"Alucinen ustedes, señores usuarios: aquí les traemos un editor en modo texto que pueden controlar con el ratón". Ese fue probablemente el mensaje de presentación de Multi-Tool Notepad, la herramienta que Microsoft presentó en el COMDEX de 1983 y que ofrecía una alternativa "visual" a las pobres herramientas de edición de texto que por entonces dominaban su sistema operativo MS-DOS.
Aquello daría lugar a Notepad en Windows 1.01 en 1985, y 33 años después lo curioso es que las cosas no han cambiado demasiado. El mítico bloc de notas es una de esas herramientas eternas integradas en Windows y que por una u otra razón apenas ha sufrido cambios. Y no porque no los necesite. ¿Hola, Satya? ¿Me lees?
Bienvenidos al bloc de notas
Como íbamos diciendo, aquel lanzamiento original fue un fichaje de Microsoft para la época. La empresa acababa de lanzar su Microsoft Mouse, un ratón que costaba 195 dólares (de los de entonces) y claro, había que demostrar que con aquello podías hacer algo.
No es que un programa para escribir fuera el mejor ejemplo de cómo un ratón mejoraba la experiencia de usuario, pero lo cierto es que era algo. Aquella herramienta no tuvo mucho recorrido: aquel nombre tan complejo fue abandonado cuando Word se lanzó en noviembre de 1983, porque en Microsoft decidieron simplificar esos nombres de productos, así que eso dio lugar al nombre final de la herramienta, Notepad.
Aquel bloc de notas que nos fue acompañando a lo largo de las distintas versiones de Windows demostró que era de lo más socorrido tener a mano una herramienta en la que poder apuntar cosas de forma rápida. El problema es que las necesidades crecieron, pero el bloc de notas no lo hizo. Se quedó básicamente como estaba, y quizás es hora de que Microsoft se plantee una reflexión al respecto.
Opciones demasiado básicas hasta para una herramienta básica
Para bien o para mal (porque ciertamente en algunos casos viene bien) el bloc de notas es un editor de texto plano. No hay trampa ni cartón, señores, y la idea no es mala si lo que quieres es editar ficheros de sistema para usar en entornos DOS (¿perdón? ¿DOS?) o incluso para picar código un poco a ciegas, sin ningún tipo de opción básica como las que tienen los editores de código más básicos desde hace años.
Ni siquiera comprende del todo bien los saltos de línea (Microsoft incluyó la opción Formato -> Ajuste de línea para que al menos la línea "se cortara" cuando llegamos al extremo de la ventana de la aplicación), y para rizar el rizo se ofreció una opción alucinante: poder buscar y reemplazar texto.
El programa más básico de Windows era tan básico que estaba limitado por un tipo de clase de ventana llamada EDIT que entre otras cosas limitaba el tamaño máximo de fichero. En Windows 3.0, 3.1 y 3.11 no se podían abrir ficheros de más de 54 KB, pero de hecho Microsoft aconsejaba que ni siquiera lo intentaras con ficheros de más de 45 KB.
La cosa mejoró en Windows 95, pero no mucho. El tamaño máximo pasó a ser de 64 KB, un límite que se mantuvo en Windows 98 y Windows Me. En realidad la cosa no era tan grave, porque el bloc de notas, como su propio nombre indica, era más para notas cortas que para la edición de textos largos. Aún así las últimas ediciones eliminaron esos límites y a partir de Windows 8.1 ya podíamos abrir ficheros de hasta 512 MB.
Este editor, eso sí, daba pie a la personalización de los textos: la tipografía utilizada pasó de la Fixedsys a la Lucida Console para luego acabar siendo Consolas en Windows 8. Aún así Microsoft acabó incluyendo una opción para cambiar la tipografía (Formato -> Fuente), algo que es probablemente la opción más avanzada de la herramienta más básica de Microsoft Windows.
Uno abre el bloc de notas y de repente se transporta al pasado. Es extraño y maravilloso que uno de los pocos atajos de teclado imprima la hora y la fecha (F5), como también el hecho de que salvo por las opciones de edición básicas no haya mucho más que podamos hacer en el bloc de notas. Y precisamente por eso Microsoft tiene una deuda pendiente con el bloc de notas y con millones de usuarios que probablemente querrían un bloc de notas supervitaminado.
Las alternativas muestran el camino
Aquí las opciones vuelven a demostrar por dónde van los tiros actualmente. Microsoft ha ido remozando algunas de las aplicaciones tradicionales de Windows con versiones con algo más de ambición y opciones interesantes. Tenemos buenos ejemplos en Groove Música, que vive esa extraña dualidad con el Reproductor Multimedia de Windows (este merecería artículo aparte) que también nos tiene condenados con el Panel de Control y la actual herramienta de Configuración.
También hemos vivido esa evolución con WordPad, que adoptó la famosa Cinta ("Ribbon") de las aplicaciones Office hace tiempo, o con Paint 3D, que rescató del ostracismo (un poco, al menos) al mítico Paint.
La aplicación de Fotos es otra de las que ha salido renovada en esa particular misión de Microsoft por convertir a Windows 10 en el sistema operativo de los "creadores". En la Fall Creators Update veíamos como entre otras novedades llegaba Windows Story Remix, una sucesora de Movie Maker (reverencia, reverencia) integrada en la citada Windows Fotos.
¿Qué pasa con el bloc de notas? Nada. Microsoft se ha olvidado de la herramienta, aunque no del todo de sus usuarios. OneNote se incluye por defecto en Windows 10 como alternativa para tomar notas manuscritas ahora que el stylus, los convertibles y Windows Ink quieren convertirse en la norma para los responsables de la empresa.
Sin embargo muchos querríamos contar con un bloc de notas más ambicioso. Uno que se pareciera (un poquito al menos, por favor) a la aplicación que todo usuario de Windows debería instalar si Notepad se le queda corto: Notepad++, por supuesto, la herramienta Open Source que de hecho está disponible en la Microsoft Store —es una versión "reempaquetada", no una derivada de la rama de desarrollo oficial en GitHub—.
Notepad++ es todo lo que debería ser el bloc de notas. Tiene resaltado de sintaxis y ocultación de sintaxis, soporte de expresiones regulares, personalización total de la interfaz, autocompletado, soporte multidocumento y edición en pantalla dividida, soporte de pestañas (esto puede que llegue pronto al bloc de notas), zoom, soporte de múltiples lenguajes de programación, grabación de macros o comparación de ficheros, y hasta plugins. Tiene básicamente de todo.
Seguramente el bloc de notas de Windows no necesite "todo eso", pero desde luego no le vendría mal contar con alguna de esas opciones. Así que Satya, si me estás leyendo, ya sabes. A trabajar y darle un poco de cariño a un bloc de notas que se merece algo más.
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