Muchos alumnos en las Islas Canarias tendrán un puente inesperadamente largo esta semana: el Gobierno insular ha anunciado la suspensión de las clases los días miércoles 11 y viernes 13 debido a la ola de calor a la que se enfrenta buena parte del archipiélago.
Clases canceladas. El consejero de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deporte de Canarias, Poli Suárez, ha anunciado esta mañana la suspensión de las clases: “la situación en muchos centros de Canarias es insostenible,” explicaba. La medida afectará tanto a actividades lectivas como a las no lectivas.
El anuncio se ha producido tras las quejas de algunos centros educativos que denunciaban no tener los medios para afrontar el calor y que se habían dado casos de alumnos desmayándose por el exceso de temperatura. Quejas que llegaron al punto de convertirse en manifestaciones en alguno de los centros educativos de la Comunidad Autónoma.
Una ola de calor en octubre. Las clases están previstas que se retomen el lunes 16, cuando la ola de calor debería comenzar a remitir. A lo largo de lo que queda de semana sin embargo las Canarias tendrán que afrontar una ola de calor que ha obligado a AEMET a poner bajo aviso a seis de las siete islas principales del archipiélago (tan solo La Palma y algunas zonas de Tenerife y Gran Canaria se libran de la alerta; la situación también irá mejorando en Lanzarote).
Durante estos días las temperaturas máximas han superado los 38º en varios puntos del archipiélago. También son numerosas las estaciones que han recogido temperaturas mínimas por encima de los 25º a lo largo de estos días.
La ola de calor que sufren en Canarias no trae solo altas temperaturas. Como recordaba el ejecutivo autonómico, la calima y el riesgo de incendios agravan la situación. Esta mañana sabíamos también que el Gobierno central había vuelto a desplegar a la UME ante la reactivación del incendio en Tenerife.
Situación anómala. Incluso en un año anómalamente cálido como lo está siendo 2023, las temperaturas que estamos viviendo en los meses de septiembre y octubre resultan chocantes para muchos. No es para menos: el comienzo de este mes ha sido el más cálido en 73 años. El “veranillo de san Miguel”, si alguna vez existió, este año no ha sido nada más que una semana más de un verano meteorológico que se ha prolongado ya mucho más allá del verano astronómico.
Pese a todo, parece que el cambio está llegando para la península Ibérica: un río atmosférico trae humedad y con ella llegará el cambio en el patrón dominante de estas últimas semanas. Este cambio se producirá, previsiblemente, el viernes.
Aviso para el futuro. A más largo plazo, la situación en Canarias puede servir como advertencia de lo que podría ser la futura “nueva normalidad”. Los patrones meteorológicos afectan a nuestro día a día, el calor hace que durmamos peor, afectando a nuestra salud, pero también a nuestro rendimiento laboral y educativo.
Los cambios en el clima van a requerir adaptación, y el caso de Canarias podría convertirse en el futuro no en la excepción sino en la regla.
Esto sin pasar por alto que buena parte del problema se origina en unas infraestructuras insuficientes a la hora de proteger al alumnado del calor, un problema que no es exclusivo de Canarias ni del contexto educativo: conforme las temperaturas extremas se extiendan será necesario adaptar las infraestructuras para adaptarlas, por ejemplo a veranos que abarquen varios meses más de la cuenta.
Imagen | Magic K
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