La aceituna gordal está lista para ser recogida. No pesa lo que debería (apenas ha llovido en los últimos meses) y los agricultores ni siquiera saben a qué precio la venderán aún, pero está lista: en dos semanas la aceituna se pondrá negra y la producción se perderá. Hay que recogerla ya.
Esta es la primera gran noticia que nos llega desde el olivar sevillano y no, no es buena.
¿Qué es el verdeo? En la jerga del olivar, se llama 'verdeo' a la recolección de las aceitunas antes de que maduren de tal forma que puedan ser preparadas (aderezadas o encurtidas) y poder consumirlas como aceitunas de mesa. En condiciones normales, el verdeo en Sevilla -- donde están las zonas de mayor producción de este producto -- deberían empezar en unas dos semanas.
Y eso es clave porque las lluvias de finales de agosto y principios de septiembre engordan las aceitunas. De ahí que los agricultores traten de apurar al máximo. Pero tienen que poder hacerlo. Las noticias que llegan desde la campiña sevillana es que "en la última semana [...] la aceituna caía en la mano apenas sin tocarla".
Y eso es un problema. Porque la aceituna de mesa se recolecta tradicionalmente a mano "con el objetivo de que el producto no sufra y se obtenga una buena presentación para el consumo directo". No es solo que las aceitunas puedan pasarse, es que (a medida que aumenta la inestabilidad atmosférica) cualquier tormenta puede provocar que la producción del año acabe en el suelo.
No podemos permitirnos desaprovechar la cosecha. Sobre todo, porque las incertidumbres con el precio y la evidencia cada vez más clara de que no hay reservas suficientes están haciendo que muchos agricultores valoren (más que otros años) dedicar las aceitunas a la molienda.
Siempre ocurre. Es lo que se llama "aceituna molestada". Es decir, la aceituna que -- por distintos motivos -- no es de buena calidad para usarla como "aceituna de mesa", pero sí sirve para extraer aceite. A estas alturas del año no sabemos si la sequía y los problemas de estos meses han 'molestado' mucho a las aceitunas, pero lo que está claro es que la presión financiera va a provocar desequilibrios extra.
Unas semanas críticas. No queda mucho para el aforo de la aceituna. Es decir, para que la Junta de Andalucía haga pública la radiografía anual que permite estimar la producción del año y organizar la campaña. Es un informe muy preciso: históricamente, las desviaciones medias entre la producción real con la previsión del aforo no suelen superar el diez por ciento (y lo hacen porque las lluvias de las últimas semanas suelen tener un impacto enorme).
Cuando llegue el aforo, todo el mercado se reorganizará. Los precios se adaptarán a la situación y la enorme industria del aceite tendrá que tomar decisiones. Pero hasta ese momento, solo tenemos rumores. Vamos a ciegas. Eso explica todo lo que está pasando con el aceite; pero, sobre todo, explica que 2024 está completamente en el aire.
Imagen | Antonio Molín
Ver 19 comentarios