La fábrica de Kameyama, en la prefectura de Mie en Japón, es una de las sedes más importantes de Sharp. Allí se crearon por ejemplo los primeros paneles LCD para televisores. Pero los tiempos cambian y estas grandes factorías quieren aprovechar su gran tamaño para producir los componentes más solicitados. Según informa The Associated Press, la planta de Sharp producirá 150.000 mascarillas cada día, con la intención de alcanzar los 500.000 mascarillas al día a finales de marzo.
Aprovechando el alto nivel de limpieza de Kameyama
Foxconn, dueños de Sharp, explican que la fábrica de Kameyama es apta para la producción de mascarillas por su alto nivel en los estándares de limpieza, imprescindibles para producirlas.
Por el momento, Foxconn no ha decidido ni precio, ni distribución con otras marcas, pero sí parece clara la apuesta de aprovechar la enorme planta de Kameyama para ampliar su uso más allá de la producción de paneles para televisores.
Las mascarillas son muy habituales en Japón, donde muchas personas las utilizan para prevenir contagiar a otras personas. Pero con el auge del coronavirus, la demanda ha crecido todavía más, aumentando precios y reduciendo su disponibilidad.
Como explica la Organización Mundial de la Salud, las mascarillas no sirven para evitar la enfermedad, aunque sí ayudan a retrasar su propagación.
No es la primera vez que la fábrica de Sharp en Kameyama produce otro tipo de equipos además de paneles LCD. En 2017, la compañía a anunciaba la producción de componentes para cámaras de smartphones. Si bien, sí es la primera vez que la fábrica de Sharp produce a gran escala productos no electrónicos.
El COVID-19 también ha afectado a otros grandes productores de televisión como LG Display, quienes han suspendido su fábrica en la ciudad de Gumi, Corea del Sur, debido a que un trabajador ha dado positivo.
Ver 18 comentarios