Incluso los expertos en reclutamiento laboral reconocen que, la entrevista de trabajo, es en realidad un escenario donde cada actor debe representar su papel y dar las respuestas adecuadas que la otra parte espera escuchar.
Los reclutadores intentan conocer mejor al candidato que tienen delante, y una forma de hacerlo es invitarle a "promocionar" sus habilidades formulando una sencilla pregunta en la que el candidato se juega mucho más de lo que parece: ¿Por qué deberíamos contratarte?
Tal y como destacan desde la plataforma de reclutamiento Betterteam, la respuesta del candidato facilita el trabajo al reclutador y en base a ella deducirá su nivel de preparación y si realmente encaja en el perfil de la vacante, su individualismo o qué valores autopercibe como importantes y cuáles deja en segundo plano. Todo con una simple pregunta. Bill Gates, con mucha experiencia en reclutamiento a sus espaldas, mostró algunos trucos para salir airoso de esa temida trampa.
Contratando a Bill Gates
Durante una entrevista de trabajo simulada con el jugador de la NBA Stephen Curry, el millonario reveló cómo respondería a esa pregunta tan decisiva. En base a su larga experiencia personal en reclutamiento y al frente de una gran compañía como Microsoft, el millonario respondió a esa pregunta tal y como les gustaría escuchar a los reclutadores. En ella destacó tres aspectos principales:
- Su experiencia demostrable. La primera parte de su respuesta se centró en enfatizar sus conocimientos, habilidades y su deseo de aprender más. "Mira el código que escribí. He completado programas mucho más allá de los cursos en los que he participado. Creo que he mejorado con el tiempo", afirmó el millonario.
- La importancia del trabajo en equipo. A continuación, Gates demostró que tenía capacidad para integrarse en equipos y aportar una visión crítica al trabajo realizado para hacerlo mejorar. Esta capacidad de colaboración entre empleados está muy bien valorada por los reclutadores.
- Alinearse con los intereses de la empresa. Al final de su respuesta, Bill Gates puso el foco en lo que las empresas esperarían de un nuevo candidato: compromiso. Después de hablar de sí mismo y sus logros, el millonario añadió: "Me gustan las metas ambiciosas. Me gusta pensar en cómo podemos anticipar el futuro. El software es genial y quiero participar en ello". Con esa sencilla frase, el candidato ha mostrado una actitud de compromiso con el futuro de la compañía e implicación con el proyecto.
Convertir debilidades en fortalezas
El ser humano tiende a ser muy crítico consigo mismo. Por eso, responder a una pregunta con tantos matices puede ser complicado y se tenderá a mostrar determinados aspectos de la personalidad como debilidades o puntos negativos.
Sin embargo, una de las lecciones que nos deja la respuesta de Bill Gates es su capacidad para convertir las debilidades en fortalezas. En un momento de la entrevista reconoce que, "[…] puede que critique con algo de dureza su código, pero en general me gusta trabajar en equipo". Ese matiz, reconociendo que puede ser crítico con el trabajo de los demás, convierte algo que a priori puede percibirse como un defecto, en una muestra de honestidad que inspira confianza.
Otro punto interesante en su respuesta es el alineamiento que hace entre sus intereses y los de la empresa. Al destacar que sus objetivos de innovar se alinean con los de la empresa a la que postula, el millonario se presenta como un socio con el que crecer, no como alguien que simplemente quiere recibir un salario. Ese matiz es el equivalente al salario emocional para las empresas: Gates ha dado en el clavo con lo que su reclutador quiere escuchar.
Responder correctamente a esta y otras preguntas similares son motivos suficientes para prepararse las entrevistas de trabajo e investigar mínimamente a la empresa que ofrece el puesto. Dar la respuesta correcta puede ser decisivo para el proceso de selección.
Imagen | Flickr (Statsministerens kontor)
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