Si te interesa la ciencia-ficción clásica y de culto, desde luego hay pocos lugares mejores para visitarla que los archivos de Filmin. Aunque el catálogo de la plataforma de cine a los márgenes también está bien surtida de éxitos, hemos deambulado por algunas de suus propuestas más extrañas: clásicos de culto, fracasos de taquilla y cine de autor, para una ciencia-ficción diferente.
La amenaza de Andrómeda (1971)
Antes de que las pandemias se convirtieran en una posibilidad dolorosamente real, Michael Chrichton escribía esta novela que adaptó Robert Wise, tensando la cuerda entre la verosimilitud y los preámbulos del apocalipsis. Todo empieza cuando un satélite se estrella en un pueblo de Nuevo México matando a todos los habitantes salvo a un niño y un anciano. Un grupo de científicos tendrá que determinar qué extraño virus ha causado ese extraño fenómeno y cómo pueden evitar que se propague. Tensión y suspense en un clásico de la ciencia-ficción más adelantada a su tiempo.
Naves misteriosas (1972)
Uno de los grandes títulos de culto de la ciencia-ficción de los setenta es esta película que merecería consideración de clásico total, pero que curiosamente no es demasiado conocida pese a ser el debut en la dirección de nada menos que Douglas Trumbull, el genial diseñador de efectos especiales que marcó la estética de películas como '2001: Una odisea en el espacio' o 'Blade Runner'. Aquí, la acción arranca cuando en una estación espacial, el científico que mantiene con vida las últimas especies botánicas terrestres (Bruce Dern) recibe la orden de destruirlas.
El hombre que cayó a la Tierra (1976)
Instantes antes de la espectacularización del género con la llegada de 'Star Wars', Nicolas Roeg filmó esta pieza de culto que hoy resulta más moderna que nunca y que pasó a la historia gracias al protagonismo de un enigmático y más alienígena que nunca David Bowie. Es un extraterrestre que llega a la Tierra para salvar su planeta, pero sus encuentros con humanos le ponen difíciles las cosas, en una película gloriosamente desconcertante y única.
Megaforce (1982)
Por muchas veces que veas 'Megaforce', nunca estás del todo preparado para ver otra vez 'Megaforce', una de las películas más ridículas y casposas de la historia, pero que desborda una alegría netamente ochentera que hace que cada revisión sea una fiesta. Es una de las infaustas coproducciones entre China y Estados Unidos con las que la mítica Golden Harvest intentó penetrar en el mercado estadounidense, y en lo único que penetró fue en sus propias finanzas con un fracaso de taquilla espectacular.
'Renaissance' (2006)
¿Y si las películas de 'Sin City' estuvieran ambientadas en el futuro? Ese es el punto de partida de esta película sugerente e innovadora que usa la peculiar estética de cómic en blanco y negro que popularizó Robert Rodríguez no para homenajear al noir, sino para plantear un futuro en el que los neones brillan con luces monocromáticas. En el París de 2054 todo está vigilado y en este entorno a lo '1984' desaparece una joven científica que debe ser encontrada por un detective.
Looper (2012)
El cada vez más justamente reivindicado Rian Johnson ('Puñales por la espalda' es asombrosa, y disipada la humareda provocada por fans integristas cuando se estrenó, 'Los últimos Jedi' está ya siendo recuperada como la mejor 'Star Wars' de la última trilogía) llamó por primera vez la atención con este impecable noir de viajes en el tiempo. La historia de un asesino a sueldo que tiene que cazarse a sí mismo es algo más que un retruécano para exprimir las paradojas de la cuarta dimensión, y se convierte en un drama existencial maniobrado por unos estupendos Bruce Willis, Joseph Gordon-Levitt y Emily Blunt.
Under the Skin (2013)
No nos cansamos de recomendar (y lo que queda) esta sensacional pieza que llegó a los cines españoles con siete años de retraso, en plena pandemia, pero con toda su fascinante carga simbólica intacta. Scarlett Johansson da vida a una alienígena depredadora que se alimenta de hombres de nuestro planeta a los que seduce y abduce. Pero el descubrimiento de una versión extrema y extraterrestre de la empatía le hará replantearse las cosas. Una obra maestra perturbadora, pesimista y cautivadora.
Turbo Kid (2015)
Una de las sensaciones recientes de la vertiente más despreocupada y post-apocalíptica del género. Una 'Mad Max' donde los motores rugientes son sustituidos por bicis y donde se suceden los homenajes a los ochenta en una banda sonora que es pura gloria sintetizada. En 1997, la tierra vive sumida en el apocalipsis, siendo el agua el bien más preciado. En este entorno sobrevive The Kid, lector de cómics del viejo mundo y enganchado a una nostalgia por ese pasado que se ha reducido a cenizas.
Siete hermanas (2017)
Si echas de menos 'Orphan Black', ojo a esta notable película distópica en la que Noomi Rapace da vida a siete hermanas clónicas donde ese es un delito imperdonable, ya que para reducir el exceso de población se ha establecido el hijo único como único modelo permitido de familia. Cada una tiene un nombre de día y una personalidad, y se hacen pasar por una misma persona al salir a la calle: pero cuando una de ellas desaparece, el resto tendrán que superar sus diferencias. Estupendo reparto (Rapace, Glenn Close, Willem Dafoe...) para una película distinta y que pasó semidesapercibida.
High Life (2018)
Mezclando terror espacial, sexo desnortado y ciencia-ficción metafísica, la inclasificable Claire Denis se introduce en los códigos del género para hacerlos implosionar desde dentro. Desde luego, una propuesta no para todos los públicos, pero de un atractivo primario y animal, como una versión sucia y bastarda de 'Solaris'. En ella, un grupo de condenados a muerte aceptan conmutar sus sentencias a cambio de participar en una misión de exploración de un agujero negro.
Jesus shows you the way to the highway (2019)
Esta película es indescriptible. Absolutamente indescriptible. Miguel Llansó es uno de los talentos visuales más indómitos del cine internacional, y lo demuestra con esta película retro y afrofuturista en la que se dan la mano en un todo con sentido surreal la animación stop-motion, los cacharros vetustos, los efectos espaciales chuscos, las artes marciales y los actores y actrices con un físico que no puedes encontrar en una película al uso. Mundos informáticos paralelos al estilo Matrix pero programados en un 286, en el film de ciencia-ficción hard que firmaría Paco Martínez Soria. Eso es un cumplido.
Little Joe (2019)
Aunque el desarrollo no es especialmente original, su estética chillona, excelentes interpretaciones y lo bien que recicla uno de los códigos más usados del choque entre terror y ciencia-ficción (las invasiones de especies ajenas a la humana por la vía de los ultracuerpos o similares), con ideas acerca de la naturaleza de la felicidad, hacen que valga la pena prestarle atención. La siempre inquietante Jessica Hausner (ojo a su 'Hotel') firma esta historia de una científica que cultiva una planta modificada genéticamente cuyo polen contiene un virus que anula los sentimientos.
Del inconveniente de haber nacido (2020)
Recientísimo estreno que se llevó un premio especial en Berlín, y que entronca, en un estilo de cine reflexivo y de autor, con propuestas como 'Ex Machina' y sus disquisiciones sobre los límites de la inteligencia artificial. Aquí, una androide con forma de niña tiene múltiples recuerdos que cree reales porque ha sido programada para ello. Pero, si los tiene... ¿acaso no son reales? Una película que se adentra en los turbios terrenos de la memoria y cómo esta da forma a la realidad.
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