Es la pregunta más habitual cuando pagamos con tarjeta: "¿Quieres copia?". Aquí tenemos dos opciones; o bien la rechazamos dando las gracias o recogemos el resguardo físico que habitualmente imprimen directamente los TPV. Un comprobante donde están los detalles del pago que acabamos de realizar.
Ahora bien, uno puede llegar a preguntarse para qué sirve esta copia. ¿Es necesaria para reclamar? ¿Pierdo algún derecho si no la tengo? Lo cierto es que esta copia es simplemente un apoyo, un soporte adicional que puede facilitar determinados solicitudes, pero en ningún caso es requisito imprescindible.
El debate sobre la utilidad de la copia lo abría el propio Banco de España, que en su blog repasaba las consecuencias de pedir (o no) la copia. "Tal vez digas que no y probablemente esta es una buena decisión, no lo necesitas y, además, así proteges el medio ambiente", explica en un primer momento, describiendo de manera breve los argumentos principales de por qué no es necesaria la copia física.
Asegúrate de cuánto has pagado, pero sin papel
¿Dónde están los contras? El Banco de España recuerda que debemos asegurarnos que nos han cobrado la cantidad adecuada. Para ello debemos mirar la pantalla del TPV. Esto cobra más relevancia con el auge de los pagos contactless y en los pagos de menos de 50 euros, donde al no pedir el PIN es todavía un proceso más rápido. Y por ende solemos prestar menos atención al cargo que nos han realizado.
Para evitar posibles cargos indebidos o tener una ayuda adicional, esta copia física sirve como complemento de seguridad. Otros consejos que el Banco de España nos transmite es que guardemos el ticket de compra para comprobar que coincide con el importe y revisar los cargos de la tarjeta en nuestra cuenta. Aún así, todas estas medidas no dejan de ser recomendaciones para evitar pagos erróneos y llevar un mejor control de nuestros gastos.
Si hemos pagado con efectivo y no tenemos el ticket, dependemos de la buena voluntad de la tienda donde hayamos comprado el producto si queremos realizar una devolución. Sin embargo, si hay una ventaja de los pagos con tarjeta es que quedan registrados. Para realizar una reclamación no necesitaremos la copia física del pago con tarjeta, pues el establecimiento únicamente necesita conocer el importe, la fecha y la hora para recuperar un ticket.
Y claro está, algún comprobante o justificante que nosotros somos quienes hemos realizado ese pago.
Aquí es donde entra la trazabilidad del pago. El resguardo físico es una opción, pero también lo es cualquier justificante del pago de la entidad bancaria como puede ser un extracto de nuestra cuenta. Es decir, si podemos encontrar ese pago en nuestro extracto bancario no hará falta tener la copia física. Hoy en día, con el acceso generalizado a la banca virtual es fácil tener a mano este justificante de pago.
El abogado Javier Beltrán señala que la "Ley no exige la presentación del ticket de compra como requisito imprescindible para reclamar. Serviría cualquier medio de prueba válido en Derecho".
Si tenemos dudas sobre cuánto nos han cobrado será recomendable pedir la copia, pero debemos saber que en nuestro móvil o en nuestra banca virtual tenemos acceso a toda la información necesaria. Los últimos datos del Banco de España señalan que el pago con tarjeta creció cerca de un 30%, suponiendo más de 7.000 millones de operaciones y más de 200.000 millones de euros. Al contrario que los cajeros, que han caído en picado, el auge de los pagos con tarjeta es enorme.
Quizás ya va siendo de eliminar la necesidad de imprimir papel innecesariamente.
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