Si una persona conduce para Uber, ¿se trata de un empleado de la compañía o es un trabajador por cuenta propia, con todo lo que ello significa? Esto es precisamente lo que no está consiguiendo poner de acuerdo a los jueces, comisiones e inspectores de medio mundo. Hoy se ha conocido el caso de una antigua conductora californiana de Uber a la que la Comisión del Trabajo de dicho estado ha dado la razón: esta conductora sí era trabajadora de la compañía.
¿Los motivos para llegar a tal conclusión? Según dicha Comisión, el hecho de que Uber proporcione a sus conductores un teléfono móvil y esté pendiente de su actividad (para darlos de baja si no se conectan) puede considerarse ir más allá que el ejercer de plataforma neutral que hace de intermediaria, que es el argumento que defiende la propia app. Y ojo, porque California no es el único sitio donde se están planteando este dilema: también lo estamos viendo en España.
En el caso de California, Uber no ha tardado en reaccionar: dicen que se trata de una sentencia no vinculante y aislada que afecta únicamente a una trabajadora y que no coincide con otras sentencias anteriores, en las que se reconocía que los conductores no pueden considerarse trabajadores directos de Uber. Además, explican los motivos por los que no están de acuerdo:
"Es importante recordar que los conductores escogen a Uber porque tienen flexibilidad completa y el control. La mayoría de ellos pueden y eligen ganarse la vida de varias formas, incluyendo otras apps de compartir coche. Hemos apelado esta sentencia".
En España también lo son, según Trabajo
En su comunicado, Uber reconoce que varios estados de EEUU ya se han planteado esta misma cuestión y, hasta ahora, han fallado a favor de la app. Sin embargo, aquí tenemos un caso bien cercano donde no ha sido así: hace tan sólo unos días, la Inspección de Trabajo de Cataluña concluía su investigación sobre Uber. ¿El resultado? "La relación jurídica que une a todos los conductores con Uber no puede ser calificada de arrendamiento de servicios sino de relación laboral", según el informe.
Las alegaciones de Inspección de Trabajo son similares a las que utilizaba la Comisión de California: se hace una selección de los trabajadores, están sujetos a un sistema de productividad con incentivos y les proporcionan un teléfono móvil. De momento, eso sí, no han fijado la sanción que propondrán. Antes serán los tribunales los que tendrán que dictar sentencia y decidir si Uber es legal o ilegal.
¿Y qué pasa si al final son trabajadores?
¿Por qué es esto un problema para Uber? Porque, además de las decenas de frentes abiertos que tienen en numerosas ciudades por transportar pasajeros sin licencias, si sus conductores terminan siendo considerados trabajadores, la compañía tendría que hacer frente a los costes derivados de tenerlos en plantilla (seguros, cotización, etc.). Nuestros compañeros de El Blog Salmón explican los precedentes que puede sentar esto:
""La decisión pondría en serio peligro el modelo tal y como hoy se conoce, incrementando de manera muy significativa los costes" (El Blog Salmón)
Además, serían los responsables si sus conductores operan sin licencia. En España ya hemos visto cómo su estrategia de defensa ante el juez pasa por decir que, si cualquiera de sus conductores no tiene permiso y hace competencia desleal, la culpa es de ellos y no de la empresa. Dejarían de ser "simples intermediarios", como ahora ellos mismos se definen.
En El Blog Salmón | Uber pierde una primera batalla clave para el modelo actual de economía 'bajo demanda'
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