Llevamos varios meses debatiendo sobre quién de las dos nuevas consolas de este año, la PS4 y la Xbox One, se hará con la victoria estas navidades. A largo plazo por ahora hay que imaginar una igualdad considerable.
Pero la Wii U, primera consola que podemos considerar como de la nueva generación, puede ser la tapada para estas fechas. ¿Me he vuelto loco? Seguramente un poco, pero ¿qué es la vida sin un poco de locura?
Aprovechemos que esta semana la Wii U cumple un año en el mercado para valorar sus posibilidades, tener una foto de los puntos fuertes y defectos de la consola de sobremesa de Nintendo y comprobar si realmente el mundo se ha vuelto tan loco como yo.
El punto de partida frente a la Xbox One y Sony PS4 es de cuatro millones de unidades vendidas en este periodo (lejos de las previsiones de la compañía), pero con "las nuevas" arrancando su aventura a razón de un millón de unidades en el primer día. Nunca hay que olvidar que la carrera de cada generación es de fondo.
Hijo, que son 200 euros menos
Estos días se ponen a la venta las consolas PS4 y Xbox One con precios de 399 y 499 euros respectivamente. Están lejos de los precios de salida de la PS3, por ejemplo, que hoy en día quizás sería una losa demasiado pesada para un lanzamiento. Hace justo un año, la Wii U se lanzaba al mercado con precios de 300 y 350 euros para sus modelos. Ahora se pueden encontrar por menos de 300 euros, especialmente el modelo básico de 8 GB que cuesta alrededor de los 275 euros juego mediante.
En época de vacas flacas o no, el dinero es el dinero. Y si nos acercamos a una parte - importante - del mercado que comprará consolas estas Navidades, los padres, una diferencia de ciento y pico o incluso doscientos euros puede ser un punto de partida sólido para plantear la compra de una Wii U en vez de las nuevas PS4 y Xbox One. Al menos en un primer impulso. Pero no es suficiente. Necesitamos valorar más puntos alrededor de la Wii U.
Segundo año, catálogo por fin
Junto con el precio, el catálogo maduro con el que va a contar la Wii U a finales de este 2013 es el principal argumento para no pasar por alto su importancia de cara a un primer sprint en los próximos meses por ser de las más vendidas una vez pasado el efecto lanzamiento de sus rivales.
Estamos viendo en los análisis de la PS4 y Xbox One que de próxima generación por ahora nada. Nos prometieron mucho y parece que de momento toca esperar para comprobar si la diferencia que quieren - y pueden - marcar a nivel técnico es real o no. Lo mismo podría decirse - esto ya es más personal - del catálogo de lanzamiento, aunque ya contábamos con que nunca sería el que querríamos para un lanzamiento de esta envergadura en el segmento.
La Wii U juega pues con cierta ventaja al encontrarse en su segundo año de ciclo. A ella también se le criticó el catálogo pobre con el que llegaba hace un año al mercado, pero estos meses tendrá - ya tiene de hecho - por fin gran parte de esos juegos que por sí mismos son capaces de vender una consola, especialmente si el precio no es una barrera de entrada infranqueable. Son además títulos exclusivos en su mayoría que no se podrán disfrutar en ninguna otra plataforma.
Si a este aspecto le sumamos el recurso de la nostalgia y esos personajes irresistibles como Mario, Link o las carreras de coches que siempre consiguen engancharnos, las cuentas pueden salir en estos primeros meses hasta que el rodaje del catálogo de la Xbox One y PS4 alcance un nivel óptimo.
La salida justo esta semana del esperado Super Mario 3D World es el ejemplo más claro de lo que os quiero contar. También tenemos ya juegos que enganchan como Pikmin 3, multiplataformas como Rayman Legends que encajan mucho mejor en la Wii U o incluso el Lego City Undercover o la sorpresa de The Wonderful 101.
La apuesta por consolidar a la sucesora de su consola de sobremesa más exitosa de la historia a base de catálogo continuará en 2014 a buen ritmo, al menos es lo que ha prometido recientemente Reggie Fils-Aime en una entrevista.
Para el año próximo esperamos títulos clave como Bayonetta 2, el exclusivo de la Wii U, o por supuesto Mario Kart 8, The Legend Of Zelda de Wii U (ahora tenemos el remake en HD del Zelda The Wind Maker o el nuevo Smash Bros. Serán las propuestas de Nintendo para hacer frente a la llegada de pesos pesados para PS4 y Xbox One, como será el futuro Halo 4, MGS o Titanfall.
Espíritu Wii, aspiraciones de next-gen
Este año la Wii U, en gran parte para reforzar la visión de que es más que una Wii, ha tenido títulos que a priori podrían no encajar en la idea que tenemos de la sobremesa de Nintendo. No son precisamente los que uno espera asociar a esta consola, pero es que esa es la idea de partida con la que nació este nuevo modelo: mantener al jugador con el que la Wii había sido un completo - incluso inesperado - éxito pero ofreciendo la mano a los jugadores de toda la vida con más potencia y la promesa de juegos "de verdad". Tenían un nicho conquistado - e imitado por las propuestas de Microsoft y Sony con mayor y menor acierto respectivamente - y buscaban coger otro buen trozo.
Aunque lo ha intentado, la Nintendo Wii U todavía tiene poco que ofrecer al jugador no familiar o con niños pequeños en casa
Ahí hemos tenido títulos potentes como CoD Ghost, Mass Effect 3, Batman Arkham City y Assassin’s Creed 4.
Es un primer paso, pero la "idea" con la que nos iremos de este 2013 es de que tanto consumidores como buena parte de la industria sigue teniendo a las opciones de Microsoft y Sony como prioritarias para el juego más auténtico. Y las dudas de algunos creadores, como EA, no ayudan.
Con todo esto nos encontramos en la tesitura de que los juegos ganadores para la consola de Nintendo volverán a estar enmarcados en categorías que la compañía conoce a la perfección y que tirarán del público al que conquistó la primera Wii, con el peligro de volver a encasillarse como una consola familiar principalmente.
En este saco entran propuestas como Wii Sports Club, que quiere repetir el éxito de Wii Sport (el juego de referencia de la Wii original) pero introduciendo una jugada compleja: pagar por lo que uno juega. Y no nos olvidemos del guiño al juego indie a través de la eShop.
Mi segunda pantalla viene incluida, es útil pero ¿es relevante?
Si con la Wii original Nintendo dio una lección a Sony y Microsoft sobre cómo atraer al mundo de las consolas a quién nunca antes se había planteado ponerse frente a una, pero posteriormente Kinect maduró la idea y la ejecutó mejor al no necesitar mando, en temas de segunda pantalla también va un paso por delante.
Ellos la llevan puesta de serie, pero es que no tienen otra opción como Sony o Microsoft. De hecho, la mayor aportación de la Wii U estaba en el mando, y no nos hemos cansado de repetirlo.
Mientras Sony apuesta todo a la PS Vita - lo que le viene genial para potenciar su valor y ventas - y Microsoft se apoya en aplicaciones para smartphones y tablets con SmartGlass, el mando de la Wii U que complementa a los clásicos de la anterior generación es la segunda pantalla donde gestionar desde las opciones de los menús o la tienda online, hasta actuar como un dispositivo independiente desde el que podemos jugar de forma plena a ciertos títulos, servir de apoyo para otros o sentir que hemos viajado en el tiempo gracias a los videojuegos clásicos de los 80 y 90 que están en la consola virtual.
Ejemplos de que Nintendo ha acertado con su nuevo mando los tenemos muy presentes, por ejemplo en la experiencia de dos jugadores en ‘Call of Duty: Black Ops 2’ donde podemos prescindir de la pantalla partida, el modo cooperativo de Raymand Legends, o incluso un Zombie U que apuntaba maneras aunque solo sea en el uso del mando.
Con este añadido que forma parte de la consola, Nintendo tiene un filón que debería tratar de aprovechar para dar realmente la relevancia que merece a la manida segunda pantalla, muy intuitiva para su idea principal de juego, que ellos tienen puesta pero que por ahora no es capaz de alcanzar un peso relevante en el juego para el gran público. Y quizás para cuando realmente lo sea, la idea de segunda pantalla tenga más valor en un dispositivo separado completamente de la consola.
Nintendo, patrón de las causas perdidas - en consolas -
Nintendo también se ha convertido en especialista en sacar más provecho a sus consolas de la que se esperaba por ser técnicamente inferiores sobre el papel. Un ejemplo que recordamos es la primera NES, inferior en potencia a la Master System de Sega (CPU más veloz y más paleta de colores en la consola de Sega) pero a la que dominó gracias a su mejor catálogo.
La historia nos cuenta que a Nintendo nunca hay que darla por causa perdida ni pensar que una inferioridad técnica no se pueda salvar
Otros casos recientes vuelven a jugar a favor de los japoneses. Ahí tenemos una Wii que nada parecía tener que hacer a nivel de potencia y rendimiento frente a las sobremesa de Sony o Microsoft pero que ha sido capaz de vender más de 100 millones de unidades en su larga vida (20 millones más que sus rivales, aunque en mercados como EEUU la Xbox 360 acaba de superarla en ventas globales) al abrir y dominar con mano de hierro un nicho nuevo y muy jugoso.
En este caso su apuesta les salió redonda en ventas, pero frente a la Xbox One o la PS3, es una consola más "candidata" a permanecer estática o incluso guardada sin muchas pretensiones.
Tampoco podemos olvidarnos de las portátiles, también un mercado donde pese a estar en clara inferioridad técnica con su principal rival en Sony, la saga DS es ya un mito y sus consolas han arrasado a todo el que ha osado quitarle ventas. Incluso la Nintendo 3DS, que tras los early adopters y buenas cifras en su lanzamiento, pasó un calvario de ventas y aceptación.
Ahí Nintendo respondió con una bajada de precio (el punto de inflexión para aumentar sus ventas, lo que en cierto modo le quita valor real a su propuesta inicial) y un mejor catálogo que fue creciendo en títulos y sobre todo incluyendo los grandes éxitos de la compañía, y la relanzó para ser una histórica de las portátiles, ronzando ya las 40 millones de unidades vendidas en todo el mundo. ¡Incluso con su pantalla 3D!
¿Volverá a ocurrir con esta nueva generación donde sobre el papel la Wii U es la menos potente de todas? Muy difícil lo tiene en una carrera que acaba de arrancar y donde el juego ocasional y familiar ya no le pertenece en exclusiva.
Ese es de hecho el principal argumento para desmerecerla, y con el 4K, la mejora esperada para la IA o la realidad virtual (y quién sabe si incluso las tres dimensiones), podemos dar por casi seguro que la potencia juegue un papel clave para las consolas de esta octava generación.
Y en este ciclo que acaba de empezar parece que solo Sony y Microsoft se han asegurado una potencial base tecnológica de cara a lo que tiene que venir y eso es algo que el consumidor va a valorar seguro pensado en una vida útil de al menos un lustro.
Solo Sony y Microsoft se han asegurado una base tecnológica de cara a lo que tiene que venir en todos los campos del entretenimiento
Además, tanto las propuestas de Sony como de Microsoft persiguen una idea (más la Xbox One) más completa de consola, con multimedia, redes sociales e incluso aplicaciones en su hoja de ruta.
Sin embargo, por ahora la sobremesa de Nintendo juega tan con una carta muy suya a la que se le acerca la fecha de caducidad: los títulos exclusivos de Nintendo para su sobremesa trabajan aspectos más alejados del puro rendimiento y gráficos, buscando pulir el tema del arte. Pero se olvidan de todo lo demás.
Un online de juguete al que solo salva la nostalgia
Frente a las propuestas completas, potentes y de pago de las nuevas Xbox One y PS4 para el juego online, la Wii U queda todavía lejos - muy lejos si pensamos en el futuro - en lo que a consola conectada se refiere, así como en el uso de la nube para el juego. Miiverse por ejemplo parece un juego de niños frente al resto de propuestas.
Nintendo lo compensa - por ahora - con otro aspecto que solo ellos puede ofrecer: el poder del retrocatálogo, especialmente el nostálgico.
La eShop se ha transformado en una especie de cápsula del tiempo (Consola Virtual) donde Nintendo está dosificando lo mejor de NES y Súper NES, con precios bajos y donde quienes ya vivieron en los 80 y 90 a Nintendo, pueden dar con joyas históricas que apelan al espíritu Nintendo: el legado y los recuerdos. Al final, eso es Nintendo y con ello sobrevive.
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