Intrigante, lejano y lleno de misterios. Desde hace mucho tiempo que Marte ocupa un lugar de privilegio en el interés de la humanidad por desvelar los principales secretos de este planeta del sistema solar caracterizado por sus dunas de polvo rojizo, cráteres y volcanes.
La enorme cantidad de misiones que hemos enviado es prueba de esta singular atracción. Desde la década de 1960, más de cuarenta cohetes han despegado con diferentes sondas para estudiar a nuestro pequeño vecino, pero en los últimos años se han hecho avances sorprendentes.
Cada vez sabemos más sobre el desaparecido campo magnético de Marte
A diferencia de nuestro hogar en el universo, Marte no tiene un campo magnético global que le proteja de la radiación solar. Este escenario, como posiblemente imaginas, es un gran obstáculo de cara a las intenciones alcanzar la permanencia humana a largo plazo en el planeta rojo.
El problema es de tal magnitud que desde la NASA se plantean crear pequeñas magnetósferas para mejorar la seguridad de los astronautas. Y, aunque desde el punto de vista técnico esto podría ser posible, todavía tenemos algunos otros obstáculos de importancia que superar.
Como señalan desde la agencia espacial estadounidense, sabemos que Marte tuvo un campo magnético hace más de 4.000 años, pero no sabemos por qué desapareció, lo que nos impide tener los suficientes datos para conocer en profundidad la historia del planeta.
Ahora bien, un estudio realizado por investigadores de la Academia China de Ciencias (CAS) en colaboración con otros institutos presenta una serie de hallazgos que dan luz a lo que podría haber sucedido, en parte gracias a datos recopilados por las misiones InSight y Zhurong.
Poco tiempo antes de ser azotada por una tormenta de polvo, entrar en modo seguro y transitar una lenta agonía hasta decir adiós, el robot InSight de la NASA registró un campo magnético de 2000 nT en su zona de aterrizaje en Elysium Planitia. Zhurong llevó a cabo la misma tarea pero en 16 sitios.
En diferentes puntos a lo largo de Utopia Planitia, el rover chino obtuvo datos diferentes a los del robot estadounidense. El campo magnético detectado variaba entre el cercano a cero y los 30 nT. “Zhurong aterrizó en un área de magnetización excepcionalmente baja”, sugieren los científicos.
Frente a este escenario, los responsables del estudio creen que esta región del planeta rojo puede tener un campo magnético tan débil debido a dos razones. Una de ellas es que desde su formación hace miles de años ha permanecido con estas tenues características magnéticas.
La otra es que un suceso de gran magnitud se convirtió en el vector para su “desmagnetización”. Los investigadores señalan el cráter de 5 kilómetros de radio en el que se encontraba el rover Zhurong podría haberse formado por un impacto masivo que causó el mencionado efecto devastador.
Con estos datos sobre la mesa, los investigadores ahora tienen más recursos para desarrollar una amplia variedad de estudios sobre el planeta, muchos de los cuales serán de vital importancia para una futura colonización. Elon Musk, por su parte, confía que aterrizaremos en Marte esta década.
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