A China, ya lo sabemos, nadie se le sube a la chepa. La época en la que sus grandes tecnológicas estaban disparadas y en plena expansión parecen haber quedado atrás. Xi Jinping cortó las alas de muchos de estos gigantes el pasado verano y ahora tenemos a dos de ellas sufriendo los efectos de forma devastadora. La burbuja tech china, esa que parecía igualar estas empresas con sus homólogas en Estados Unidos —muchos hablan de una burbuja también en Silicon Valley—, parece haber reventado.
Las big tech chinas se hunden. Analistas como Wang Guanran destacaban cómo "las firmas de internet chinas están valorándose en bolsa a mínimos históricos. Gozaron de valoraciones premium durante los pasados años de rápida expansión, pero la venta masiva ha hecho que la burbuja explote por completo".
Así es: hasta el pasado 15 de marzo Tencent había perdido 530.000 millones de dólares —que se dice rápido— desde su mejor valoración en febrero de 2021. Alibaba está en las mismas, y había perdido casi 522.000 millones de dólares. Son las grandes protagonistas de una tendencia que afecta a otras como Meituan (254.600 millones menos) e incluso Xiaomi (56.100 millones menos).
De hecho el Hang Seng Index, algo así como el NASDAQ chino, llegaba a caer en picado estas últimas semanas para perder un 65% desde el pico que se produjo hace un año. Los últimos días se ha vivido un rebote de estas valoraciones tras la aparente intención de los reguladores de relajar la persecución a las 'big tech', pero las perspectivas no son buenas para las grandes tecnológicas chinas.
Tencent, adiós al crecimiento. La otrora niña bonita del sector tecnológico chino, está en horas bajas. Se espera que la segunda empresa más importante de China desvele que estamos ante su ritmo de crecimiento más lento desde que se tienen datos.
Los reguladores ahora pretenden que su célebre WeChat Pay se convierta en una empresa financiera separada, algo que podría minar el interés por su mastodóntica red social, WeChat, y la empresa se prepara para un número importante de despidos.
No parecía que Tencent se fuera a ver tan afectada por las iras de los gobernantes chinos, pero las restricciones en el mundo de los videojuegos —con medidas extremas para limitar el tiempo que los jóvenes dedican a esta forma de entretenimiento— han causado estragos en la línea de flotación de la tecnológica. Y lo mismo con el streaming y las redes sociales.
Quién te ha visto y quién te ve, Alibaba. Probablemente el centro de las iras chinas hayan sido Alibaba y su fundador, un Jack Ma que nos recordaba a Elon Musk —mucho más recatado en redes sociales, eso sí—. En noviembre de 2020 se suspendía la salida a bolsa de su Ant Group, una rama financiera que tenía pinta de ser un bombazo. Bueno, lo fue, pero no en el sentido que Ma esperaba.
Aquello fue el principio de una serie de zancadillas que han hecho que la situación de Alibaba sea comprometida. Sus acciones bajaron tanto que la empresa trató de aprovechar para recomprarlas y así lograr que la cotización subiera: no ha funcionado. Al menos no como se esperaba, y a la espera de lo que esté por venir, Alibaba es el otro gran ejemplo de la caída en desgracia de las grandes tecnológicas chinas. Se creían que en china de repente todo era jauja, pero de eso nada.
Imagen | 大 神
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