El fin de Windows 7 ha llegado después de 10 años de vida. A partir de hoy, Microsoft cierra oficialmente el soporte a Windows 7 y para quien siga usando esta versión de Windows espera un vacío de actualizaciones de seguridad y un aviso enorme por parte de Microsoft al iniciar el PC para que el ordenador se actualice a Windows 10.
Un mercado especialmente afectado por el EOL de Windows 7 es el de empresa, tanto por volumen como por las consecuencias de seguridad asociadas a mantener Windows 7 como sistema operativo en sus equipos.
Windows 7: el sistema operativo que se resiste a morir
Pese a que hace ya cinco años que el soporte estándar de Windows 7 finalizó y se quedó exclusivamente con el extendido (que se basa solamente en actualizaciones de seguridad), su importancia en el mercado de PCs no es baladí. De ahí que este EOL sea especialmente crítico.
Hasta que apenas quedaban seis meses para el fin de soporte para Windows 7, el que es considerado como uno de los sistemas operativos más estables de la empresa y el último sin funcione clave como la tienda de aplicaciones integrada, se mantenía por encima del 45% de cuota de mercado en portátiles y equipos de sobremesa.
Esta solidez de un sistema operativo tan veterano la ha sufrido especialmente Windows 10, que hasta finales de 2018 no consiguió superar en cuota de mercado al sistema que ahora dice adiós.
La reducción de cuota de mercado de Windows comenzó a ser evidente a partir de mitad de 2019. En esos seis meses de finales de 2019, la cuota de Windows 7 cayó casi 10 puntos.
Pese a ello, en diciembre de 2019, a unos pocos días del EOL de Windows 7, su cuota de mercado según Netmarketshare era todavía superior a un 25%. Windows 10, con más de 900 millones de dispositivos ya activos, apenas conseguía un 54% de cuota.
Así afecta el EOL de Windows 7 al mercado de PCs
Con un parque de equipos todavía con Windows 7 estimado de más de 200 millones de ordenadores, tanto de sobremesa como portátiles, el mercado de PCs no es ajeno a un punto de no retorno como es el fin de Windows 7.
En los últimos seis años, las ventas de PCs, salvo trimestres muy concretos, han sufrido una tendencia a la baja muy sólida. Sin embargo, la necesidad de renovar millones de equipos en poco tiempo en el sector profesional va a ser el principal impulsor de la rotura de esa tendencia negativa en ventas tanto en 2019 como especialmente en 2020, según los analistas.
El primer repunte importante del mercado de PCs se produjo en el primer trimestre de 2018, confirmado en el segundo trimestre con un 2,7% de crecimiento en ventas según IDC y de un 1.4% según Gartner, compañía que incluye tablets con Windows con teclado accesorio pero no Chomebooks. Llegaba tras un par de trimestres de 2017 con crecimiento cero y que siguieron a cinco años de reducción de ventas.
Esta mejoría en 2018 los analistas la asocian a un mercado de componentes que por fin podía proveer al ritmo que el mercado demandaba y que era clave para que en el mundo de la empresa se produjera la renovación de equipos con Windows 7. En EMEA, en ese periodo de 2018, mientras el mercado de consumo reducía sus ventas más de un 5%, el de empresas crecía por encima de un 6% con esa renovación de equipos.
Pero las buenas noticias para el mercado de ventas de PCs no se repitieron en los dos últimos trimestres de 2018, donde regresó la tendencia a la baja en ventas respecto al año anterior con un retroceso de más del 4% según Gartner, lo que daba un global negativo para 2018 superior al 1%.
El sector profesional: el grueso del cambio a Windows 10 en 2019
Con el estreno de 2019 y a un año vista del fin de Windows 7, las ventas de PCs siguieron reduciéndose de manera global. Solo las tres principales compañías (Lenovo, HP y Dell), con ventas importantes en el sector profesional, ofrecieron datos de crecimiento, lo que les permitió además ganar a las tres cuota de mercado global.
El mismo patrón se repitió en el segundo trimestre de 2019, con Lenovo consolidando su primer puesto y un crecimiento en ventas superior al 15% respecto al mismo periodo del año pasado.
Pero la confirmación del crecimiento de ventas gracias a la renovación de equipos por el fin de Windows 7 en la empresa llegaría en el tercer trimestre del año, negativo o plano en los seis años anteriores, y que creció entre un 1 y un 3%. Tanto IDC por medio de su vicepresidente Linn Huang como Gartner con declaraciones de su analista principal Mikako Kitagawa, dan al EOL de Windows 7 como disparador de ese crecimiento.
En España, los datos de IDC también corroboran el empuje del mercado de empresa. En 2019 estaba previsto que el mercado de PCs en España supusiera un global de ventas de 3.2 millones de unidades vendidas, lo que supone un descenso del 1% respecto al año anterior. Pero el reparto por mercados es muy diferente.
Mientras que el de consumo (51% de cuota de mercado en España) reduce sus ventas un 6%, el de empresa estaba previsto que aumentara sus unidades distribuidas en un 6%, en buena parte provocado por esa renovación de equipos en el ámbito de la empresa. Para 2020, las expectativas son todavía mejores e IDC vaticina para España un crecimiento anual del 2%.
El efecto del EOL de Windows XP también supuso una alteración del ciclo natural de ventas del mercado de PCs, pero con mucho menos impacto. De hecho, entre finales de 2013 e inicios de 2014, justo llegando al final de Windows XP, las ventas de PCs siguieron siendo negativas respecto a años anteriores aunque las previsiones catastróficas con retrocesos de más de 6 puntos finalmente se suavizaron por la renovación de equipos, aunque sin conseguir mejoras las ventas.
El fin de Windows 7 se suaviza para las empresas
Estos datos ligeramente positivos del PC se están produciendo pese a que las condiciones de renovación no son las ideales debido a la escasez de componentes en el mercado, tal y como han advertido dos gigantes como Dell y HP en la presentación de resultados del último cuarto de 2019: renovar la flota de equipos no es sencillo para las empresas más allá del coste que puede suponerles.
Tanto HP como Dell apuntan a Intel como parte responsable de que esa transición mediante renovación de equipos no se haya realizado todavía.
Con tan poco tiempo para renovar equipos y con la problemática de la escasez de componentes, las empresas buscan otras soluciones. La más lógica: mantener el hardware actual pero migrar a Windows 10.
Es una de las soluciones que plantea Steve Fieler, Chief Financial Officer de HP. Las empresas tienen la opción de actualizar a Windows 10 sus equipos actuales con Windows 7, los cuales todavía ofrecen especificaciones técnicas que quedan dentro de lo mínimo recomendable por Windows 10.
En el caso de las empresas, pasarse a Windows 10 es más sencillo e incluso gratis según los planes contratados. Los equipos el servicio de Microsoft 365 Empresa tienen una actualización gratuita a Windows 10 Pro sin coste adicional.
También hay facilidades para, en caso necesario, mantener funcionales equipos Windows 7, incluyendo actualizaciones de seguridad. Microsoft las facilitará hasta enero de 2023 si las compran las empresas para sus equipos con Windows 7 Professional y Windows 7 Enterprise.
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