El futuro del teletrabajo está en cuestión. A principios de noviembre, LinkedIn informó de que las ofertas de trabajo a distancia se habían reducido drásticamente en Estados Unidos y Reino Unido, planteando la posibilidad de que esta forma de trabajar hubiera alcanzado su pico. Paralelamente, los cambios en el panorama económico hacen que muchas compañías, inquietas, confíen en el tradicional modelo presencial para mejorar su competitividad: la última en ordenar una vuelta a la oficina ha sido Snap.
Sin embargo, los estudios revelan que los empleados prefieren el teletrabajo, ya sea en formato híbrido o completo, al modelo presencial. Tanto es así que algunos trabajadores están ignorando las instrucciones para volver a la oficina.
Desobediencia en las finanzas. Según un estudio realizado por Women in Banking and Finance (Mujeres en la Banca y las Finanzas en castellano) y London School of Economics and Political Science (Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres), trabajadores de las principales compañías del sector financiero están desobedeciendo las instrucciones para volver a la oficina. El informe ha sido llevado a cabo mediante entrevistas a cien empleados de compañías que operan en Reino Unido, como Bank of America, Goldman Sachs, Santander, JP Morgan o Blackrock.
Oficina no, gracias. El estudio señala que estas compañías financieras continúan percibiendo el presentismo como un medidor de productividad, por lo que los ejecutivos están dando la orden de volver determinados días a la oficina. Sin embargo, esta instrucción está siendo ignorada: los mandos intermedios, llamados ‘managers’, están favoreciendo el teletrabajo, una opción que se adapta más a las necesidades operativas locales.
Acudir a la oficina para tener reuniones virtuales. El documento deja otras conclusiones muy interesantes, como que los empresarios deben centrarse más en reducir el ill-being (malestar en castellano) de los trabajadores que en mejorar su wellbeing (bienestar en castellano), un concepto utilizado en el argot empresarial que hace referencia a medidas que supuestamente deben mejorar la salud física y mental de los empleados pero que, en realidad, no aportan nada.
Además, refleja algunas de las inquietudes de los empleados acerca del modelo presencial y a distancia, como el hecho de realizar tareas en la oficina que podrían realizarse perfectamente en casa. Una persona que participó en el estudio, por ejemplo, afirmó lo siguiente: “A veces me han dicho: tienes que estar el jueves en la oficina. Y realmente no quería ir el jueves a la oficina, porque solo tengo reuniones de Zoom y ¿qué sentido tiene estar en la oficina, solo porque ellos quieren verme allí?”.
El miedo que fomenta el presentismo. En este sentido, el informe comenta que existe consenso en que el teletrabajo no tiene un impacto negativo en la productividad y que, en muchos casos, la mejora. Por ello indica, además, que el futuro del trabajo “se centra en la productividad por encima del presentismo”. Aquí podríamos detectar, una vez más, la paranoia de la productividad de algunos empresarios, concepto acuñado por Microsoft que sirve para describir el temor patronal a que los teletrabajadores sean menos productivos en casa que en la oficina, a pesar trabajar correctamente desde su domicilio.
Ego patronal. Adicionalmente, Grace Lordan, profesora de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres y Directora Fundadora de The Inclusion Initiative, afirma que estas instrucciones de volver a la oficina están más orientadas por el ego de los empresarios que por el bien del negocio. A este respecto, el documento señala que, a la hora de tomar una decisión, es preferible que un propietario consulte a sus trabajadores antes de que actúe por instinto y de forma visceral. A la cabeza nos viene, sin duda, la forma en la que Elon Musk ha llevado a cabo algunos cambios importantes en Twitter, como el despido masivo de casi el 50% de la plantilla y la eliminación del teletrabajo. Todo ello a cambio de un modo de trabajo ‘hardcore’.
Perspectiva de género. Lordan, además, sostiene que aquellas empresas que den prioridad al formato remoto, reservando el modelo presencial para tareas que no puedan llevarse a cabo de forma virtual, son las que atraerán y retendrán a los trabajadores más cualificados, concretamente mujeres. A este respecto, Anna Lane, presidenta de Women In Banking and Finance, cree que aquellas compañías cuyos mánagers soliciten a sus empleados acudir tres, cuatro o cinco días por semana a la oficina perderán más mujeres que las firmas donde no se dé esta instrucción.
Imagen: Jude Arubi / Unsplash
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