Llegan las Oriónidas, la lluvia de estrellas propia de estas fechas y causada por uno de los cometas más emblemáticos de la astronomía: el cometa Halley.
Las Oriónidas llegan este fin de semana a su pico. Si bien sus primeros destellos se pudieron apreciar ya a comienzos de octubre y la lluvia se mantendrá hasta comienzos del mes que viene, las noches del 20 y 21 de octubre serán las idóneas para ver esta lluvia de estrellas.
Durante su pico, las Oriónidas pueden brindarnos cerca de 20 destellos cada hora (aunque pueden alcanzar los 70). Si a esto añadimos que el pico cae en fin de semana, su observación nos resultará aún más conveniente.
Pero, ¿cómo verlas? Como ocurre habitualmente, esta lluvia de estrellas debe su nombre al punto del que irradian, la constelación de Orión. Este punto será visible desde España aproximadamente a partir de medianoche y hasta el amanecer. Las estrellas parecen proceder de este punto pero pueden verse en cualquier lugar del cielo.
Para verlas lo mejor es evitar la contaminación lumínica. Para ello deberemos apartarnos lo más posible de ciudades y otras áreas particularmente iluminadas.
La luna está en fase creciente pero aún no ha llegado a su cuarto. Esto quiere decir que su luminosidad nos estorbará ligeramente a la hora de poder apreciar esta luna de estrellas, pero hay una buena noticia, y es que nuestro satélite no tardará en ocultarse por el horizonte dejándonos una buena visibilidad si la meteorología y la contaminación lumínica nos lo permiten.
Las Oriónidas se producen cuando, hacia octubre, la órbita de nuestro planeta se cruza con la estela de hielo, polvo y rocas dejada atrás por el cometa 1/P Halley, llamado así en honor al astrónomo Edmund Halley. Este cometa se acerca a nosotros solo cada 76 años, pero sus lluvias de estrellas se manifiestan con periodicidad anual.
Esto se debe a que la Tierra cruza dos veces por esta estela, una en mayo y otra en octubre. Del cruce primaveral surge otra lluvia de estrellas, las Eta Acuáridas, lluvia que alcanza su pico a comienzos de ese mes.
Las Oriónidas tienen otra característica que las hace singulares, y es su gran velocidad. Los fragmentos que causan esta lluvia de estrellas cruzan nuestra atmósfera a velocidades cercanas a los 238.000 kilómetros por hora.
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