El juego del ratón y el gato que tiene Intel con el overclocking de sus procesadores ya nos ha dejado un nuevo capítulo. Y éste es especial, una especie de Season Finale con sorpresa.
El gigante de los procesadores ha decidido bloquear la posibilidad de realizar overclocking en sus gamas de procesadores que no sean de la serie K para asegurar el correcto funcionamiento de los procesadores previsto según sus cálculos y que hasta ahora se habían podido saltar los usuarios de algunos modelos de series no-K (y por lo tanto más baratos).
No era oficial pero con Skylake se podía hacer overclocking
Esta actualización de Intel a sus modelos no-K responde, como decíamos, a la posibilidad que había quedado abierta en algunos de sus nuevos modelos Skylake para realizar overclocking superior a un 25% de la frecuencia base del reloj en modelos en que el multiplicador no quedaba disponible. En la generación Skylake es posible realizarlo sin los inconvenientes que en generaciones anteriores tenía trabajar de esta forma gracias al uso de varias frecuencias base de reloj.
Algunos fabricantes de placas base, ante esta perspectiva, habían sacado actualizaciones de su BIOS para realizar este overclocking en modelos relativamente asequibles para los que suelen ser los "oficiales" para el overclocking (y pese a ello Intel tampoco te anima a que lo hagas). Pero esa posibilidad se ha acabado con el comunicado de Intel anunciando que realizarán una actualización del código de sus procesadores para cerrar esa puerta trasera al overclocking no oficial.
De cara a los jugadores o especialmente a quienes son aficionados a aumentar las prestaciones de los componentes de sus equipos, Intel ha quedado atrás respecto a AMD, su gran rival y con movimientos interesantes en los últimos años a modo de guiño a la comunidad gamer. Este pasado CES, por ejemplo, presentó sus procesadores AMD A10-7860K, de gama de entrada dentro del mundo del juego, y con posibilidad de realizar overclocking gracias a su multiplicador desbloqueado pese a ser un modelo con un precio ajustado de menos de 120 dólares.
La actualización en el código realizada por Intel llegará progresivamente a los procesadores tras las respectivas actualizaciones de los fabricantes de placa base. Con este movimiento, Intel deja claro a sus usuarios que si quieren jugar con el reloj de sus procesaadores, deben pasar por caja y comprar los modelos de la serie K.
Por ahora, si eras de los usuarios que se habían aprovechado de esta puerta abierta de algunos procesadores de Intel no-K, la única manera de mantener la opción es no actualizar tu placa base, pero no sería lo recomendable porque perderías la posibilidad de otras mejoras y actualizaciones que el fabricante de la placa realiza a menudo en sus modelos.
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