La tarifa TUR es ahora mismo mucho más barata que las alternativas que ofrecen las compañías energéticas, pero cambiarse a ella está siendo un verdadero quebradero de cabeza. Todos queremos pagar menos, pero esta avalancha de cambios está provocando un colapso en las líneas telefónicas. Toda una serie de problemas para los consumidores, pero una situación que ya les viene bien a las empresas.
No debería ser tan difícil pasarse a la TUR. Las quejas estas semanas para pasarse a la tarifa TUR han sido constantes. Actualmente solo cuatro comercializadoras la ofrecen: Baser Comercializadora de Referencia, Energía XXI (Endesa), Comercializadora Regulada Gas & Power (Naturgy) y Curenergía Comercialización de Último Recurso (Iberdrola). Si hacen un par de años el cambio era rápido y sencillo, ahora las líneas telefónicas están ocupadas la mayor parte del tiempo y las colas de espera son muy largas.
Con el mercado regulado tienen muy pocos beneficios. Con la factura de la luz o el gas tenemos dos opciones: el mercado libre, con las distintas ofertas que nos planteen las compañías o el mercado regulado, donde el precio de la energía se basa en el precio mayorista y sigue una serie de restricciones. Si hablamos de gas tenemos la tarifa TUR con un precio marcado en el BOE y si hablamos de luz tenemos el PVPC.
El caso es que los márgenes de beneficios en el mercado regulado son más bajos para las energéticas. A ellos les interesa que los consumidores opten por sus tarifas libres, ya que las condiciones que ofrecen se ajustan mejor a sus previsiones y además pueden añadir servicios adicionales asociados.
Según describe José Luis Sancha, experto en el sistema energético español, los márgenes de la TUR rondan los 20 euros anuales para un consumidor medio. Es una cantidad considerablemente inferior si lo comparamos con los entre 127 y 322 euros por cliente del mercado libre al año de márgenes, según el informe de la CNMC.
Las energéticas niegan que estén poniendo trabas. “Es falso que estemos evitando que nuestros clientes se pasen al regulado o que estemos frenando esos movimientos”, explican a El País desde una de las cuatro comercializadoras. Sin embargo, esta situación ya les conviene.
Pero sí hemos visto irregularidades. La semana pasada el abogado Samuel Parra detectó que Iberdrola marcó con la etiqueta 'noindex' su web de Curenergía. Es decir, Iberdrola marcó su web de la tarifa TUR para que Google no la detectase y por ende fuera más difícil de encontrar por parte de los consumidores. La compañía ya ha vuelto a habilitar la web para los buscadores, pero es un ejemplo de cómo la estrategia inicial de las energéticas es intentar ocultar sus tarifas del mercado regulado.
El Ministerio ya ha enviado avisos y la CNMC ha abierto un expediente. Ante estos movimientos, desde el Ministerio para la Transición Ecológica se publicó un comunicado donde se alertaba de que tienen "la obligación de ofrecer un acceso sencillo y asequible a sus clientes, sin trabas ni obstáculos y con total transparencia".
Por parte de la CNMC se ha abierto un expediente para analizar las dificultades para pasarse a estas tarifas reguladas. A partir de ahora deberán mostrar datos sobre sus servicios de atención telefónica y los tiempos de espera. Unos datos con los que la CNMC revisará que se están cumpliendo con los mínimos requeridos.
La propia ministra Teresa Ribera ha afirmado en el Congreso de los Diputados de que tenía información de que están "dificultando de forma particular" el paso a la tarifa regulada y ha avisado de que "es capital que se permita un cambio de forma ágil".
Desbordados. “Entiendo que deben de estar desbordados en este momento. No me atrevo a decir si están siendo responsables o no. Sí creo que tienen que hacer un esfuerzo por estar a la altura de lo que sus clientes les piden”, exponía Ribera.
Según datos de EFE, si Iberdrola-Curenergía tenía unos 110.000 clientes a finales de septiembre con la TUR, ahora ya se acerca a los 200.000 clientes. Un incremento de más del 70% en el último mes. No sabemos hasta cuándo seguirá siendo más competitiva la tarifa TUR del gas, pero sí está claro que ahora mismo puede ser hasta tres veces más barata. Y eso está motivando una avalancha de cambios que a las energéticas no les interesa.
Imagen | Kwon Junho
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