En el mundo de los relojes inteligentes hay tres marcas a las que conviene no perder de vista. Una es Apple, cuyos Apple Watch lideran ampliamente el mercado. Otra es Huawei, que finalmente se ha puesto a la altura con el Huawei Watch 3 y su cambio a HarmonyOS. La tercera es Samsung, que muchos años después ha vuelto a Wear OS con su nuevo Samsung Galaxy Watch 4. Las tres compañías pugnan por tener el mejor smartwatch, no siendo fácil decidir para quién es la corona.
En Xataka ya hemos tenido ocasión de echarle el guante a este dispositivo para probarlo largo y tendido y traeros este, su análisis. Es un reloj de gama alta que nos ha dejado con muy buenas sensaciones y sí, usarlo es una delicia, y sí, se nota que llega con Wear OS, pero también es la prueba más clara de que Samsung está creando su propio ecosistema y quiere que tengamos un móvil Samsung para poder explotar el reloj al máximo. Sin más dilación, vamos con ello.
Ficha técnica del Samsung Galaxy Watch 4
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SAMSUNG GALAXY WATCH4 |
samsung galaxy watch4 classic |
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dimensiones y peso |
44mm: 44,4 x 43,3 x 9,8 mm - 30,3 gramos 40 mm: 40,4 x 39,3 x 9,8 mm - 25.9 gramos |
46mm: 45,5 x 45,5 x 11 mm - 52 gramos 42mm: 41,5 x 41,5 x 11,2 mm - 46,5 gramos |
pantalla |
SuperAMOLED Gorilla Glass DX 44mm: 1, 36 pulgadas Resolución 450 x 450 píxeles 330 PPI 40mm: 1,19 pulgadas Resolución 396 x 396 píxeles 330 PPI |
SuperAMOLED Gorilla Glass DX 46mm: 1, 36 pulgadas Resolución 450 x 450 píxeles 330 PPI 42mm: 1,19 pulgadas Resolución 396 x 396 píxeles 330 PPI |
procesador |
Samsung Exynos W920 5 nm |
Samsung Exynos W920 5 nm |
memoria ram |
1,5 GB |
1,5 GB |
almacenamiento interno |
16 GB |
16 GB |
batería |
44mm: 361 mAh 40mm: 247 mAh |
46mm: 361 mAh 42mm: 247 mAh |
sistema operativo |
WearOS con One UI Watch |
WearOS con One UI Watch |
conectividad |
WiFi 2,4+5 GHz Bluetooth 5.0 NFC GPS 4G (opcional) |
WiFi 2,4+5 GHz Bluetooth 5.0 NFC GPS 4G (opcional) |
resistencia al agua |
5 ATM IP68 MIL-STD-810G |
5 ATM IP68 MIL-STD-810G |
botones |
Sí, dos |
Sí, dos Bisel giratorio |
sensores |
BioActive Sensor (PPG) Electrocardiograma (ECG) Sensor de análisis de impedancia bioeléctrica (BIA) SPo2 Acelerómetro Barómetro Giroscopio Geomagnético Luz ambiente |
BioActive Sensor (PPG) Electrocardiograma (ECG) Sensor de análisis de impendancia bioeléctrica (BIA) SPo2 Acelerómetro Barómetro Giroscopio Geomagnético Luz ambiente |
extras |
100 modos deportivos Detección de ronquidos Control gestual Auto Switch |
100 modos deportivos Detección de ronquidos Control gestual Auto Switch |
precio |
Desde 269 euros |
Desde 369 euros |
Samsung Galaxy Watch4 Classic – Smartwatch, Bisel Giratorio, Control de Salud, Seguimiento Deportivo, Bluetooth, 42 mm, Color Negro (Version ES)
Samsung Galaxy Watch4 - Smartwatch, Control de Salud, Seguimiento Deportivo, Batería de Larga Duración, 40 mm, Bluetooth, Color Negro (Version ES)
Diseño: premium por todos lados y con bisel giratorio
Comenzamos este análisis hablando del diseño. Antes de nada, conviene destacar que el Samsung Galaxy Watch 4 llega en dos acabados: normal y Classic. Cada uno de estos dos formatos tiene dos tamaños, a saber 40 y 44 milímetros en el estándar y 42 y 46 milímetros en el Classic. Aunque hemos probado los dos modelos, para el caso nos vamos a centrar en el Classic de 46 milímetros.
¿Diferencias entre los modelos Classic y estándar? El tamaño, el peso y el bisel giratorio, que solo está disponible en el Galaxy Watch 4 Classic. ¿Diferencias entre el mismo reloj, pero de 40/44 mm o 42/46 mm? El tamaño, el peso, la batería y la diagonal de la pantalla. Por lo demás, son exactamente el mismo el reloj. Mismas funciones, mismos sensores, mismo todo.
Con esto sobre la mesa, hablemos del Samsung Galaxy Watch 4. El dispositivo tiene un grosor de 11 milímetros y pesa 52 gramos, por lo que es un reloj que vamos a notar que llevamos puesto. Se nota bastante en la muñeca, pero es algo que depende de los gustos de cada uno. Hay quien prefiere relojes ligeros y quien prefiere relojes pesados. Yo soy de los segundos.
La caja del reloj está hecha de acero inoxidable con acabado pulido (el Galaxy Watch 4 estándar es de aluminio) y se siente muy premium. Es agradable al tacto y nos permite saber en todo momento que llevamos un reloj de gama alta. El acabado de este modelo es más convencional, más sofisticado que el Galaxy Watch 4 estándar, que sí es más deportivo.
En la parte derecha tenemos los dos botones (que además funcionan como sensores para la función ECG e índice de masa corporal, pero de eso hablaremos luego). El botón superior sirve para volver a la pantalla principal (dando un toque) y nos permite personalizar las acciones al hacer dos toques (como abrir una app concreta). Si lo dejamos pulsado lanzaremos Bixby (de esto también hablaremos luego). El botón inferior sirve para o bien ir a la pantalla anterior o bien para ver las apps recientes.
También en la parte derecha tenemos los micrófonos, mientras que es en la parte izquierda donde encontramos el altavoz. Este nos servirá para escuchar las llamadas, las notificaciones y, si así lo queremos, la música que exportemos al reloj desde nuestro móvil (que no la de Spotify, por ejemplo).
En la parte inferior encontramos los sensores, cuyos detalles desglosaremos en el apartado del rendimiento, y en la parte inferior tenemos la joya de la corona: el bisel giratorio. Este lo conocemos ya del Samsung Galaxy Watch 3 y vuelve a hacer acto de presencia en el Galaxy Watch 4 Classic.
¿Para qué sirve? Para interactuar con el reloj, por supuesto. Gracias a este bisel podemos movernos por los menús sin hacer scroll con el dedo. Simplemente hay que girarlo para desplazarnos hacia la derecha o la izquierda. Funciona muy bien y es de esas cosas que no echas de menos hasta que te la quitan. Por no hablar del sonido clicky, que es una gozada.
En lo que a la correa se refiere, Samsung nos ofrece diferentes acabados, pero la que nosotros hemos probado es la de fluoroelastómero de color negro. Es más deportiva que las híbridas de cuero, pero combina bien con el reloj. Es gomosa, suave y está bien rematada, pero no tanto como la del Huawei Watch 3. No es que sea una correa mala, ojo, pero tampoco es la más premium que hemos tenido ocasión de probar.
El cierre es de hebilla convencional (resistente y sin problemas) y su longitud es suficiente para adaptarse a la mayoría de muñecas. Por otro lado, el acople con el reloj es estándar y, dado que el tamaño es de 20 milímetros, se puede intercambiar por cualquier otra correa que tengamos por casa o compremos en cualquier lado sin mayor inconveniente.
Pantalla: pequeños detalles que gustan
Pasamos así a hablar de la pantalla. Hablar de Samsung es sinónimo de hablar de pantallas OLED, así que como no podría ser de otra forma el Samsung Galaxy Watch 4 llega con una pantalla SuperAMOLED de 1,36 pulgadas. Su resolución es de 450 x 450 píxeles (lo que se traduce en una densidad de 330 píxeles por pulgada) y está protegida por Gorilla Glass DX.
Es literalmente imposible ver el más mínimo píxel al usar el reloj desde una distancia normal. En este caso no procede hablar de aprovechamiento del frontal debido a la presencia del bisel giratorio, pero quedémonos con la idea de que la pantalla consigue extenderse hasta el comienzo de dicho bisel. En el Galaxy Watch 4 estándar sí podríamos pedir unos marcos más reducidos.
La pantalla responde perfectamente a nuestros gestos, algo que unido al buen rendimiento del sistema operativo se traduce en una experiencia sobresaliente. Tiene brillo automático (su rendimiento es muy bueno) y la visibilidad a plena luz del día es más que correcta gracias a que el nivel de brillo máximo es alto. No hemos tenido problemas de visibilidad con el reloj, en pocas palabras.
El reloj nos permite encender la pantalla haciendo el gesto de mirar la hora con la muñeca, pulsando los botones, girando el bisel o tocando la pantalla. Para apagarla, simplemente hay que poner la palma de la mano sobre el panel. Hablando de gestos, hay un par de cositas interesantes como que podemos aceptar las llamadas sacudiendo el brazo dos veces o rechazar las llamadas girando la muñeca dos veces.
También conviene destacar el apartado de las watchfaces. Las preinstaladas son sensacionales, sobre todo la del oso y el chico. Esta watchface es interactiva y, por ejemplo, cuando tenemos una notificación pendiente y encendemos el reloj, el oso y el chico señalan al punto naranja de la parte izquierda que indica que tenemos una notificación.
La inmensa mayoría de esferas preinstaladas son animadas e interactivas, así como personalizables. Desde la app Galaxy Wearable podemos personalizarlas y añadir complicaciones. Los widgets de las esferas son clickables, por lo que si pulsamos sobre uno de ellos nos llevará automáticamente a la app que represente.
Pero no podemos olvidarnos de que estamos hablando de un reloj con Wear OS, por lo que podremos descargar watchfaces desde Google Play Store o crear las nuestras con aplicaciones dedicadas. Las opciones de personalización son cuantiosas y, si queremos dedicar un rato a ello, podremos dejar el reloj a nuestro gusto.
Finalmente, me gustaría hacer un apunte personal. Conviene llevar el reloj mientras dormimos para que nos analice el sueño, pero no es agradable que a las cuatro de la mañana nos despertemos porque la pantalla se ha encendido en toda nuestra cara. Recomiendo encarecidamente programar la "Hora de dormir" desde los ajustes para que, llegada la hora que queramos, el gesto de activar la pantalla con la muñeca se desactive y el reloj no vibre.
Rendimiento: Wear OS toma el control, a medias
Pero dejemos el diseño y la pantalla de lado y vamos a hablar del que, sin lugar a dudas, es uno de los puntos más importantes del Samsung Galaxy Watch 4: el sistema operativo. Samsung no es nueva en esto de usar el sistema operativo de Google porque antaño lanzó relojes con Android Wear (de repente me he sentido muy mayor), pero luego lo abandonó a favor de Tizen.
Todos los relojes de Samsung hasta el Samsung Galaxy Watch 3 tenían Tizen, pero para su nuevo modelo Samsung se alió con Google para desarrollar One UI Watch. Básicamente, es Wear OS 3 con la capa de personalización de Samsung por encima. Tiene todo lo bueno de Wear OS, como acceso a Google Play Store o Google Maps, y "todo" lo bueno de Tizen, como el diseño y la fluidez.
En cualquier caso, sería un detalle que Samsung y Google se aclarasen en llamarlo "One UI Watch" o "Wear OS powered by Samsung", porque depende de dónde mires lo llaman de una forma u otra. Pero más allá del nombre que le queramos poner, lo cierto es que el Samsung Galaxy Watch 4 es un reloj de Samsung y, como tal, está pensado para ser usado en móviles Samsung. Por dar contexto, nosotros lo hemos usado junto a un Samsung Galaxy Z Flip3.
¿Quiere decir esto que no lo podemos usar en cualquier móvil Android? En absoluto, se puede (salvo que sea Huawei o un iPhone), pero habrá ciertas funciones a las que no podamos acceder, como Auto Switch. Si no usamos un móvil Samsung también nos veremos obligados a crear una cuenta para usar Bixby o a pagar con Samsung Pay. El deporte se monitoriza con Samsung Health (no con Google Fit) y todas las apps preinstaladas son de Samsung. El reloj, en definitiva, está pensado para funcionar mejor con móviles Samsung.
Tanto es así que por mucho Wear OS 3 que haya por debajo, el asistente de voz que tenemos preinstalado es Bixby. Y yo entiendo de verdad que Samsung quiera apostar por su asistente de voz, pero 1) no tiene las mismas capacidades que Google Assistant en temas de domótica e integración y 2) no se puede sustituir por Google Assistant.
Una vez ha quedado claro que Samsung tiene su ecosistema de productos y, por más compatible que sea su reloj con otros móviles Android, prefiere que lo usemos con un móvil Samsung en la medida de lo posible; y que Wear OS realmente pasa un poquito desapercibido, hablemos del rendimiento.
Dentro del reloj tenemos 1,5 GB de memoria RAM y 16 GB de almacenamiento interno. Estos los usaremos para guardar música y las aplicaciones que queramos descargar de Google Play Store, entre otras cosas. El procesador es el nuevo Exynos W920, que es el primer procesador de cinco nanómetros para smartwatches.
¿El rendimiento? Sobresaliente en todos los aspectos. Wear OS es un sistema operativo pesado, pero la capa de personalización de Samsung se mueve de escándalo. No hemos notado el más mínimo ápice de lag al movernos entre aplicaciones o desplazarnos por los menús. La fluidez es excepcional y nos ha dejado con muy buen sabor de boca.
Esto se nota tanto en las apps propias como en las de terceros que podemos descargar desde Google Play Store. El catálogo es muy amplio y apps para relojes hay a patadas, pero buscarlas puede ser tedioso si queremos hacerlo escribiendo el nombre de la app. ¿Por qué? Porque el teclado de Samsung es alfanumérico. La vieja escuela se sentirá cómoda usándolo, pero los que no hayan usado estos teclados en su vida seguramente noten que la escritura es demasiado lenta. Mi recomendación: usar la voz.
Hablando de las funciones propias de un reloj inteligente, el Samsung Galaxy Watch 4 nos permite hacer y recibir llamadas, así como recibir, responder y consultar el contenido completo de las notificaciones de las apps, véase WhatsApp (gracias por esto, señoras y señores de Samsung). Destacar que hay una versión con LTE, pero es más cara.
También podemos descargar música para reproducirla en local desde Spotify o YouTube Music (esto último en exclusiva), pero siempre y cuando llevemos unos auriculares conectados al reloj. La única forma de escuchar música usando los altavoces del propio reloj es mediante la app de música de Samsung e importando las canciones descargadas en nuestro móvil al reloj.
Por destacar más aplicaciones interesantes, tenemos la app del tiempo (que usa nuestra ubicación), brújula, buscador de teléfono, Samsung Pay, galería (porque nunca sabes cuándo querrás ver en la pantalla de tu reloj una foto), una grabadora de voz, Outlook (para el correo) y las relacionadas con la salud, así que vamos con ellas.
Pero antes, un aviso: ni el Samsung Galaxy Watch 4 ni ningún reloj inteligente, por muy inteligente y cargado de sensores que esté, es un dispositivo médico. Las mediciones que nos hacen son estrictamente orientativas, por lo que hay que cogerlas siempre con pinzas. Ante la duda de un posible problema de salud, antes de dejarnos llevar por el reloj lo mejor es ir directamente al médico. Dicho esto, seguimos.
Como casi todos los relojes inteligentes, el Samsung Galaxy Watch 4 es capaz de monitorizar nuestra frecuencia cardíaca. Lo hace 24 horas al día, pero no nos permite configurar cada cuánto lo hace. La medición nos parece precisa y el registro es completo.
También es capaz de medir la presión arterial, pero el proceso de calibración es algo complejo. Tendremos que tener a mano un tensiómetro válido y hacernos tres pruebas con el reloj y el tensiómetro a la vez, anotando en la app Samsung Health Monitor los valores del tensiómetro. En las capturas inferiores podéis ver cómo es el informe de la app.
Siguiendo con el corazón, el reloj también nos permite hacernos un electrocardiograma y generar un informe que podemos consultar desde la app. Para ello, simplemente que hay que dejar el dedo sobre el botón superior y esperar unos cuantos segundos hasta que se complete la prueba.
Luego tenemos el sueño, que es de lo más interesante. No solo podemos medir la sesión y conocer cuánto tiempo pasamos en cada fase, sino que el reloj es capaz de monitorizar nuestros ronquidos, grabarlos y mostrárnoslos en la app. Es curioso, pero funciona a medias y lo digo por experiencia. Durante estos días el reloj solo nos ha detectado los ronquidos una vez y os puedo garantizar que han sido más días. En principio, también es capaz de analizar el nivel de oxígeno en sangre durante el sueño, pero no hemos conseguido que lo haga nunca durante el análisis.
Y hablando del oxígeno en sangre, también tiene sensor SpO2. El problema es que, a diferencia de otros relojes, el Samsung Galaxy Watch 4 no lo tiene activado todo el día, sino que somos nosotros los que tenemos que ir a la función y hacernos la prueba. Es útil para conocer nuestro estado, pero lo sería más si funcionase de forma automática.
Lo mismo sucede con el estrés. En principio, el reloj debería medirlo de forma automática, pero no lo hace. De nuevo, somos nosotros los que tenemos que ir a la app para hacernos el test. La métrica es curiosa y está enfocada a que controlemos nuestra forma física y bienestar, pero desgraciadamente su presencia es anecdótica.
Y llegamos así a la madre del cordero: la medición de composición corporal. Esta métrica es posible gracias al sensor BIA que, básicamente, envía un pequeña corriente eléctrica y mide el porcentaje de grasa corporal, el IMC, la masa muscular, la masa grasa, el agua corporal y el metabolismo basal. Para hacernos el test, simplemente hay que colocar los dedos anular e índice encima de los botones y quedarnos quietos.
Hay que tener ciertas precauciones, como no medir la composición corporal si llevamos un marcapasos, un dispositivo médico implantado o si estamos embarazadas. El proceso tarda cerca de un minuto y los resultados, que recordemos, son orientativos, son los que aparecen en las capturas superiores. Y sí, se nota que el verano me ha pasado factura.
Hacer deporte con el Samsung Galaxy Watch 4
Y hablando de que el verano me ha pasado factura, tal y como queda certificado en la báscula del baño y en el informe de la composición corporal, hablemos del deporte. El Samsung Galaxy Watch 4 es capaz de monitorizar unos 100 modos deportivos. Samsung dice en su web "Piensa un entrenamiento. Nuestro smartwatch puede seguirlo", pero no, porque yo juego al pádel y todavía no hay un solo reloj que siga el pádel.
Bromas aparte, el listado es muy completo. Podemos llevar varios deportes configurados en el reloj, tanto prácticas deportivas (natación, ciclismo) como ejercicios de gimnasio (máquina de musculación, curl de bíceps, etc.). Si elegimos un deporte al aire libre el reloj activará el chip GPS integrado para que podamos seguir la ruta.
También cuenta con detección automática de ejercicio, por lo que si el reloj detecta que nos estamos moviendo automáticamente comenzará a registrar la sesión. Funciona bien, realmente bien, aunque también se equivoca. Entiendo que el verano me ha hecho ganar unos kilos, Samsung, pero que pase media hora andando por el súper mientras hago la compra no es hacer ejercicio, de verdad.
El informe de la app es bastante útil, tal y como podéis ver en la captura superior. Depende del tipo de deporte que hagamos, pero nos permite ver la velocidad, el ritmo, la frecuencia cardíaca, cómo ha variado con la velocidad, los pasos que hemos dado, la intensidad del ejercicio, etc. Es un reloj bastante completo en lo que a salud se refiere y se nota.
Sobre la comodidad de llevar el reloj, no hemos tenido el más mínimo problema. El reloj es cómodo (grande y pesado como decíamos antes, pero cómodo) y ha sido agradable llevarlo durante las sesiones de deporte. Es resistente al agua (IP68 y 5 ATM) y tiene resistencia MIL-STD-810G, por lo que es bastante todoterreno.
Batería: llega al día, pero poco más
Terminamos el análisis del Samsung Galaxy Watch 4 hablando de su batería, uno de los puntos que quizá generen más asperezas. En resumidas cuentas, podemos decir que el Samsung Galaxy Watch 4 no está hecho para los que quieran un reloj capaz de aguantar una semana o dos sin pasar por el cargador, sino más bien todo lo contrario: hay que hacerse a la idea de que el reloj pedirá cargador cada día.
La batería del reloj depende del tamaño de la caja. Los modelos más grandes (44 y 46 mm, según hablemos del modelo estándar o Classic) tienen 361 mAh, mientras que los modelos pequeños (40 y 42 mm, respectivamente) se quedan en 247 mAh. Como decíamos antes, nosotros hemos probado el modelo Classic de 46 mm y con sus 361 mAh hemos conseguido llegar al día y medio de autonomía.
La autonomía depende, y mucho, de cuánto usemos el GPS, de cuánto explotemos los sensores del reloj y de cuánta tralla le demos. Si usamos el reloj de forma más básica seguramente consigamos llegar a los dos días de autonomía, pero lo normal es que la batería hinque la rodilla al día o día y medio. Vamos, que tendremos que cargarlo frecuentemente.
Y hablando de cargar, el Samsung Galaxy Watch 4 se carga de forma inalámbrica usando la base que viene incluida en la caja. Es cómoda, aunque habría agradecido un poquito más de magnetismo que fijase mejor el reloj a la base. También habría agradecido un poquito más de velocidad, porque cargar el reloj por completo lleva alrededor de dos horas.
Samsung Galaxy Watch 4, la opinión de Xataka
Llegados a este punto, solo podemos decir que el Samsung Galaxy Watch 4 es un reloj excepcional. No es perfecto, ni de lejos, pero ha mejorado en muchos apartados. El sistema operativo ya no tiene problemas de rendimiento y la tienda de aplicaciones, cortesía de Google, ya es tan completa como cabría esperar de un reloj de este rango de precio.
Wear OS le sienta bien a los relojes de Samsung, pero se nota que Samsung tiene la sartén por el mango. Que no podamos elegir a Google Assistant como asistente de voz, que la pasarela de pagos por NFC por defecto sea Samsung Pay y que un buen lote de las funciones del reloj sean exclusivas de móviles Samsung lo certifica. De hecho, el mejor acompañante para este reloj es un móvil Samsung y no cualquier reloj de cualquier otra marca.
Aquellos que tenga un móvil Samsung se encontrarán con un reloj capaz, versátil, potente y digno de la gama más alta. Los que tengan un móvil Android de cualquier otra marca encontrarán un reloj completo, pero también se toparán con la sensación de que no lo están explotando al máximo. Los que tengan un iPhone o un móvil Huawei reciente, sin embargo, se quedarán completamente fuera.
Pero si nos ceñimos al reloj en sí, la firma coreana ha hecho un trabajo excepcional. Es un reloj a la altura, muy bueno, y con esa sensación nos ha dejado. Tiene aspectos de mejora, por supuesto, como la autonomía y la velocidad de carga, pero lo reconocemos: nos ha gustado mucho.
8,8
A favor
- Apostar por Wear OS es todo un acierto en materia de aplicaciones de terceros.
- El bisel giratorio marca la diferencia a la hora de interactuar con el reloj.
- El apartado de salud es el más completo que hemos visto hasta el momento.
En contra
- Muchas funciones son exclusivas de móviles Samsung y no es compatible con iOS.
- Bixby es un asistente que no puede competir con Google Assistant.
- Llegar a los dos días de autonomía es complicado.
Samsung Galaxy Watch4 Classic – Smartwatch, Bisel Giratorio, Control de Salud, Seguimiento Deportivo, Bluetooth, 42 mm, Color Negro (Version ES)
Samsung Galaxy Watch4 - Smartwatch, Control de Salud, Seguimiento Deportivo, Batería de Larga Duración, 40 mm, Bluetooth, Color Negro (Version ES)
El dispositivo ha sido cedido para la prueba por parte de El Corte Inglés. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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