Vender autoradios sin más hoy en día es para un fabricante lo más parecido a escalar el Himalaya a pecho descubierto: una locura y seguramente una misión fallida. Sin embargo, a poco que nos equipemos, nos entrenemos y nos busquemos buena compañía, podría salir bien. En electrónica de consumo eso se traduce en poner un nombre a una tecnología extraña y ver si hay suerte.
Sony lo ha hecho con sus nuevos equipos de música para el coche, a los que ha incorporado la tecnología Zappin. Como bien habrás pensado, con ese nombre, tiene algo que ver con la forma en que accedemos a los contenidos musicales. El tema de Zappin es concretamente una adaptación del buscador de frecuencias en la radio pero adaptado a la música digital. Así, cuando queremos buscar un tema en especial, pulsamos en esta opción e iremos escuchando un poco de cada tema hasta que paremos el escaneo en la canción o podcast que nos interesa.
He dicho podcast porque a estos autoradios podemos conectarle lo que queramos gracias al puerto USB. Alguno incluso pueden usarse directamente con el iPhone de Apple, aunque no sin cables, porque Apple no considera que tener un bluetooth en condiciones sea adecuado para su teléfono. Nótese la mezcla de ironía y mosqueo.
Según el modelo que escojamos de la gama, con precios de entre 80 y 160 dólares, obtendremos unas particularidades u otras, pero en general son muy parecidos todos.
Por ejemplo se ha pensado su diseño y controles para poder explorar con soltura con ayuda de la rueda de control las enormes bibliotecas musicales que ahora todos llevamos encima, para que recarguen el iPod cuando está conectado o dándo una zona de control para que el copiloto pueda manejar el equipo sin tener que ponerse en el lugar del conductor. También se ha mejorado la tecnología para que la música comprimida, al igual que se hace en algunos reproductores portátiles, cobre una nueva vida en este tipo de equipo.
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