Efectivamente, un agujero negro de menos de 20 kilómetros de diámetro y una masa de entre 2,6 y 6,1 la del Sol. Eso es lo que creen haber encontrado un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio a 10.000 años luz de distancia, justo en el borde exterior de la Via Láctea.
Si están en lo cierto, no solo se trataría del agujero negro más pequeño jamás localizado, sino que inauguraría toda una nueva clase de astros de este tipo que eran, hasta ahora, un enorme misterio. ¿Qué sabemos de este curioso agujero negro de bolsillo?
El agujero negro más pequeño que conocemos
Normalmente, la única forma que tenemos de observar 'directamente' un agujero negro es a través de la radiación de rayos X que genera su disco de acreción (la materia que rodea al agujero). Sin embargo, en este caso dicha estrategia no era posible, el objeto estaba 'inactivo' y tuvieron que recurrir a sistemas indirectos
En este caso, los investigadores revisaron un más de 100.000 estrellas para identificar algunas de ellas que parecieran tambalearse debido a los efectos gravitacionales inducidos por otros objetos cercanos (el agujero que buscaban). Finalmente, el equipo de Christopher Kochanek se centró en un sistema binario (J05215658).
¿Y si lo que hasta ese momento creían que eran dos estrellas, se trataba en realidad de un agujero negro orbitando alrededor de una estrella cada 83 días? Esto sería un bombazo cosmológico porque hasta ahora sabíamos que, al explotar, las estrellas "pequeñas" se transforman en estrellas de neutrones y las "grandes" en agujeros negros. Sin embargo, no tenemos claro cuál es el umbral. Este descubrimiento (si se confirma) podría darnos la pieza que nos falta.
Imagen | NASA
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