Hace poco más de una semana, la serenidad reinaba en Gowex. A pesar de las acusaciones de Gotham City Research LLC, Jerano García estaba muy tranquilo. Él mismo dijo que todo se trataba de un golpe bajo por parte de un grupo de inversores con el objetivo de reducir su valor en bolsa para así poder adquirir sus acciones por menos dinero. Lo que él sabía, pero no quiso contar, es que ésto no era así.
Pasaron los días y tras revisar que la auditoría realizada por la empresa que llevaba las cuentas de Gowex era un auténtico despropósito, se destapó la mentira de Jero Romero: Gowex no estaba facturando tanto como decían ni tampoco tenían la cobertura que decían tener. Un fraude financiero que ha costado 14 millones de euros de dinero público, amen de las inversiones privadas, y un desastre económico que debería servir como manual para aprender a cómo no gestionar una crisis.
Mentiras y negación de la situación
Al poco de hacerse público el informe de Gotham, Jenaro reunió a todos sus empleados. No contento con eso decidió grabarlo en vídeo a la vez que lo emitía por videoconferencia en Google Hangouts. En este encuentro que podéis ver más abajo nos dejó algunas perlas como "Nuestros valores son el esfuerzo, la ambición y las ganas de luchar para que todo lo que hemos conseguido [...] es lógico con lo que está pasando tener temor, de que la empresa va a desaparecer, os garantizo que eso no es así".
Engañó a sus empleados, quienes nada tienen que ver con el fraude de Jenaro. Lo grabó y dejó evidencia de ello hasta el punto de mofarse con el informe de marras y decir "Mi objetivo fundamental es poner WiFi en Gotham". Visto lo visto, parece que finalmente no será así. Yo tampoco lo haría teniendo Wayne Enterprises. Ejem.
Pasan los días y la bomba explotó el fin de semana. Efectivamente, las cuentas de Gowex habían sido falsificadas. Jenaro estaba entre la espada y la pared, en Twitter declaró que había hecho una confesión voluntaria en los juzgados y que iba a colaborar con la justicia. Tras presentar una declaración escrita en la Audiencia Nacional, se pasó el documento a otro magistrado para que considere oportuno o no abrir una investigación.
El último episodio de esta historia lo vimos ayer con un correo electrónico de Jenaro García a sus empleados. Un correo lleno de erratas y bordado con un poema de Kipling (If) que le acompaña, dice, desde que perdió a toda su familia en un accidente. No seré yo quien frivolice semejante tragedia pero quienes lo conocen más de cerca dicen que utilizaba esta historia para embaucar a inversores y políticos.
Ocho días de comunicación caótica pero sobre todo indignante. Una mentira detrás de otra hasta que se ha visto acorralado sin ninguna opción de escapar. Gowex es oficialmente un fraude al que le quedan muchas dudas por aclarar: ¿actuó solo? ¿Quién más está implicado en semejante estafa? Esperemos que el tiempo sirva para aclararlo y aprender a cómo no hacer las cosas, ni cómo no debemos contarlas.
Ver 22 comentarios