Decenas de buques metaneros se encuentran dando vueltas cerca de las costas españolas, incapaces de descargar el gas natural licuado porque los tanques de las regasificadoras están prácticamente llenos. En estos momentos hay exceso de gas y el precio ha caído significativamente. Una "situación excepcional", como ha llegado a describir Enagás.
Más de 35 buques vagando. Se calcula que hay aproximadamente unos 700 buques metaneros en todo el mundo. De ellos, más de 35 se encuentran ahora mismo vagando por las aguas alrededor de España, desde el Mediterráneo hasta el Atlántico, estando al menos ocho de ellos anclados en la Bahía de Cádiz sin poder descargar el GNL.
Ni España, líder europeo, tiene tanta capacidad de almacenamiento. España es potencia europea con el gas. Dispone de seis regasificadoras y cuenta con el 44% de toda la capacidad europea. No obstante, en estos momentos no es suficiente para abarcar todo el gas que está llegando. España es la gran puerta de entrada del GNL y por ello también es el destino favorito de los buques metaneros.
El gas se encuentra en un cuello de botella. Europa ha llenado sus reservas para prepararse de cara al invierno, lo que significa que ahora mismos sus almacenes ya no dan a basto y no admiten más cantidad. El problema es que hay muy poca capacidad de interconexión, por lo que España no puede enviar tanto a gas al resto de Europa como le gustaría.
En caso de haber una mayor movilidad del gas entre los países, el flujo de descarga y envío sería más fluido y estos barcos que ahora están dando vueltas podrían descargar más rápido. Según Enagás, en España descargan a la semana unos 7 u 8 buques metaneros. "Esta situación no es un hecho aislado del Sistema Gasista Español, sino que se repite en otros países de nuestro entorno", explican.
Hasta noviembre la situación no tiene pinta de cambiar. Según los cálculos de Enagás, hasta la primera semana de noviembre la situación no tiene previsión de cambiar. Los niveles de reservas del gas seguirán estando por encima del 90%. A medida que se acerque el invierno, la situación podría cambiar drásticamente. Ahora mismo Europa tiene un nivel de demanda energética más bajo, pero cuando haga más frío se empezará a gastar más gas. Y ahí habrá que ver si estas reservas son suficientes.
Un colapso que ya va bien (por el precio). Al final el precio lo marca todo. Ahora mismo el gas está barato y los permisos para descargar en los puertos está muy alto. Esto hace que los retrasos para los buques metaneros puedan llegar a salirles incluso a cuenta. Es cierto que navegar por el mar durante semanas es un gasto, pero ahora mismo descargar el gas en el puerto tiene un precio muy alto y el gas ya no se paga tan bien.
A medida que se acerque el invierno el precio del gas previsiblemente volverá a subir a medida que haya más demanda. Será entonces cuando las regasificadoras volverán a tener espacio. Y estos barcos metaneros que han estado esperando tendrán una nueva oportunidad.
Imagen | UCL Energy Institute
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