La NASA y la Agencia Espacial Canadiense tienen un nuevo telescopio. Se trata de SuperBIT, un telescopio que ni es uno terrestre ni uno espacial. SuperBIT está diseñado para tener las ventajas de un telescopio espacial con el coste de un telescopio terrestre. Todo ello gracias al lugar donde opera: el borde de la atmósfera.
Desarrollado en conjunto por las universidades de Durham, Princeton y Toronto, el telescopio está listo para comenzar a operar. La Royal Society Academy lo ha presentado recientemente y ha detallado cuáles van a ser sus funciones y características.
El SuperBIT va a elevarse lo suficiente como para superar el 99,5% de la atmósfera de terrestre. De este modo el telescopio es capaz de tener unas vistas claras y sin la contaminación producida por la atmósfera. Es la razón por la que tenemos también telescopios espaciales como el Hubble y el futuro James Webb. Al no haber atmósfera de por medio, las imágenes son mucho más claras y permite una observación más precisa.
Para elevarse al borde de la atmósfera el telescopio hará uso de un gigantesco globo que le permitirá flotar casi en el espacio. A esa altura generalmente los globos de helio acaban perdiendo su presión y caen de vuelta a la Tierra en cuestión de días. Sin embargo, con el SuperBIT los ingenieros de la NASA y la Agencia Espacial Canadiense están usando unos globos de superpresión especiales que permiten al telescopio estar por mucho más tiempo en el aire.
Primera misión en 2022 y una alternativa más económica a los telescopios espaciales
La idea es lanzar el SuperBIT el próximo mes de abril de 2022. desde Wanaka, al sur de Nueva Zelanda. El objetivo es que sobrevuele y rodee la Tierra varias veces antes de caer de vuelta a la superficie. Esto sin embargo no significará el fin del telescopio, que puede volver a elevarse con un nuevo globo y realizar más observaciones en el futuro.
Es una de las grandes ventajas de este SuperBIT frente a los telescopios espaciales como el Hubble o el James Webb. Al no tener que transportarse hasta el espacio y no tener que ser equipado para un entorno tan adverso como el espacio, es mucho más económico. La Royal Society Academy dice que su coste ha sido de unos 5 millones de dólares, unas mil veces más barato que un satélite espacial con las mismas capacidades.
Vía | Space
Más información | Royal Society Academy
Ver 3 comentarios