El culebrón de DC sigue arreciando. El espectacular tráiler de 'The Flash' publicado por Warner hace unas horas durante la Super Bowl ha colocado una vez más en el punto de mira a James Gunn. El presidente de DC Studios abandera una renovación casi total del universo cinematográfico protagonizado por los personajes de este estudio, y esta ruptura drástica con el universo que puso en marcha Zack Snyder en 2013 con 'El hombre de acero' no es del gusto de todos.
Basta darse una vuelta por las redes sociales en general, y Twitter en particular, para darse cuenta de que Gunn está siendo fiscalizado por sus seguidores. Y aún mucho más por sus detractores. Entre estos últimos existe una corriente que defiende que el tono de las películas de este cineasta no encaja en el universo de DC ni con cola. Y, en consecuencia, teme que imprima este mismo sabor a las futuras películas de superhéroes de Warner.
Hasta ahora Gunn no se ha amedrentado lo más mínimo. Va en el sueldo, es evidente, pero lo curioso es que es inusualmente activo en Twitter si comparamos la frecuencia con la que interviene con la de otros cineastas que tienen una visibilidad similar. Además, no utiliza este vehículo únicamente para permitir a los fans de DC entrever qué está pergeñando; también emplea esta red social para despachar sin contemplaciones a muchos de los seguidores que critican con cierta agresividad las decisiones que está tomando.
Sea como sea hay algo muy importante que nos interesa no perder de vista: Gunn no está solo en este barco. Otra persona está gobernando el timón de DC Studios a su lado. Codo con codo con él. Y, sin embargo, pocos reparan en ella. David Zaslav, el presidente ejecutivo de Warner Bros. Discovery, también colocó a finales del pasado mes de octubre al frente del estudio a Peter Safran, un realizador y productor de origen británico que ostenta exactamente el mismo cargo que tiene Gunn. De hecho, ambos son copresidentes de DC Studios. Y podemos estar seguros de que es una maniobra muy bien medida.
La actividad irrefrenable de Gunn y el bajo perfil de Safran coexisten en armonía
A bote pronto puede parecer sospechoso que Gunn ejerza un liderazgo tan contundente si no está solo al frente de DC Studios. Al menos esta es la imagen que exhibe por mucho que de cuando en cuando repita que Safran navega a su lado. Sin embargo, si leemos entre líneas y repasamos todos los pasos que ha dado el estudio durante los últimos tres meses podemos intuir que, en realidad, todos estos movimientos parecen responder a una estrategia minuciosamente orquestada.
James Gunn se ha granjeado durante años la fama de ser 'l'enfant terrible' de Hollywood. El transgresor. El rebelde
James Gunn se ha granjeado durante años la fama de ser l'enfant terrible de Hollywood. El transgresor. El rebelde. Como muchos recordaréis Disney lo despidió en 2018 como respuesta a unos polémicos tuits que publicó años antes, y en los que mostró una actitud que los ejecutivos de Disney no dudaron en calificar como "indefendible e inconsistente con los valores del estudio". Gunn se mostró arrepentido y explicó públicamente su postura:
"Muchas personas que han seguido mi carrera saben cómo empecé. Me veía a mí mismo como un provocador, haciendo películas y contando bromas que eran escandalosas y tabú. Como he discutido públicamente muchas veces, a medida que evolucionaba como persona también lo han hecho mi trabajo y mi humor".
Disney volvió a contratarlo apenas unos meses después, en marzo de 2019. Gunn pudo acabar 'Guardianes de la Galaxia Vol. 3' (precisamente durante la Super Bowl Marvel ha estrenado un nuevo tráiler de esta película), que llegará a los cines el próximo 5 de mayo. El resto es historia.
Hay una razón por la que me parece oportuno echar por un momento la vista atrás y repasar este capítulo de la vida de James Gunn: su imagen pública es la perfecta antítesis del perfil que tiene Peter Safran. Y lo que acabamos de revisar nos ayuda a entender un poco mejor lo bien que parece encajar Gunn en el papel que está interpretando actualmente para Warner.
De una cosa podemos estar seguros: nada de todo esto es casual. Mientras Gunn mantiene sobre él todas las miradas y se coloca, unas veces voluntariamente y probablemente otras de manera accidental, en el centro de atención, Safran continúa tejiendo la red que sostendrá el futuro de los superhéroes de DC. Paso a paso. Con cautela y con la tranquilidad que debe de darle la convicción de que su compañero de aventura es capaz de lidiar por igual con fans y detractores.
Mientras Gunn mantiene sobre él todas las miradas Safran continúa tejiendo la red que sostendrá el futuro de los superhéroes de DC
Visto así tiene sentido. Y no parece una mala estrategia. El tiempo dirá. No obstante, nada de todo esto merma el valor del trabajo que está realizando James Gunn. Es evidente que su mano está muy presente en las decisiones creativas de las que estamos siendo testigos. De hecho, las contadas declaraciones que ha hecho Peter Safran hasta la fecha parecen apuntar que lo suyo es cocinar a fuego lento, encargándose, quizá, de todo aquello que podría distraer a Gunn de sus responsabilidades creativas.
El estudio que lideran se encuentra en una encrucijada, y su futuro está en sus manos. En las de Gunn. Y en las de Safran. Es evidente que lo que realmente nos importa a los seguidores es el producto. Las películas. Y estén en manos de quien estén lo mejor que puede pasarnos es que se coloquen a la altura de unos personajes indiscutiblemente icónicos que, en realidad, hace mucho que no les pertenecen. Batman y Superman no son de DC. Son de todos. Están en el ADN de nuestro imaginario colectivo. Crucemos los dedos para que las propuestas de estos dos cineastas tengan la calidad que los fans y los cinéfilos ansiamos con impaciencia.
Imagen de portada: Gage Skidmore y jzimagic
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