La compañía surcoreana Samsung fue de las primeras en subirse al carro de la realidad virtual con sus Gear VR con el que ver contenidos 360, jugar a juegos de realidad virtual o disfrutar de toda la experiencia que ofrece gracias a la tecnología Oculus.
Era un paso lógico esperar que lanzasen un dispositivo para que el usuario fuera capaz de crear sus propios contenidos 360. Así es como llega al mercado la cámara Gear 360, una de las cámaras 360 más completas dentro de la categoría doméstica. Gear 360 se sitúa como competencia directa de LG Cam 360 y Ricoh Theta S entre otras, veamos cómo rinde en calidad y sus distintas funcionalidades.
Diseño esférico y compacto
Si algo queda claro dentro de este segmento de cámaras 360 en el que nos movemos es que los fabricantes apuestan por la configuración más básica para crear este tipo de contenidos. Dos sensores en lados opuestos abarcando cada uno 180º de campo visual.
La propuesta de Samsung difiere en cuestión de diseño del resto de soluciones con siendo un modelo muy compacto, con forma de esfera de cerca de 6 centímetros de diámetro. Un tamaño comprendido entre una pelota de golf y una de tenis, para entendernos. En cuanto a peso, 152 gramos, algo más que otras cámaras del segmento.
Si bien la primera impresión es que tiene un tamaño muy contenido, el uso del día a día se complica debido a que los bolsillos, mochilas y la mayoría de lugares de transporte de objetos no están pensados para dispositivos con ese volumen. Este punto también es importante a la hora de utilizarla y es por ello que Samsung ofrece junto con la cámara una bolsa de transporte y un minitrípode que hace las veces de minipalo selfie para grabar vídeos y no tapar ninguno de los dos objetivos.
Samsung Gear 360 | |
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Dimensiones y peso | 66.7 x 56.3 x 60.1 mm |
Sensores |
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Resolución |
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Autonomía | Batería extraíble 1.350 mAh |
Almacenamiento | MicroSD |
Conectividad | Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac (2.4/5GHz) |
Apps | Android (sólo disponible para Samsung) |
Precio |
La cámara Samsung Gear 360 está preparada para trabajar tanto de manera autónoma como conectada a un smartphone. Sin embargo pero no a un terminal cualquiera cualquiera, sólo es compatible con smartphones Galaxy de última generación, de Galaxy S6 en adelante.
Para el funcionamiento autónomo la cámara dispone de una pantalla P-OLED en la parte superior y tres botones, el de disparo al lado de la pantalla y otros dos con los que podremos navegar por los menús, cambiar pequeños ajustes y realizar fotografías o vídeos.
La parte inferior es lo poco que separa a la Gear 360 de una esfera, es una parte plana para que sirva de soporte natural para la misma cuando la dejas en cualquier superficie. En esa zona tenemos una rosca estándar para trípode o selfie.
En el lateral contrario a los botones tenemos una tapa que esconde la ranura de la batería así como la ranura microSD y el conector de carga microUSB. Esta tapa tiene unos bordes gomosos que garantizan cierta estanqueidad. Gear 360 tiene certificación IP53, es decir, resistencia a salpicaduras de agua, que no sumergible, y también protección ante la entrada polvo.
Al tener formato esférico, la distancia entre lentes y sensores es mayor que en otras cámaras 360 del mercado y es algo que se hace notar en el resultado final ya que es más complicado realizar la unión de ambas imágenes, como veremos en el apartado calidad.
¿Qué podemos hacer con Gear 360?
Esta cámara nos permite capturar vídeos 360 en resolución que llega a 4K, fotografías de 25,9 Mpx, timelapses con tiempo definible entre imágenes e incluso un modo de grabación continuo que nos permite guardar los últimos 5 minutos de la grabación para ahorrar espacio en la tarjeta.
Como podemos ver es una cámara muy interesante y vamos a ver punto por punto de lo que es capaz. Empezamos por el terreno fotográfico, habitualmente en el que mayor calidad ofrecen este tipo de cámaras. Samsung Gear 360 monta dos sensores CMOS de 15 Mpx con sendas lentes ojo de pez 180º f./2.0, apertura más que notable.
Gracias a ello se pueden conseguir fotografías 180º (usando sólo un sensor) de 15 MPx o bien fotografías de hast 25,9 Mpx si se utilizan ambos sensores, en formato 360º. Esta funcionalidad es única en este tipo de cámaras, la mayoría sólo permiten grabar vídeo 360 y con Samsung Gear 360 podríamos sacar partido a su formato compacto para ser utilizada como una cámara de acción tradicional. Es muy interesante la aplicación móvil que da acceso a controles manuales, ofrece la posibilidad de hasta hacer fotografías HDR o variar la exposición, entre otros.
El apartado vídeo queda cubierto por varios modos de grabación 360 que llegan hasta resolución 4k a 30fps y tiene un modo de grabación 60 fps a 2.560 x 1.280 px. Y el resto de resoluciones graba a 30 fps son: 2.880 x 1.440px, también 2.560 x 1.280px y 1.920 x 960 px. Todo ello se puede ajustar desde la propia cámara usando pequeña pantalla de 0,5 pulgadas y los botones integrados. Para acceder a controles manuales y más ajustes tenemos que recurrir al móvil.
El modo timelapse tiene posibilidad de generar vídeos de resolución 4k (3.840 x 1.920px), 2.560 x 1.280px y 1.920 x 960 px. También se puede elegir el tiempo entre captura de imágenes aunque este parámetro así como la exposición, valor ISO y resto de ajustes sólo se puede ajustar desde la aplicación móvil.
Tiene un modo de grabación continuo que han bautizado como Video looping. Ofrece una manera muy inteligente de ahorrar espacio en la tarjeta de memoria grabando sólo lo que realmente queramos. Funciona de la siguiente manera, la cámara llena un buffer de 5 minutos y a partir de entonces comienza a sobreescribir los minutos iniciales. Así pues tendrás siempre a mano siempre los últimos 5 minutos de metraje que se salvarán al pulsar otra vez el botón de captura.
Este tipo de grabación es interesante para coches o grabaciones de procesos o situaciones monótonas donde queremos salvar lo que se salga de lo habitual. Con este modo nos evitamos tener vídeos de muy larga duración que agoten la memoria disponible en la tarjeta microSD que utiliza la cámara.
Como se puede ver, Gear 360 es una cámara que promete ser muy versátil de manera autónoma y realmente completa cuando se utiliza junto a un smartphone. Es aquí donde nos topamos con el primer muro de esta solución, no vale cualquier smartphone, ni siquiera cualquier smartphone Samsung. Se necesita un smartphone Galaxy S6 o S7 en cualquiera de sus variantes.
¿Limitaciones Samsung innecesarias?
Ya hemos visto anteriormente en el mundo de la tecnología cómo una compañía evita la interoperabilidad con otros o, mejor dicho, la compatibilidad plena con dispositivos de la misma categoría de producto. Apple es un claro ejemplo de ello apostando por conectores propietarios en lugar de estándares derivados del USB en iPads y iPhones, por ejemplo.
Samsung ya nos ha dejado entrever que está siguiendo una línea muy parecida como hemos visto con la llegada de sus primeros smartwatches o bien con las gafas VR Galaxy Gear. Con la llegada del reloj Gear S2 la compañía prometió compatibilidad con smartphones Android sin ningún tipo de restricción si cumplían unos mínimos requisitos de hardware.
Lo que parecía un cambio en la política de la compañía se ha quedado en sólo un amago visto que volvemos a los mismos derroteros con su nueva Gear 360. La homónima aplicación de control de la cámara se distribuye vía la plataforma de aplicaciones Samsung Apps y no es que sólo funcione con smartphones Samsung, sino que sólo lo hace con smartphones Samsung de la gama más alta, familias Galaxy S6 y Galaxy S7.
La compañía esgrime unas palabras a su favor en este campo y es que debido al peso del procesado de imágenes y vídeos 360 se requiere una GPU potente que sólo se encuentra en esos terminales Samsung.
Los vídeos se graban con la cámara en formato de doble imagen, una proveniente de cada sensor, y es el smartphone el encargado de procesarlas y convertirlas al formato esférico. En caso de que no dispongas de un smartphone de tales características, Samsung ha llegado a un acuerdo con Cyberlink para ofrecer una licencia de Action Director para procesar, editar y montar vídeos 360º. Es decir, en el pack de la cámara tenemos una licencia de dicho programa.
Gear 360 Action Director es muy sencillo de utilizar. Tiene un funcionamiento por bloques que arrastras a la línea de tiempo y permite crear transiciones y títulos para los vídeos. Sin embargo, aquí nos encontramos con otra limitación: sólo está disponible para Windows.
¿Era realmente necesario atar a los usuarios a un smartphone de alta gama Samsung para sacar todo el partido de la cámara? Seguramente para el procesado sí sea necesario al menos si no tenemos un smartphone de gama alta y no queremos eternizarnos en esa tarea. Pero también queremos comentar que probablemente no sea el caso de usar el móvil como control remoto y ajustar los controles manualmente.
En resumen, si no tienes un smartphone de las familias Galaxy S6 o Galaxy S7 no podrás acceder a todas las funcionalidades de la cámara. Además, si no tienes un PC con Windows Samsung no te facilita una forma de procesar los vídeos grabados y tendrás que buscarte la vida con otros programas de edición. Aparte queda el tema de tener que inyectar posteriormente los metadatos espaciales para que plataformas online entiendan que hablamos de material 360.
Usando la cámara, juego de niños
Samsung ha creado un dispositivo de fácil uso ya que con sólo tres botones se puede acceder a todas sus funcionalidades. La pantalla P-MOLED de 0,5 pulgadas ayuda a ver qué modo se ha elegido e incluso el tiempo de grabación disponible o en uso según estemos grabando o no.
La pantalla P-OLED es muy cómoda para hacer una configuración rápida
De esta manera nos podemos ir con la cámara sin necesidad de smartphone, situarla en un trípode o donde queramos y comenzar a grabar o echar fotos sin mucho problema.
Para un usuario más avanzado que quiere comprobar el nivel de exposición, ISO o modo HDR de las tomas y ajustarlo a su gusto se hace necesario el uso de la aplicación móvil Gear 360. Para ello necesitamos conectar la cámara vía Bluetooth.
Una vez hecho, abrimos la aplicación y vemos una interfaz que se nos muestra muy sencilla, con la misma estética que la aplicación de cámara de Samsung. Es entonces cuando podremos realizar todo tipo de ajustes manuales tanto en vídeo, como en fotografía o bien incluso modificar los segundos entre capturas del timelapse, entre otros..
Si bien no es necesario llevar a cabo todo este tipo de ajustes sí que es recomendable para evitar zonas sobreexpuestas o muy oscuras en la grabación. En caso de no utilizar el smartphone, todos los ajustes se realizan de manera automática y, si bien los resultados son buenos, Gear 360 no siempre acierta.
Fotos 360 soberbias, vídeos... no tanto
La apuesta de Samsung es muy similar a otras que hemos probado. Dos lentes, dos sensores y una resolución buena para fotos, pero algo corta para cubrir todo el espacio 360 en video.
Samsung permite capturar fotografías de una resolución muy alta, esto implica que incluso tras el formato esférico ofrecen una gran cantidad de detalles. Tenemos dos sensores que capturan imágenes estáticas de 16 Mpx cada uno y, una vez montado, el resultado final para ser visualizado en 360 da una imagen de prácticamente 26 Mpx.
De esta forma se cubre bien todo el espacio alrededor de la cámara y tenemos resolución incluso para poder hacer zoom en la imagen y ver pequeños detalles con nitidez sin empezar a notar pixelación. Hay una gran diferencia entre lo que se puede conseguir fotográficamente con esta cámara y lo que se puede conseguir en vídeo.
La cámara Samsung es de las más versátiles que han visto la luz en el mercado 360 doméstico. Ofrece posibilidades que van más allá de la foto 360 automática, ya que puedes variar distintos ajustes como el ISO, la exposición o el balance de blancos para conseguir la captura que buscas. También podemos crear timelapses desde la propia cámara eligiendo el tiempo entre capturas y la cámara genera en su interior un vídeo reproducible sin problemas.
A esto se une la posibilidad de elegir la configuración que queramos de entre los dos sensores para cualquier modo, es decir, podemos utilizar el delantero, el trasero o bien utilizar ambos (formato 360).
Si eliges sólo un sensor, conviertes automáticamente a la Gear 360 en una cámara que ofrece vídeos similares a los de una cámara deportiva con un angular de prácticamente 180º. La calidad registrada es muy decente en este modo tanto en vídeo como en fotografía.
La calidad en fotografía 360 de la cámara Samsung es un punto fuerte
Ahondando en el apartado vídeo, estamos ante una cámara que ofrece la posibilidad de grabar con dos cámaras en formato 360 y ofreciendo un archivo final, después del cosido de las dos imágenes con una resolución 360 4K.
Dentro del segmento del gran consumidor Gear 360 compite con, entre otros, el modelo LG Cam y Ricoh Theta S que ya hemos probado y es de los que mejor calidad de imagen ofrece en vídeo 360.
Esto se debe a que el vídeo 360 que se genera cuando seleccionamos la máxima calidad tiene una resolución 4K nativa tras unir las imágenes de ambos sensores. Aquí tenemos que pecar de un doble rasero: si bien es de las que mejor calidad ofrece en vídeo 360 de las que hemos probado de manera objetiva, aún queda mucho camino por recorrer para afirmar que tiene calidad suficiente para ir más allá de la propia sensación de inmersión 360 / VR.
La diferencia de calidad que tenemos entre vídeos capturados por móviles actuales y grabaciones profesionales es muy pequeña en comparación con la calidad de la grabación 360 de esta generación de cámaras y las grabaciones profesionales que hemos visto en demos VR.
El cosido/stitching que realiza la aplicación Gear 360 no es mala, la zona donde se unen las imágenes de ambos sensores queda muy disimulada como podéis ver en los vídeos. Sin embargo, sí que hay un pequeño problema en el ajuste de exposiciones de ambas tomas, no hay degradado ninguno entre ellas y ese cambio de luz es lo que realmente delata la zona de cosido entre las imágenes de ambos sensores.
Nos ha gustado bastante el array de micrófonos integrado ya que hace un ajuste muy inteligente de volumen según la situación en la que estemos. En nuestras pruebas ha sido capaz de recoger audio en directo de conciertos y ensayos donde la presión sonora es muy elevada y otras cámaras capturan audio distorsinado/quemado.
Para finalizar queremos destacar de nuevo que si bien queda lejos de alternativas que ofrecen una mayor calidad de grabación como Omni de GoPro u otras soluciones enfocadas a un uso profesional, el resultado que ofrece Gear 360 es de los mejores dentro del mercado de dispositivos "domésticos" / para el gran público.
Gear 360, buen dispositivo para una tecnología aún algo verde
Si tenemos que dar nuestras conclusiones de la prueba de Gear 360 no podemos más que trasladaros ese sabor agridulce con el que nos quedamos. Vamos a intentar plantear nuestra opinión desde varios puntos de vista.
Gear 360 como dispositivo de creación de contenidos VR es un buen gadget. Tiene unas dimensiones compactas y es de uso sencillo. Realmente podríamos decir que estamos ante una cámara point-and-shoot 360 y no nos equivocaríamos mucho añadiendo que tenemos la opción de variar algunos valores como la exposición o ISO desde la aplicación móvil.
Los problemas vienen cuando nos enfrentamos al proceso que va después de esa captura. El compartir los contenidos si queremos crear un vídeo desde varios o bien cortando fragmentos se convierte en un proceso largo y tortuoso. Requiere el paso por un ordenador, PC con Windows según el software ofrecido por Samsung, y bastante tiempo para renderizar el vídeo que queramos.
Una vez generado el vídeo con su aplicación podremos subirlo a la plataforma de YouTube o bien a Facebook. Es aquí donde recibirá otra recompresión por lo que el resultado final bajará la calidad del contenido aún algo más. Samsung promete la generación de contenidos 4K pero es cierto que para cubrir todo el espacio 360 queda muy lejos de lo que nuestro ojo está acostumbrado a ver en HD vía streaming.
Es decir, los vídeos generados acusan un cierto grado de falta de nitidez. Este punto se puede comprobar comparando los vídeos con fotografías tomadas 360 donde podemos incluso ampliar y observar detalles de la imagen sin ningún problema, con una gran nitidez, sin pixelación.
Queda claro que este es el primer paso en esta dirección de creación de contenidos 360. En esta generación de cámaras, tener dos sensores hace que la captura de detalles quede algo justa para todo el entorno 360. La limitación en el caso de Gear 360 va incluso más allá, dado que en alguna ocasión cuando intentábamos grabar contenidos con la mayor resolución posible nos encontramos en ocasiones con problemas de temperatura.
Estamos seguros que en las siguientes iteraciones de productos de grabación 360 la calidad de imagen en vídeo será el punto a mejorar por parte de todos los fabricantes. Sin embargo, y porque no todo es negativo, también queremos dejar claro que la sensación de inmersión sí que está aquí, en los modelos de esta generación. Puedes usar el móvil con unas gafas para ver los contenidos o bien usar un navegador web o reproductor móvil y pulsar y arrastrar para sentirte dentro de la escena grabada.
Ahora comparamos con las cámaras 360 que han pasado por nuestras manos: LG Cam y Ricoh Theta S. El modelo Gear 360 ofrece, en la configuración de mayor resolución (4K) un mayor nivel de detalle en los vídeos generados. A la hora de hacer fotografías se nota la resolución a la hora de hacer zoom a las mismas frente al modelo Ricoh pero no hay una diferencia tan patente.
Según las pruebas de calidad, viendo y comparando los vídeos capturados, podemos afirmar que Samsung está a la cabeza en cuanto en calidad de vídeo.
Comprar o no una cámara 360 depende ya de cada usuario. Recomendamos ver si la calidad que ofrecen este tipo de cámaras es suficiente o no como para cumplir nuestras espectativas. Si vemos vídeos y no nos convence, tendremos que esperar sí o sí a la próxima generación de cámaras 360.
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