Bienvenidos a Lorenzo. Recordad ese nombre porque es probable que en los próximos días esta tormenta tropical que ahora se encuentra en el centro del Atlántico ocupe mucho espacio en televisiones y periódicos. Sobre todo, si como afirman algunos expertos, llega a la península como un huracán de categoría 2.
Por lo pronto, como señala González Alemán, ya ha hecho historia: nunca antes habíamos visto un huracán de nivel 5 tan cerca de nuestras costas. Y eso que, por tercer año consecutivo, un huracán gira en mitad del Atlántico y pone rumbo al Viejo Continente. ¿Qué significa todo esto?
El enemigo a las puertas
Durante el fin de semana, el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU confirmó que Lorenzo había alcanzado categoría 5 y, con su fuerza "extremadamente poderosa", era ya el huracán más fuerte nunca registrado en el extremo noreste del Atlántico. Hay que tener en cuenta, no obstante, que no tenemos datos fiables hasta mediados de la década de los 60.
De hecho, es probable que el Debbie, un huracán que impactó en las islas británicas en 1961, estuviera en cifras parecidas. Sea como sea y con total seguridad, estamos ante el huracán más fuerte de los últimos 30 años a este lado del Atlántico.
Con vientos de hasta 257 km/h y olas de hasta 16 metros de altura, Lorenzo ya ya ha hundido el remolcador Bourbon Rhode y 11 tripulantes están en paradero desconocido. Si todo sigue según lo previsto, la llegada del huracán a las Azores se producirá entre la noche del martes y la mañana del jueves.
Más tarde, según las previsiones actuales, Lorenzo seguiría hacia Irlanda, pero es probable que se haga notar en Galicia y la costa del Cantábrico durante el fin de semana. Por eso, las siguientes horas serán determinantes para saber cómo evoluciona y qué recursos hay que movilizar para contener las consecuencias negativas.
Imagen | González Alemán - Meteosat
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