No muchas son las cámaras compactas que llaman la atención cuando las usas. La Samsung ST550 lo hace. Tampoco son numerosas las compactas con las que en la mayoría de los casos, no echarás de menos otro modelo. Con la Samsung ST550 también nos pasa eso.
Sí, hemos probado una de las últimas compactas mediáticas y nos ha gustado. Es una cámara sencilla de usar, para todo el mundo y con el toque diferente de la doble pantalla.
Samsung ST550, doble pantalla que tiene uso
Aunque esconde otros secretos, lo más llamativo de la Samsung ST550 es su doble pantalla: la trasera de 3.5 pulgadas y con tecnología táctil, y la frontal, de menores dimensiones (1.5 pulgadas) y que se ve muy bien, y que nos ayuda en la toma de autoretrastos o para entretener y animar a los que hacemos la foto a sonreír.
Esta doble pantalla puede considerarse un elemento accesorio hasta que se prueba y se se ve que funciona.
Buen diseño y especificaciones
Sin presentar una novedad importante en el campo del diseño, nos gusta la apariencia de la Samsung ST550. Es bastante atractiva, delgada y con una sensación en mano agradable. Su peso por cierto sorprende en positivo. Viene además con una funda que se agradece.
El incorporar la pantalla delantera de forma que cuando no esté activa no se note (es bastante complicado de adivinar que está ahí) ha provocado que la superficie frontal sea bastante brillante y propensa pues a las huellas.
Como aspectos positivos debemos agradecer a Samsung que con la cámara venga un cable USB que podemos usar para pasar las fotos al ordenador y un adaptador para usar el mismo cable como cable de alimentación.
En el campo negativo, el tipo de tarjetas que usa la Samsung ST550 es solo microSD, con lo que no podremos aprovechar las SD que ya mucha gente tiene en otros equipos de casa.
Samsung ST550 en funcionamiento
La puesta en marcha de la cámara es bastante rápida, y su manejo con la pantalla táctil intuitivo. Usarla ha sido un placer, pues la respuesta de la misma es muy buena. Nos ha gustado especialmente el modo de pestañas con opciones que podemos activar o desactivar para que no se sature de información la pantalla. Los textos de cada una de las opciones de los menús son claros y en todo momento sabemos qué vamos a hacer si la seleccionamos.
En cuanto a la calidad de la pantalla, de nuevo Samsung ha puesto toda su experiencia en ella para darle una excelente resolución y mostrar los colores muy vivos incluso con luz directa fuerte.
No nos ha gustado de los controles físicos que los botones para la previsualización de imágenes y el zoom sean tan pequeños. Especialmente extraño e incómodo resulta manejar su zoom de casi 5 aumentos con un control tan diminuto y por cierto duro, lo que provoca que sea muy complicado usar el zoom con suavidad, yendo éste siempre a saltos.
Como curiosidad, hay un modo en el que podemos controlar ciertas opciones de la cámara con solo inclinarla. Nos ha parecido más anecdótico que útil.
Haciendo fotos la Samsung ST550 dispone de una amplia gama de modos donde elegir. Podemos optar por modos de disparo predefinidos, el inteligente que detecta por nosotros la escena o o incluso controlar valores de forma manual, aunque no es el punto fuerte de la cámara.
Especialmente interesante es el modo de detección de rostros, en el que podemos indicarle las personas que queremos que tengan preferencia en el enfoque cuando aparecen junto a otras.
En el modo vídeo, lo máximo que podemos grabar es a 720p, y como máximo durante 20 minutos.
Si queremos, podemos jugar un poco con las fotos cuando las estamos viendo en la pantalla de la ST550, pero apenas son modificaciones menores.
La opinión de Xataka
Por menos de 300 euros y con una pantalla extra en el frontal de la cámara, poco más le podemos pedir a una compacta como la Samsung ST550.
Ideal para salir con ella en el bolso y especialmente indicada en acontecimientos sociales, con función de reconocimiento de rostros y buenas fotos en interior con el flash activado.
A destacar especialmente la calidad de la pantalla y lo ligera y delgada que es.
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