El pasado 21 de abril, apareció un vídeo donde se mostraba como un Model S estallaba en llamas repentinamente al estar aparcado en un estacionamiento en Shanghai. El vídeo se esparció como pólvora por todo el mundo, y en aquel momento Tesla mencionó que investigaría este caso para informar qué es lo que había pasado.
De acuerdo a un comunicado de Tesla en Weibo, a través de Reuters,el incendio fue provocado por un módulo de batería defectuoso y afirman que se trató de un caso aislado. Ante esto, Tesla también envió una nueva actualización de software para sus coches, la cual está centrada en proteger aún más la batería.
Se trató de un caso aislado con un módulo defectuoso, según Tesla
De acuerdo a la investigación, Tesla asegura que no encontró ningún fallo en el sistema, y que todo se trató de un defecto en un módulo de la batería ubicado en la parte frontal del Model S incendiado. Debido a esto, se descarta la responsabilidad de Panasonic en este accidente, ya que la compañía japonesa sólo suministra las células, mientras que Tesla se encarga de fabricar los módulos.
Según Tesla, en la investigación analizaron la batería, el software, los datos de fabricación y el historial del coche, donde afirman que no encontraron nada fuera de lo normal. Como medida de seguridad adicional, Tesla envió una actualización de software vía OTA a los Model S y Model X, la cual hace ajustes en la carga de las baterías y en la gestión térmica de los coches.
De hecho, esta actualización había sido anunciada en mayo, esto tras otro incendio que involucró un Model S en Hong Kong que también estaba aparcado. El incidente se presentó el pasado 14 de marzo dentro de un centro comercial, que al igual que el caso de Shanghai, se dice que el coche estaba detenido y sin nadie a su alrededor.
Tesla explicó que esta actualización no es necesaria para el Model 3 y uno de sus objetivos es "protege la batería y mejora su longevidad". Además, afirman que la probabilidad de un incendio en un coche eléctrico Tesla es menor que en un vehículo a gasolina.
Esta explicación por parte de Tesla llega unos días después de que NIO, el fabricante chino de coches eléctricos, se está enfrentando a un caso similar, aunque a mayor escala. En este caso, NIO está retirando casi 5.000 coches de su modelo ES8 tras descubrir un fallo en las baterías que podrían provocar que se incendiase.
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