La vuelta a la oficina está resultando un auténtico problema para empresas y empleados. Más allá del debate sobre aspectos como la productividad o el bienestar de los empleados, las políticas de vuelta a la oficina, aunque sean en un formato híbrido, con unos días presenciales y otros en remoto, está dejando al descubierto un conflicto económico entre ambas partes.
Los costes del desplazamiento se han disparado. Uno de los problemas más recurrentes en la vuelta a la oficina ha sido la escalada de precios que han sufrido los alimentos o carburantes por la inflación y el incremento de los costes energéticos. Esto ha llevado al inevitable incremento en el precio de los típicos menús diarios en los restaurantes, así como el incremento en los costes del transporte. Es decir, ir a la oficina es más caro que antes de instaurarse el teletrabajo.
Los datos dicen que los empleados no están contentos. La Encuesta de gastos asociados al trabajo de 2024, elaborada por la plataforma de software Capterra a 246 empleados en España, ha revelado que el 45% de los empleados ha percibido este incremento en el coste de ir a la oficina. El 74% destaca sobre todo el precio de la alimentación, mientras que el 48% lo hace con los precios de los carburantes.
El aumento de la presión por parte de las empresas para que sus empleados vuelvan a las oficinas hace que el 64% de los empleados encuestados considerara pedir un aumento salarial para compensar el incremento de los gastos. El 65% de ellos, incluso sería algo más radical y buscaría un nuevo empleo.
Subidas salariales insuficientes para frenar el impacto de la inflación. Una de las medidas que más ha contribuido a mantener el poder adquisitivo de los empleados han sido los incrementos salariales que se han producido durante los dos últimos años. El Salario Mínimo Interprofesional ha registrado una subida del 5% para 2024 y, según datos del Estudio de Tendencias Retributivas 2024 elaborado por KPMG, las empresas aplicarán un incremento salarial promedio del 3,5% en 2024.
Las empresas quieren acabar con el teletrabajo cueste lo que cueste. Por su parte, el informe de CEO Outlook 2023 elaborado por KPMG, revela que los directivos de las empresas no están dispuestos a prescindir de sus empleados más valiosos. El 89% de los CEO españoles, que han participado en el estudio, afirman que estarían dispuestos a asumir un incremento salarial para cubrir los gastos de los empleados, a cambio de que estos abandonen el teletrabajo o se acojan a modelos de trabajo híbrido.
Incentivar la vuelta a la oficina. Además de los incrementos salariales para quienes decidan volver a las oficinas, las empresas están usando todas las herramientas a su alcance para retener el talento interno. Entre estos incentivos encontramos los bonos de comida o transporte que, precisamente, tienen como objetivo principal reducir el impacto económico para el empleado que supone ir a diario a la oficina y tener que comer allí.
Imagen | Pexels (Yan Krukau)
Ver 29 comentarios