Puede que el segmento de los tablets esté en franca desaceleración, pero eso no impide que los grandes del mercado sigan apostando por un formato que aún tiene muchos adeptos. Samsung es el ejemplo perfecto de esa mentalidad, y hoy tenemos con nosotros uno de sus dispositivos más cuidados en este apartado.
Se trata del Samsung Galaxy Tab S2, una evolución interesante del Galaxy Tab S que cambia a un formato de pantalla más "productivo" (4:3 en lugar de 16:9) y que aparece en dos formatos: 9,7 y 8 pulgadas. Nosotros hemos probado el de mayor tamaño, y esto es lo que nos hemos encontrado.
Diseño: nos gustan los tablets delgados
El nuevo formato de los tablets de gama alta de Samsung demuestra a las claras que se trata de un dispositivo cuidado. Se reducen las dimensiones con respecto a la primera iteración de estos dispositivos, y el resultado es, al menos en este caso, muy adecuado si lo que uno busca es ganar en portabilidad.
El Galaxy Tab S2 es más compacto, pero sobre todo más delgado: su grosor es de tan solo 5,6 mm, y eso se nota también en su peso, realmente decente para un dispositivo con esa diagonal de pantalla: los 389 gramos (392 en la versión con LTE) hacen que no cueste demasiado manejarlo sin apoyos durante tiempos prolongados.
La construcción es desde luego destacable: el cristal es protagonista en el frontal, mientras que en la parte trasera tenemos una carcasa de plástico pero con una textura ligeramente rugosa que casi da la sensación de estar tocando algún tejido, y no un dispositivo electrónico. En esa parte trasera aparecen tanto la cámara de fotos -con una protrusión sensible- y los dos pequeños contactos magnéticos para carcasas oficiales.
Precisamente una de esas carcasas disponibles es la que permite contar con un teclado perfectamente adaptado a estos nuevos formatos. No hemos tenido la oportunidad de probarla -sí contamos con la llamada Book Cover, que permite protegerlo y poder apoyarlo inclinado- El cambio en la diagonal de pantalla hace que anteriores carcasas dejen de ser compatibles, y un precio a pagar si estamos considerando el salto de la primera a la segunda generación de estos dispositivos y contábamos con algún accesorio de este tipo.
El agarre del tablet muy bueno, aunque aquí creemos que esa extrema delgadez es incluso perjudicial: la sensación es similar a la de sujetar un folio, y aunque esa primera impresión se disipa rápido, un grosor mayor relajaría esa faceta. Es curioso como en la parte trasera de los dos bordes laterales encontramos una ligera depresión que hace que el filo de esos bordes sea casi inexistente, y además se favorece el coger el tablet cuando este está apoyado boca arriba en una mesa.
Samsung nos ofrece sus nuevos modelos en los dos colores clásicos, el blanco y el negro, descartando así esa apuesta algo más arriesgada que había hecho en los modelos del año pasado con aquel modelo en tonos "bronce", por ejemplo. El frontal, por cierto, tiene un detalle elegante: un finísimo borde plateado.
Un hardware a la altura, pero no a la última
Samsung podría haber tirado la casa por la ventana con este dispositivo, pero no ha puesto toda la leña en el asador en materia de especificaciones. Tenemos un conjunto de componentes destacable, pero no comparable al que integran los últimos smartphones de gama alta de la compañía.
Eso no significa que no ganemos enteros: el Exynos 5433 (octo-core: 4 x 1,9 GHz + 4 x 1,3 GHz) es el mismo micro que integra el Galaxy Note 4 del año pasado, y desde luego aporta mejroas frente al Exynos 5420 del año pasado.
Samsung Galaxy Tab S2 (9,7") | |
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Pantalla | Super AMOLED de 9,7 pulgadas |
Resolución | 2.048 x 1.536 píxeles, 264 ppp |
Procesador | Samsung Exynos 5433 Octa-Core 64 bits a 1,3 GHz / 1,90 GHz |
Procesador gráfico | Mali-T760MP16 |
RAM | 3 GB RAM |
Memoria | 16/32 GB. Permite microSD hasta 128 GB |
Versión S.O. | Android 5.0.2 |
Conectividad | GPS + GLONASS, WiFi (802.11 a/b/g/n/ac), BT4.1, LTE, MHL 3.0, USB 2.0 |
Cámaras | Trasera: 8 MP. Frontal: 2.1 MP |
Dimensiones | 169 x 137,3 x 5,6 mm |
Peso | 392 g (versión LTE) |
Batería | 5.870 mAh |
Precio oficial de salida | 399/499 € para versión de 8'' (no LTE/LTE). 499/569 € para versión de 9,7''. Disponible en Amazon. |
La diferencia fundamental: el soporte de 64 bits (el bus de datos sigue siendo de 32 bits, ojo), y el soporte de la arquitectura ARM big.LITTLE. Además contamos con una GPU ARM Mali-T760MP16 a 700 MHz, frente a la Mali-T628 del procesador del modelo del año anterior. La tecnología de integración también es destacable, y pasamos de los 28 nm del 5420 a los 20 nm del 5433: más eficiencia y más potencia sin aumento de tamaño.
Se mantienen no obstante los 3 GB de RAM de los Tab S, y podremos elegir entre una capacidad de almacenamiento de 32 o 64 GB que además luego tendremos la oportunidad de ampliar a otros 128 GB adicionales gracias a la ranura microSD.
El lector de huella dactilar es una inclusión que aporta una alternativa interesante a la hora de desbloquear el dispositivo y algunos escenarios de la navegación web. Sin embargo en estos dispositivos no contamos con conectividad NFC, de modo que Samsung Pay por ejemplo no podrá aprovecharse en ellos.
Difícil superar a esta pantalla, Samsung
Pero sin duda uno de los aspectos más llamativos del dispositivo es su pantalla Super AMOLED de 9,7 pulgadas y 2.048 x 1.536 píxeles -la resolución es idéntica en el modelo de 8 pulgadas-.
Aquí Samsung ha dado curiosamente un ligero paso atrás, porque en los anteriores modelos esa resolución era algo mayor (2.560 x 1.600 píxeles). La reducción en la diagonal casi lo justifica, porque en realidad no perdemos mucho la densidad en los Tab S de 10,5 pulgadas era de 288 ppp y en los Tab S2 llega a los 264 ppp.
Como sucedía en los modelos anteriores y en otros dispositivos de Samsung, la tecnología Super AMOLED aporta mucha alegría al dispositivo. Cierto que los colores aparecen algo saturados, pero eso hace que lo veamos todo con esos colores vivos que desde luego "iluminan" la experiencia de usuario.
Samsung ofrece como de costumbre diversos modos de pantalla de los que la inicial, "Adaptative Display", permite que según las condiciones de luz se vayan modificando ciertos parámetros como el brillo o el contraste. Aún así podremos establecer otros perfiles, incluidos los que tratan de optimizar la experiencia al ver películas -algo que debido al formato 4:3 ya no resulta tan atractivo (bandas negras)- o al leer textos en este tablet.
Cámaras: adiós al flash
En materia de cámaras se mantienen las resoluciones de los sensores del año pasado, pero curiosamente Samsung no ha querido incluir el flash LED de la edición original, algo para lo que hay explicación aparente salvo, quizás, por el ahorro de costes. Eso hará que las tomas en condiciones de baja luminosidad no se puedan apoyar en este componente.
Las tomas sacadas con la cámara posterior son bastante aceptables si tenemos buenas condiciones lumínicas, pero la cosa se complica en cuanto tratamos de aprovechar esa cámara en condiciones de baja luminosidad. Teóricamente la mejor apertura f/1.9 debería ayudar en esas situaciones, pero lo cierto es que los resultados no son en modo alguno destacables.
En todos los casos, no obstante, las imágenes aparecen algo saturadas, y un rápido zoom permite detectar ruido incluso con una buena luz apoyando la escena. La cámara frontal es lógicamente más limitada, mientras que la grabación de vídeo está limitada a 1440p a 30 FPS y el resultado es igualmente aceptable si tenemos buena luz.
Software, rendimiento y autonomía
Hace tiempo que Samsung suavizó la capa de personalización TouchWiz, y aunque obviamente hay diferencias respecto a un Android Lollipop tradicional -algo que por ejemplo se nota en los menús de acceso rápido- la experiencia de uso en este caso es consistente con otros dispositivos móviles de la firma y con esa evolución menos "agresiva" de esa personalización de la interfaz.
En esa apuesta software vuelve a aparecer el problema del catálogo orientado a tablets Android, escaso como siempre pero que en Samsung tratan de compensar con sus regalos. Tanto sus Galaxy Essentials como sus Galaxy Gifts son aplicaciones que podremos disfrutar de manera gratuita, aunque en algunos casos, como el de Orbyt, con una lógica limitación de tiempo.
La apuesta por la productividad es clara gracias a la inclusión de la suite Microsoft Office preinstalada -con dos años de OneDrive con 100 GB gratuitos, pero es necesario tener o crear una cuenta de Microsoft para editar documentos-, y aquí es donde esa funda Keyboard Cover que no hemos podido probar puede marcar la diferencia, aunque otros teclados Bluetooth pueden lógicamente cubrir esa faceta.
En esa propuesta software vuelve a destacar el modo multiventana, que permite dividir la pantalla tanto si la usamos en modo retrato como en modo apaisado. Cuidado porque el formato 4:3 vuelve a jugar en nuestra contra en este punto: las pantallas con formato 16:9 son claramente más atractivas para tener dos ventanas al mismo tiempo en pantalla.
El rendimiento de este tablet es notable, y ese procesador -aun no estando a la altura de los "espadas" de 2015- ofrece un buen equilibrio entre rendimiento y eficiencia. En AnTuTu hemos alcanzado 51.289 puntos, por 28.165 de Quadrant. En Geekbench los resultados han sido de 1.228 puntos en single-core y 4.325 en la prueba multi-core, en la que obviamente esos ocho núcleos demuestran su capacidad.
Todos estos números en bruto demuestran la capacidad de un tablet que desde luego no defrauda en la experiencia de uso. La fluidez en todos los apartados es fantástica, y tanto el lanzamiento como la ejecución de las aplicaciones es rápido.
Si hablamos de batería, buenas conclusiones también: Este modelo aguantó casi 6 horas y media de actividad variada, aunque la utilización intensa de conectividad LTE, grabación de vídeo o toma de fotos y por supuesto el uso intensivo de aplicaciones y juegos exigentes puede reducir esa cifra sensiblemente. Aún así en ese uso normal que le dimos en pruebas la autonomía fue muy decente.
La opinión de Xataka sobre la Galaxy Tab S2
El Samsung Galaxy Tab S2 no es un mal dispositivo. En absoluto. Es un tablet que está bien construido, que cuenta con unas especificaciones hardware notables -pero no sobresalientes- y que además complementa esa apuesta con una serie de regalos software que pueden ser muy válidos para usuarios que quieran aprovechar dichas ofertas.
Y sin embargo no hay razones potentes si estáis pensando en actualizar desde otro tablet. De hecho aquí es necesario plantear el debate sobre el formato 4:3, más orientado a productividad, que invita a utilizar el tablet más en ambas posiciones (retrato y apaisado), pero que perjudica el consumo de contenidos de vídeo.
Ese formato tampoco favorece el escalado de aplicaciones Android, que disimulan más el no estar diseñadas para tablets cuando éstos tienen ese formato 16:10 o 16:9 que también es común en smartphones. Las opciones de productividad no se potencian en el modo de dos ventanas acopladas que se aprovecha mejor en formatos más alargados,
El debate sobre la validez de los tablets se consolida una vez más. Para alguien que como yo no es usuario habitual de estos dispositivos, la propuesta de Samsung es un más de lo mismo que no aporta nada especialmente diferencial, sobre todo si tenemos en cuenta al modelo del año anterior, al que no supera de forma contundente, desde luego. Aún así, si buscáis nuevo tablet de garantías, especialmente delgado y con una pantalla que brilla con luz propia, tenedlo muy en cuenta.
8,2
A favor
- Una pantalla fantástica
- Compacto y, sobre todo, muy delgado
- Buena oferta software
En contra
- El formato 4:3 plantea dudas, sobre todo en el modo multiventana
- La autonomía es decente, pero no sobresaliente
- Una cámara poco solvente
El tablet ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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