En julio de 2021 A.A.A. (su identidad está protegida) recibió dos llamadas con mensajes publicitarios. Muchos usuarios hubieran cogido el teléfono para luego colgarlo más o menos molestos con la interrupción. Pero A.A.A. no. Esa persona llevaba registrada en la Lista Robinson desde 2018, así que poco después emitió una denuncia. La empresa responsable ha recibido una multa, y esa es la última demostración de que apuntarse a la Lista Robinson funciona (pero si te llaman estando en ella, tienes que reclamar).
Qué es la Lista Robinson. Es un servicio de exclusión publicitaria al que pueden acceder tantos los consumidores, de forma gratuita, como las empresas, previo pago. Se enmarca dentro de la publicidad personalizada y su funcionamiento es bastante simple a nivel ciudadano. Puedes apuntarte en la lista desde su web oficial.
Las empresas deben tener cuidado. Quienes realizan llamadas publicitarias deben respetar esa lista, que permite saber qué personas y empresas no han facilitado su consentimiento para estas llamadas. Lo especifica el artículo 23.4 de la LOPDGDD:
Quienes pretendan realizar comunicaciones de mercadotecnia directa, deberán previamente consultar los sistemas de exclusión publicitaria que pudieran afectar a su actuación, excluyendo del tratamiento los datos de los afectados que hubieran manifestado su oposición o negativa al mismo.
la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), que gestiona un servicio que inició su andadura en 1993 con la publicidad por correo postal. En 2009 la plataforma comenzó a añadir el correo electrónico, los SMS y MMS o las llamadas publicitarias.
Fundamentos legales: si no quiero, no me llaman. La Ley General de Telecomunicaciones especifica en el BOE 114 del 10/5/2014 cómo el artículo 48 recoge el "Derecho a la protección de datos personales y la privacidad en relación con las comunicaciones no solicitadas, con los datos de tráfico y de localización y con las guías de abonados". Según dicho artículo:
1.Respecto a la protección de datos personales y la privacidad en relación con las comunicaciones no solicitadas los usuarios finales de los servicios de comunicaciones electrónicas tendrán los siguientes derechos:
a) A no recibir llamadas automáticas sin intervención humana o mensajes de fax, con fines de comunicación comercial sin haber prestado su consentimiento previo e informado para ello.
b) A oponerse a recibir llamadas no deseadas con fines de comunicación comercial que se efectúen mediante sistemas distintos de los establecidos en la letra anterior y a ser informado de este derecho.
Derecho de oposición. Como explicaba en Twitter la abogada Alba del Campo, cualquier persona o empresa podrá ejercer ese derecho en base a lo que especifica el artículo 21 del RGPD. Es lo que hizo A.A.A., que aún así siguió recibiendo llamadas. La pregunta, claro, es qué hacer para denunciar que aun estando en la Lista Robinson, siguen recibiéndose llamadas publicitarias.
Estoy en la Lista Robinson y me siguen molestando. Como explican en el punto 9 de la guía de la AEPD, "Si después de ejercer tus derechos o poner en práctica las sugerencias indicadas en los puntos anteriores continúas recibiendo publicidad no deseada, puedes presentar una reclamación en la Agencia Española de Protección de Datos". Necesitarás aportar documentación diversa —el proceso es algo farrogoso— y la AEPD tiene más información sobre el proceso de reclamación, que puedes realizar directamente en su Sede Electrónica.
La multa demuestra que el sistema funciona. Ese caso del que hablábamos al principio del tema la Justicia declaró culpable a la empresa e impuso una multa de 10.000 euros por esas llamadas comerciales. No es una cantidad muy elevada, pero si varias personas se ven en el mismo caso, reclaman y logran sentencias idénticas, la cosa puede ser grave para esas empresas que nos acosan. La Lista Robinson se convierte así en un importante mecanismo disuasorio para acabar con esas molestas llamadas de spam.
Imagen: Priscilla Du Preez
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