Las ventanas de los edificios son uno de los elementos menos eficientes a la hora de ahorrar energía. Permiten la entrada de los rayos de Sol haciendo que el habitáculo aumente considerablemente su temperatura y en consecuencia se deba utilizar el aire acondicionado u otros métodos de enfriamiento. La solución a menudo pasa por reducir la entrada de esos rayos de Sol, y unos investigadores de Singapur tienen una idea: líquido que se vuelve opaco con el calor.
Investigadores de la Universidad Tecnológica Nanyang de Singapur han anunciado la creación de este curioso proyecto. Se trata de una ventana líquida que consigue bloquear la entrada de los rayos del Sol lo suficiente como para reducir hasta el 45% del consumo de energía en aires acondicionados, ventilación y más. Todo de forma automática y gracias a las propiedad químicas del líquido que hay en su interior.
Acumular calor de día, liberarlo de noche
La idea planteada detrás de estos paneles transparentes es actuar como ventanas inteligentes. El líquido en su interior es una composición de hidrogel que tiene la peculiaridad de volverse opaco cuando se calienta y transparente cuando está a una temperatura lo suficientemente baja. Actualmente el calor se transfiere muy fácilmente mediante el vidrio, por lo que este líquido intermedio puede servir para reducir drásticamente esta transmisión y aislar mejor el habitáculo permitiendo aún la entrada de luz.
Los investigadores descubrieron que una mezcla concreta de hidrogel, agua y estabilizador hace que el líquido resultante se vuelva opaco en temperaturas más altas y viceversa. Según al cantidad de cada elemento que se mezcle, el líquido se vuelve opaco a temperaturas más bajas o más altas. En la investigación presentada por ejemplo a 29 °C es totalmente transparente, a 30 °C se vuelve traslúcido y a 31 °C ya es opaco.
Al ser una composición que utiliza agua, el líquido retiene el calor y posteriormente lo libera gradualmente cuando las temperaturas se reducen en el exterior (por la noche). Algo por lo que este tipo de ventanas podrían ser muy útiles en oficinas, donde se utilizan principalmente de día y no de noche, pudiendo así liberar el calor cuando no hay personas dentro.
Actualmente ya hay ventanas inteligentes que buscan reducir el consumo de energía. Para ello se añade al vidrio una capa extra que bloquea la entrada de rayos infrarrojos, uno de los principales factores para que se caliente el edificio. Estos investigadores sin embargo dicen que su solución también bloquea parte de la entrada de luz, que también aporta calor. Además de prometer que es más barato fabricar estos paneles líquidos, dicen que son más eficientes que los que sólo bloquean rayos infrarrojos.
De momento todo ello es una investigación y no se ha llevado a cabo una producción en masa de las ventanas. Falta por lo tanto ver cuál es su coste real y si realmente compensa su fabricación para reducir el consumo final de energía en edificios. La idea es sin duda prometedora.
Vía | NTU Singapore
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