Jordi Ramot, ingeniero informático, lleva mucho tiempo corriendo, esquiando y yendo en bici por montaña. En 2006, como parte de su tiempo libre, combinó sus dos facetas, la de ingeniero y la de deportista aficionado, con la creación de un proyecto personal al que llamó Wikiloc. En él volcaba la información sobre sus rutas de fin de semana con la bici, acompañándola con consejos útiles y algunas fotos.
Era la época de los inicios de la web social y los portales de intercambio de información entre usuarios, así que una plataforma orientada a que aficionados al deporte en exteriores compartiesen sus rutas tenía muchos ingredientes para salir bien.
Lo que quizás no pudo cuantificar Jordi en ese momento, cuando solo era un proyecto personal, es que esa plataforma hecha en su tiempo libre iba a crecer tanto: Wikiloc tiene más de doce millones de usuarios, veinticuatro empleados y lidera su categoría a nivel mundial.
Recientemente vendió un 40% de la sociedad a Miura, un fondo inversor, por una cantidad no revelada; quedando el otro 60% en manos de los dos fundadores, Jordi (CEO) y Montserrat Jordi (COO).
Pero eso no es lo importante para Jordi.
Identidad e historias de titanes tecnológicos
"Esto empezó hace un par de años", explica Jordi, iPhone 11 Pro Max sobre la mesa y Garmin Forerunner 965 en la muñeca, refiriéndose a la operación con Miura. "Queríamos encontrar a alguien que nos ayudase a crecer. Ya éramos rentables desde hacía mucho, pero sentíamos la obligación de buscar ese crecimiento, casi era irresponsable no hacerlo simplemente por sentirnos ya cómodos. A partir de ahí valoramos muchos posibles socios, buscábamos su track-record, cómo eran las empresas que habían entrado en ellos y cómo habían evolucionado... Nosotros no queríamos que cambiase nuestra identidad. Nos tomábamos esto como un campo base sobre el que seguir construyendo, no queríamos apagar e irnos".
Esas valoraciones implicaban confiar en un fondo que les permitiese seguir con su identidad habitual, sin renunciar a cosas como la adherencia a 1% for the Planet creado por la marca Patagonia, que compromete a entregar el 1% de la facturación bruta a la preservación del medio ambiente. "Al final todos disfrutamos del monte, pero para disfrutarlo tiene que estar ahí, tenemos que cuidarlo. Es un 1% y queremos que sea más en el futuro", dice Jordi.
Precisamente esa búsqueda de una continuidad garantizada tiene que ver con la negativa de la empresa ante las ofertas de compra que ha recibido en los últimos años. "Incluso alguno de los titanes del sector, pero al no ver esa continuidad garantizada, pensábamos que supondría sacrificar el potencial de hacer algo de lo que estuviéramos orgullosos". Una fuente del sector que prefiere no dar su identidad nos corrobora esta versión: "Ofertas han tenido varias, pero siempre han tenido claro que querían crecer a su manera, por su cuenta, con su marca... La opción fácil era coger el dinero y correr, pero siempre se han negado".
Esa relación con los titanes viene de lejos. En 2008, por ejemplo, cuando las rutas de Wikiloc se integraron en Google Earth. Fue fruto casi de la casualidad: Wikiloc se presentó a un premio organizado por Google para desarrollos sobre la API de Maps. Lo ganó, y parte del galardón era un viaje a Google Plex para conocer a los equipos de Google Maps y Google Earth. Por allí incluso estaba la gente de Panoramio, poniendo fotos sobre los mapas. Hablando con los ingenieros acabó saliendo esta posibilidad... y se hizo realidad.
"Eso supuso un crecimiento enorme, cuando te agarras a uno de los grandes, enseguida te hacen volar", recuerda el CEO. Y añade un pasaje de aquella integración que ejemplifica la insistencia por mantener su identidad: "Tuve que pelear mucho para que las rutas no quedasen anonimizadas, sino que se mantuviese la atribución de su autor, con el enlace a su página de perfil. Hubiese preferido no salir en Google Earth si no hubiesen respetado eso, pero al final lo conseguimos".
Hay otras propuestas que ha declinado en estos años, como integrar publicidad de marcas de ropa deportiva, o usar la base de datos de correos de sus usuarios para anunciar productos. "Suponen un beneficio claro y medible, pero sabemos que no es lo correcto. Hay un tema de percepción, afinidad, confianza... Eso es lo que te hace dormir bien por la noche".
Otro episodio de Wikiloc con los titanes tecnológicos fue su primera gran aproximación a Apple. "Teníamos buena relación con ellos, aunque con mucho secretismo. Un día nos dicen de acudir a Cupertino por una propuesta para una integración con un hardware nuevo que iba a salir, sin decirnos qué es. Era para un nuevo modelo del Apple Watch. Fuimos un diseñador, un ingeniero y yo. Nos implicamos muchísimo para que todo saliese perfecto, sin ningún bug... Les gustó cómo quedó y la sorpresa fue que nos mencionaron en la keynote. Aparecimos en ella. Estábamos todos en la oficina viéndola y fue algo espectacular, sobre todo para un equipo pequeño que trabaja desde España. Nos hizo muchísima ilusión".
Si hay una palabra que define a Wikiloc es "comunidad". Son sus usuarios quienes proporcionan el contenido, lo ilustran, lo consumen, lo perfeccionan y lo dotan de conversación. Wikiloc es fuerte en el descubrimiento de rutas, ya sea para corredores de asfalto, corredores de montaña, ciclistas de carretera, senderistas, jinetes o ciclistas de montaña. Algo idóneo para quien está lejos de casa, de viaje o en una segunda residencia, y quiere conocer lugares óptimos para practicar su deporte.
Del nicho a algo más
En su origen, usar Wikiloc, como cualquier propuesta similar, era café para cafeteros: había que buscar las rutas desde el ordenador, descargarlas en local y transferirlas a dispositivos GPS mucho más toscos que los que podemos conocer hoy. Las fotos que las acompañaban, con una cámara digital. Más tarde, cuando lanzaron las aplicaciones para iOS y Android, todo empezó a ser muchísimo más fácil. Y le permitió crecer mucho más. "Aquello abrió muchísimo el público objetivo de Wikiloc. Y nos hizo dar un gran salto en crecimiento".
Sus usuarios españoles fueron quienes empezaron a crear rutas fuera de nuestras fronteras, algo que hizo de Wikiloc una herramienta global de forma orgánica. Después, la compañía sí se preocupó por derribar la barrera lingüística, incorporando idiomas a la aplicación, que ya habla más de veinte lenguas.
Wikiloc es desde sus inicios una herramienta pensada para los deportistas, especialmente en entornos rurales y montañosos, pero ha habido dos pequeños giros recientes que cambian ese axioma.
Por un lado, la pandemia, que hizo que mucha gente empezase a realizar actividad física fuera de casa, algo que apalancó su crecimiento de esta última etapa.
Por otro lado, el hábito de uso de esta aplicación, que ha acabado haciendo que muchos de sus usuarios empiecen a darle un enfoque más allá del deportivo. Por ejemplo, con rutas para llegar hasta zonas desde la que se pueden ver las estrellas con nitidez; o con recorridos urbanos vinculados a un estilo arquitectónico común.
Es decir, que Wikiloc, sin cambiar su esencia, sea visto más allá del deporte. "El reto es no hacer algo súper técnico, que no tengas que ser un atleta, ni tampoco un geek: que sea fácil de utilizar para cualquiera. A veces uso a mi madre de beta tester, si ella hace bien la interacción es que hemos acertado", cuenta Jordi riendo. "El objetivo es que no sea un producto para gente especializada, sino que todo el mundo se sienta cómodo. Y sobre todo, que crezcamos para aprovechar los efectos de red que tiene Wikiloc: cuantas más personas haya en la comunidad, más rutas, fotos, valoraciones subirán, y eso hará que el producto sea mejor para toda la comunidad, es un círculo virtuoso".
La monetización de Wikiloc es simple: ofrece su aplicación de forma gratuita, con algunas funciones capadas, como la posibilidad de enviar mapas a relojes inteligentes o buscar rutas que atraviesen un lugar, no solo partan desde él. Para quien quiere desbloquearlas, el camino a pasar por caja se llama Wikiloc Premium: 9,99 euros al año.
Las cuentas salen: en 2021, el último ejercicio completo en el que la empresa depositó sus cuentas en el Registro Mercantil (es normal que no lo haya hecho aún con las de 2022), las ventas fueron de algo más de cinco millones de euros, con un EBITDA de casi tres millones de euros, un resultado neto por encima de los dos millones y un gran crecimiento respecto al año anterior a la pandemia.
El margen del resultado neto también es notable: por encima del 40% de las ventas. Llegó a ser del 52% en 2020.
Ahora su próximo reto es el crecimiento para el que ha comenzado a caminar de la mano de Miura, el escogido para un recorrido que no comprometa su identidad y lo que le ha llevado hasta aquí. Pero el roadmap apenas es a unos meses vista. "No miramos muy a largo plazo, queríamos un socio que nos entienda, que no quiera cargarse esto, que entienda las sensibilidades que hay, que entienda la comunidad que tenemos detrás... Cuanto más grandes seamos, si seguimos con los mismos valores e identidad, más valor ofreceremos a la comunidad", añade Jordi.
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