética, nos gusta, porque a cambio conseguimos uno de los mejores teléfonos del año a nivel de sonido de sus altavoces. Son potentes, definidos y se pueden usar directamente con total solvencia.
Nada de lector de huellas en el frontal como en el Mate 10. En este Pixel 2 XL el lector de huellas va atrás, y a nivel de funcionamiento no tenemos pega alguna: agradable al tacto, rápido identificando y sin fallos. Aquí Google, pese a estar compitiendo en la gama más alta y, por qué no decirlo, ser Google, no ha hecho por ahora amago de incluir otro sistema de identificación biométrica.
Como os hemos contado más de una vez, que el lector de huellas esté en la parte trasera es algo intuitivo para identificarnos por la manera en que muchos cogemos el terminal y dónde colocamos el dedo. Ahí Google lleva razón, como ya nos adelantó LG o Huawei, por poner dos ejemplos.
No tan lógica me parece la colocación del botón de encendido, que pasa a situarse encima del de volumen, en la parte derecha, pero al que no podemos llegar de forma natural con el dedo, teniendo que deslizar hacia arriba si estamos sosteniendo el Pixel 2 XL con una sola mano.
Una pantalla que siembra dudas
¿Puede una característica de un terminal hacerte enfadar? La pantalla del Pixel 2 XL lo ha conseguido conmigo. Tanto como he disfrutado con el diseño y manejo, tener Android puro funcionando como un tiro, con la boca abierta por la cámara ... y cada vez que miro la pantalla me ofusco. ¡Qué lástima para un producto tan redondo!
La polémica alrededor de la pantalla POLED del Pixel 2 XL es real. Google lleva desde que enviaron las primeras unidades de prueba saliendo al paso con promesas de actualizaciones software para mitigar lo que parece ya real: la dudosa calidad del panel del Pixel 2 XL. Al menos en las primeras unidades que han llegado al mercado, entre ellas la de prueba para medios.
Empecemos por los datos porque hasta ahí todo va bien: panel OLED, brillo bastante alto y una resolución 1440p. Sin embargo, lo que uno espera disfrutar de un panel OLED en cuanto a contraste o calibración del color, nunca aparece en este Pixel 2 XL. No parece una pantalla digna de un terminal como éste.
Según Google, el menor contraste y colorido de la pantalla es así a propósito para conseguir mayor fidelidad de color en el panel. Que sea más natural. Nuestra realidad, la que hemos tenido una semana delante de nuestros ojos, nos transmite sensaciones diferentes, y apreciamos como mínimo una poco correcta calibración de la pantalla. No queremos la exageración antinatural de otros terminales, pero Google al menos por ahora peca demasiado de conservador en este aspecto.
Efectivamente pocos dirían al encender la pantalla de este Pixel 2 XL que estamos ante un panel OLED. Todo aparece atenuado, muy plano, especialmente cuando no estamos viendo fotos o reproduciendo vídeo ... Hay un modo para mejorar el contraste pero el cambio nosotros no somos capaces de apreciarlo. Google ha prometido una actualización para darle más saturación a la pantalla, aunque avisa de que será a costa de perder fidelidad.
Sin embargo, esa pantalla poco contrastada y muy plana del Pixel 2 XL no tiene ahí su mayor problema. El temido y más común de lo que pensamos azulado de la pantalla cuando la miramos desde ángulos grandes es muy evidente en este Pixel 2 XL.
En los paneles OLED es algo de lo que apenas se libra pantalla alguna, como de la retención con el tiempo que nosotros no hemos notado por ahora, pero nunca nos habíamos enfrentado a una situación como ésta ni en la gama media. Basta con alterar unos grados (literalmente solo unos grados) la perpendicularidad de nuestros ojos sobre la pantalla para apreciar este defecto.
Que el tinte azul de la pantalla del Pixel 2 XL era muy real nos quedó plenamente claro cuando cualquier compañero de oficina, más o menos ducho en tecnología, lo notaba al primer vistazo de la pantalla.
Volviendo a lo positivo, este Pixel 2 XL nos permite tener la "pantalla ambiente", con notificaciones, hora y uso de la batería siempre visibles. También podemos "despertar" la pantalla con doble toque sobre ella.
Ser el Android más rápido no es solo cuestión de procesador y RAM
Este Pixel 2 XL, apenas en los primeros minutos con él, ya me dejó clara una cosa: no hay terminal Android que se mueva con tanta fluidez como él.
Tanto mi compañero Matu (que también ha tenido la oportunidad de trabajar con el Pixel 2 XL) como yo compartimos apreciación: los otros smartphones Android te parecen muy rápidos hasta que pruebas este Pixel 2 XL. Entonces la velocidad de funcionamiento de menús, transiciones, apertura de aplicaciones ... cambia de escala. Ya no todos los androides de este año nos parecen tan afinados, independientemente de lo que digan los números de los benchmarks, donde el Pixel 2 XL tampoco es que salga mal parado.
El truco está en un Android 8.0 afinado al máximo por Google para estos terminales Pixel. Porque si miramos la ficha técnica, el pack es el más repetido este 2017: Snapdragon 835, 4 GB de RAM (LPDDR4x) y 64 GB de memoria interna. No hay posibilidad de ampliarla vía microSD, Google quiere que juegues con el almacenamiento ilimitado de fotos y vídeos que te da con su Google Fotos (en calidad original hasta el 15 de enero de 2021 de manera gratuita)
Autonomía para un día duro
Sin que el Pixel 2 XL llegue a excederse en grosor o peso, Google ha podido colocarle una capacidad de batería de 3520 mAh. Con ella y sin recurrir a ningún modo de ahorro de batería, el Pixel 2 XL nos ha aguantado el ritmo siempre hasta más allá de la jornada laboral.
Esto no es baladí habida cuenta del uso bastante intensivo de los terminales de prueba, con mucha fotografía, vídeos de Youtube, cambios entre Wifi y datos a menudo, redes sociales, Slack continuamente activo y el correo siempre haciendo saltar notificaciones por todos lados.
Con este comportamiento creemos que un usuario que no abuse tanto de su teléfono podría estirar la autonomía por encima del día, aunque sin abusar de la pantalla. En el test de PCMark hemos superado las 6 horas y media. En tiempo de pantalla, nuestra experiencia durante esta semana de uso del Pixel 2 XL nos ha dejado de media unas 5-6 horas.
A la hora de la carga contamos con un cargador de 18 W de serie, de carga rápida, pero que tampoco nos ha impresionado. Al 25% tarda en llegar media hora y la carga completa la realiza en dos horas. Lo que no encontrarás en este Pixel 2 XL es la carga inalámbrica. Es uno de los motivos por los que la gama alta está pasándose al cristal para la trasera de sus nuevos modelos.
El primero con Android y los servicios de Google
Con precios tan parecidos a otros terminales como los Huawei o incluso Samsung de gama alta, la decisión de compra de un Pixel suele virar hacia el lado de tener lo último de Android asegurado y al poco de ser presentado por Google. Para usuarios avanzados no es una razón menor ni mucho menos.
A nivel de software, además de tener lo ultimo de Android (la versión 8.0 (Oreo) de la que tenemos recopilación de sus 23 novedades más destacadas), un Pixel nos asegura acceso a algunos servicios antes que quien no tiene este terminal. Los Pixel se han convertido en terminales donde Google pone a prueba nuevas funciones o servicios. Google Lens, un asistente más integrado en el sistema ...
De Android 8.0 me quedo sin duda con su velocidad de funcionamiento, el PiP, genial en pantallas generosas, que el sistema cada vez me parece más sencillo de gestionar pese a aumentar las opciones, y sobre todo, el sistema de notificaciones que sigue siendo para mi el elemento donde Android saca una importante ventaja a iOS y que Apple no atina por ahora a reducir.
Ahora bien, aunque este año será posible conseguir el Pixel 2 XL en más mercados e incluso por medio de operadoras, la distribución y continuidad de la idea siempre queda en duda, y nos parece por momentos demasiada caótica. El último movimiento: la compra de parte de HTC, hace unos años, de Motorola ...
Una fantástica cámara que te hace olvidar que no tiene doble sensor
Diseño, lo último de Google y potencia a raudales. Pero al final, en lo que uno acaba fijándose más en la gama alta es en la cámara. Y aquí Google empieza a gustarse en eso de estar a la cabeza. Si el año pasado el Pixel XL destacó mucho por la cámara, este Pixel 2 XL lo supera de manera considerable.
En la parte técnica, lo que debemos saber es que la cámara de este año deja pasar más luz (f1.8) que la del año pasado, de manera que compense que los fotodiodos son algo más pequeños (1,4 μm). Ayuda también la llegada de OIS, que se suma a la estabilización electrónica con la que ya contaba el Pixel del año pasado.
Las resoluciones de los sensores, tanto trasero como frontal, son los "estándar": 12 MP para la cámara principal y 8 MP para la destinada a hacernos selfies. Esta cámara secundaria cuenta con enfoque fijo, mientras que la trasera une detección de fase con enfoque automático con ayuda de láser. Todo va veloz, desde el enfoque hasta el disparo.
En cuanto al vídeo, la cámara principal graba con calidad 4K a 30 fps (cámara lenta a 240 fps en modo 720p y 120 fps en modo 1080p), donde se agradece mucho que se use también la estabilización óptica, mientras que la secundaria se conforma con una máxima calidad de 1080p a 30 fps.
Hasta ahí todo “normal”. Pero es ponerte a hacer fotos y no querer parar. Cuesta encontrar situaciones donde el Google Pixel 2 XL no haga excelentes fotos, con buena reproducción del color, incluso en tonos de piel, exposición siempre perfecta, gran nivel de detalle con buena luz ... y así podríamos pasarnos días.
En escenas de noche, que ya el año pasado marcó la línea a superar por sus rivales, el Pixel 2 XL mantiene el liderazgo. No lo hace en capacidad de reducir el ruido, que está presente quizás más que en otros terminales como el Galaxy Note 8 o el HTC U11, pero sí en el resultado final para compartir o ver en pantallas pequeñas, el que vamos a usar en el 90% de los casos.
Mira mamá, modo retrato con un solo sensor
Además de un buen comportamiento en escenas de noche y seguridad máxima con luz, el Pixel 2 XL presume de un modo retrato bien solventado pese a usar un solo sensor. Ojo, no es el único fabricante que lo hace así, pero los resultados son bastante buenos para no recurrir a un segundo sensor ni objetivo tele. No quiero imaginarme el nivel fotográfico que alcanzaría este Pixel 2 XL con un sensor extra, por ejemplo.
Justo donde el Google Pixel 2 XL destaca (con poca luz, modo retrato, rango dinámico ...) es la clara demostración del peso que la parte de software tiene ahora mismo en la fotografía con un smartphone. Apple nos lo había demostrado desde hace años con su procesado, pero el Pixel 2 XL lo lleva a un nivel superior. Es muy difícil obtener una foto mala con este Pixel 2 XL.
Parte del truco está en el procesamiento HDR, que por defecto está activo, y ni se te ocurra cambiarlo. Tanto de día como de noche es el motivo de que situaciones donde otros queman cielos o no obtienen detalle de zonas oscuras, el Pixel 2 XL nos de una fotografía superior.
Habrá que enfrentar el Pixel 2 XL con todos los rivales potentes en fotografía en un duelo directo tanto de día como de noche, pero los primeros resultados con la cámara del Pixel 2 XL son fantásticos, especialmente por la cantidad de luz que son capaces de mostrar en casa escena, independientemente de la situación.
El valor del resultado tan aceptable de modo retrato tiene mucho más mérito en el caso de este Pixel 2 XL porque es todo resultado no físico. No hay segunda cámara con gran angular ni tampoco para dotar de información de profundidad al sistema encargado de desenfocar el fondo de manera artificial. Todo lo hacen algoritmos que tienen una tasa de acierto con la silueta de la cara muy alta, e incluso con animales u otros elementos funciona bastante bien, aunque debemos mantener una distancia no muy cercana o el sistema acabará por confundirse.
Por esta "simple" cuestión es por lo que podemos tener también modo retrato muy bien conseguido en la cámara delantera. El resultado es fantástico, aunque quizás pierda sentido cuando hacemos un selfie porque el fondo queda lógicamente desenfocado, y suele ser un valor importante en este tipo de fotografía.
La buena noticia es que el modo retrato no elimina la imagen original, sobre la que podemos volver en nuestra galería siempre que queramos, tanto en las fotos con la cámara principal como con la secundaria.
Donde Google podría esforzarse fácilmente para mejorar, siempre hablando de la fotografía, es en la interfaz. Es muy sencilla, demasiado, así que hecho de menos que existan más posibilidades para quien, por lo sea, piense en ir más allá del apuntar y disparar
Pixel 2 XL, la opinión y nota de Xataka
A la espera de lo que la compra de parte de HTC genera en el interior de Google, el gigante de las búsquedas y los anuncios repite denominación de Pixel con su último producto hardware. El Pixel 2 XL nos ha resultado un terminal impresionante que hace honor al mercado al que va destinado, la gama alta, que no hace esfuerzo en precio (959 euros, ya disponible) y que ofrece un rendimiento fantástico, lo último de Android y el laboratorio de Google, así como un diseño que, sin eliminar marcos completamente, es competitivo.
La cámara merece anotación aparte. Nos ha encantado, demostrando que Google domina ahora mismo la parte puramente de software que tan importante es en la cámara de un smartphone actual.
Lo que no nos encaja nada es el polémico tema de la pantalla OLED, real en nuestra unidad de prueba. Una pena en un terminal tan completo y bien ejecutado como este Pixel 2 XL, de los candidatos más fuertes a mejor smartphone del año sin duda alguna.
A favor
- Ligero y agradable en mano pese a su tamaño
- Buena autonomía
- Fantástica cámara en cualquier situación
- Android 8.0 más fluido que en ningún otro teléfono
- Buenos altavoces frontales
En contra
- Panel OLED mal calibrado y que "azulea" de forma alarmante
- La carga rápida no es de las mejores
- Sin puerto de auriculares
- No hay doble sensor para la cámara
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