2020 ha sido un año fatal para el enorme radiotelescopio de Arecib. Lo que empezó con un par de cables rotos y siguió con el anunció oficial de su demolición, terminó con la plataforma derrumbándose y haciéndose añicos. El radiotelescopio de Arecibo era el segundo más grande del mundo, solo por detrás del ruso RATAN-600, pero ahora ese puesto ha quedado ocupado por el FAST chino, un radiotelescopio de 500 metros que en 2021 se abrirá a la comunidad internacional.
A partir del año que viene, China comenzará a aceptar solicitudes de científicos internacionales que deseen hacer mediciones usando el FAST (Five-hundred-metre Aperture Spherical Telescope o telescopio esférico de quinientos metros de apertura). Actualmente el radiotelescopio se usa, principalmente, para capturar señales de radio emitidas por, sobre todo, púlsares.
Una enorme estructura que se abre al mundo
China propuso la construcción del telescopio en 1994. El proyecto se aprobó en 2007 y se comenzó a construir en 2011. Para 2016 el FAST estaba listo, no sin antes tener que reubicar a unos 10.000 habitantes que vivían en la zona. Su presupuesto fue de 700 millones de yuanes, unos 87,8 millones de euros al cambio, pero el coste final fue de alrededor de 150 millones de euros al cambio.
El FAST está ubicación en Pingtang, en la provincia de Guizhou. Tiene un diámetro de 500 metros, de ahí su nombre, aunque solo se usan 300 metros. Sin embargo, pero su sensibilidad es tres veces mayor que el de Arecibo y tiene el doble de ángulo que el de Arecibo (40º frente a los 20º del telescopio en Puerto Rico). Además, a su alrededor hay un área de cinco kilómetros en la que no se permiten móviles ni ordenadores, algo pensado para evitar señales intrusas que puedan afectar a las mediciones.
Comenzó a operar en fase de pruebas en 2016, pero solo los científicos chinos podían acceder a él. Durante esta fase de pruebas, el FAST descubrió más de cien púlsares. Un púlsar es una estrella de neutrones que gira rápidamente y que emite cierta radiación periódicamente y con de forma regular. Que el FAST se iba a abrir a la comunidad internacional es algo que se sabe desde hace algún tiempo. A finales de 2019, Nature adelantó el dato tras hablar con Zhiqiang Shen, director del Shanghai Astronomical Observatory.
Según explica Wang Qiming, inspector jefe del centro de operaciones y desarrollo del FAST, "nuestro comité científico tiene como objetivo hacer que FAST se abra cada vez más a la comunidad internacional". Eso supondría un buen empuje para China, que tiene como objetivo convertirse en el líder mundial en inteligencia artificial, espacio, energías renovables y robótica para 2035.
Vía | Phys.org
Imagen | fast.bao.ac.cn
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