Guía rápida para sobrevivir al cambio de nombre de los combustibles (sin destrozar el coche): el ABC de las nuevas etiquetas

Guía rápida para sobrevivir al cambio de nombre de los combustibles (sin destrozar el coche): el ABC de las nuevas etiquetas

61 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
Guía rápida para sobrevivir al cambio de nombre de los combustibles (sin destrozar el coche): el ABC de las nuevas etiquetas

Ha llegado el momento. A partir de hoy, 12 de octubre, los nuevos nombres de los combustibles serán obligatorios y las gasolineras de toda Europa se llenarán de nuevos símbolos y etiquetas. En las últimas semanas, las estaciones de servicio han estado ultimando los detalles para estar listas: comienza uno de los cambios más importantes de las últimas décadas.

Los 28 países europeos unifican los identificadores de sus combustibles con una idea en la cabeza: un ambicioso plan de reformas que permitan disminuir nuestra dependencia ante el petróleo. Pero la duda, hoy, no es esa. Lo que nos preguntamos muchísimos europeos es ¿en qué consiste el cambio y en qué nos afecta a nosotros?

¿Cuáles son los nuevos nombres?

etiquetas

El nuevo sistema no solo usa nuevos nombres, sino que se vale de figuras geométricas para hacernos más sencillo la identificación del combustible que queremos usar. Es decir, las tres nuevas categorías usan pictogramas diferenciados. Los combustibles tipo gasolina usan círculos, los tipo diesel, cuadrados y los gaseosos, rombos. Dentro de estas figuras geométricas, debe aparecer el nombre del combustible.

Gasolina:

  • E85: 85% de bioetanol
  • E5: 5% de biocombustibles (etanol)
  • E10: 10% de biocombustibles (etanol)

Hasta ahora, los números de la gasolina nos hablaban del octanaje; es decir, la capacidad antidetonante del combustible. Algo que antes era muy importante, pero que con la estandarización y los nuevos motores es casi trivial. Por eso, el nuevo sistema nos habla de la cantidad de etanol que lleva el combustible.

Ojo, el combustible que utilizamos ya lleva etanol. Por eso, no estamos ante un cambio de composición, estamos ante un cambio de nombre. El combustible será el mismo que hasta ahora, solo cambia su denominación.

Aunque no hay una relación directa entre porcentaje de etanol y el octanaje (el sistema anterior), las gasolineras - para simplificar el proceso de adaptación - parece que han optado mayoritariamente por la equiparación entre gasolina 95 con E5 y gasolina 98 con E10. Aunque depende de la estación y no siempre ocurre.

Diésel:

  • B7: 7% de biocombustibles
  • B10: 10% de biocombustibles
  • XLT: Diésel sintético

En principio, no hay diferencia práctica entre el B7 y el B10. Para entendernos, será una diferencia muy similar a la que había entre la antigua 95 y la antigua 98. Hace ya mucho que los nuevos motores toleran ambos combustibles sin ningún problema. No obstante, el consejo de los profesionales es seguir las recomendaciones del fabricante que podremos encontrar en sus páginas webs.

Gaseosos:

  • H2: Hidrógeno
  • CNG: Gas Natural Comprimido
  • LPG: Gas Licuado del Petróleo, Autogas
  • LNG: Gas Natural Licuado

¿Cómo sé cuál es mi combustible ahora?

mngueras

Parece un lío enorme, pero no. Suena mucho más complejo de lo que es. Simplificando mucho:

  • Los coches de gasolina tendrán que repostar con E5 o E10 (los del círculo)
  • Los coches diésel o de gasoil tendrán que repostar con B7 o B10 (los del cuadrado)

De todas formas, el proceso de cambio será gradual y está pensando para que nos acostumbremos poco a poco al nuevo sistema. Por eso, durante un tiempo, convivirán ambas denominaciones. Y, por supuesto, podremos seguir usando los colores tradicionales como referencia.

Y todo esto, ¿Para qué?

Juan Fernandez 676195 Unsplash 1

A principios de esta década, la Comisión Europea apostó por una reducción del 60% de las emisiones de CO2 del transporte con respecto a los niveles de 1990. No es solo una cuestión climática, también es una jugada de soberanía energética frente a la pinza geopolítica de Rusia y Oriente Medio. En Bruselas llevan 20 años intentando liberarnos del petróleo.

Para conseguirlo, Europa decidió que hacer dos cosas: promover los combustibles (y las fuentes de energía) alternativos y desarrollar las infraestructuras adecuadas. Ninguna de las dos cosas es sencilla. Lo ideal sería hacer ya la transición al coche eléctrico. Sin embargo, las limitaciones tecnológicas y las inversiones necesarias lo hacen inviable.

Por eso, y sin perder de vista la electrificación, Bruselas se convenció de que cosas como el hidrógeno, los biocarburantes o el gas natural eran las alternativas con más potencial para limitar nuestra dependencia al petróleo a medio plazo. Sobre todo, porque no hay que hacer grandes inversiones.

El resultado de todo eso lo veremos a partir de hoy en todas las gasolineras: un nuevo sistema de etiquetado de carburantes que pretende acostumbrar al público a los biocarburantes de una forma rápida y sencilla. Esperemos que tenga éxito, hay muchas cosas en juego.

Imágenes | Nacho Gomni

Comentarios cerrados
Inicio