El fotógrafo BBC es un clásico. Y no me refiero a los reporteros del canal británico, sino al fotógrafo de Bodas, Bautizos y Comuniones. Algo que muchos prefieren denominar como el reportaje social y que ha vivido diferentes etapas, con sus consiguientes cambios y evolución.
Cuando la fotografía de bodas parecía enquistada, repetitiva y aburrida llegaron nuevas perspectivas que han relanzado este tipo de fotografía y la han envuelto de creatividad e ingenio, con nuevas dosis de repercusión artística. Y, sí, también la tecnología ha logrado aportar nuevos puntos de vista y ha mejorado (en algunos casos) el trabajo del fotógrafo. Pero veamos cómo el fotógrafo BBC ha evolucionado, las tendencias y cómo hacen frente al auge de competencia no siempre profesional. Nos ponemos de gala y nos vamos de boda.
La fotografía de bodas: ¿se puede innovar? ¿te lo permiten?
Al ser un género con tanta tradición y cuyo objetivo ser tan claro: la captación de los momentos más importantes en una ceremonia nupcial, no parece que permita demasiadas opciones, alternativas o innovaciones. Al fin y al cabo, lo esencial es lograr documentar esos momentos claves de una boda, donde los novios son los protagonistas y donde hay poco margen de improvisación, dado que todo sucede muy rápido, el entorno no es fácil de controlar y hay que estar muy bien preparado.
Y en realidad, así es. La fotografía de bodas se ha mantenido muy similar durante décadas. Aunque nos tenemos que remontar a los años noventa, cuando por fin, algunos fotógrafos deciden que ya está bien de posados frontales, de aburridas poses frente a la cámara donde los novios no siempre salen favorecidos. Se transmite la tensión del momento, los nervios y, además, son fotos muy repetitivas. No por ello menos importantes, pero sí que se pueden afrontar con nuevas perspectivas.
Del posado aburrido a la búsqueda de lo espontáneo
Desde hace unos años cobra mucho peso la denominada “fotografía de bodas documental”. Que no es otra cosa que realizar un reportaje al más puro estilo periodístico. Donde el fotógrafo trata de pasar desapercibido y registra la ceremonia sin que ninguno de los protagonistas acabe posando y forzando sonrisas y posturas artificiales (aunque no está de más conocer cómo posar ante la cámara).
Esto también viene potenciado por un motivo tecnológico claro: el auge de la fotografía digital. En la época del carrete un fotógrafo de bodas podía tomar 300-400 fotos aproximadamente (10-15 carretes). Con la llegada de lo digital esto se dispara y algunos fotógrafos, como nos confiesa Vicente Alfonso, fotógrafo extremeño (y antiguo colaborador de Xataka Foto), ahora realizan unas 3.500 fotos por boda.
Con ese aumento del número de imágenes, el fotógrafo se puede permitir registrar los instantes claves, los habituales, pero además muchos otros momentos, a veces menos trascendentales en una ceremonia o celebración, donde conseguir captar los sentimientos que afloran durante una boda, además de situaciones divertidas y emotivas sin necesidad de preparación. Lo espontáneo es lo más demandado.
Todo ello conlleva que cada vez más fotógrafos y, por supuesto, novios que los contratan, busquen más la naturalidad. Así, los novios se despreocupan de otro aspecto más a tener en cuenta en un día tan importante y pueden centrarse en vivir, disfrutar y centrarse en ese día. Ahora, el fotógrafo se convierte en un espectador privilegiado, un invitado “casi invisible” que se centra en documentar todo lo que ocurre.
Este estilo documental o fotoperiodístico cada vez está tomando mayor auge si cabe, y hoy en día es una tendencia clara en la fotografía de bodas, que también se hace extensible al resto de reportajes sociales: los bautizos y las comuniones (que, por cierto, se han convertido en verdaderas bodas en lo fotográfico). Incluso, la espontaneidad llevada al extremo también se está imponiendo, muy al estilo de la fotografía urbana o street photography.
Fotografía, vídeo... ¿algo más?
Igual ha ocurrido con el reportaje en vídeo de las bodas. Algo que se lleva haciendo desde hace tiempo pero que con la llegada de las cámaras digitales se ha potenciado y, ahora, con las últimas tendencias se pueden lograr nuevas posibilidades (al más puro estilo videoclip, como en el anterior ejemplo).
Como nos indica Jesús López (fotógrafo de bodas con 20 años de experiencia en Sevilla, con Aldebarán Estudio), "ahora incluso nos permitimos la posibilidad de proyectar durante el banquete algunas de las fotos y fragmentos de vídeo". Casi en directo, utilizando la posibilidad de edición de las herramientas digitales actuales. Incluso con el apoyo de cámaras con conectividad Wi-Fi se pueden colocar varias y registrar varias perspectivas sin necesidad de estar varios fotógrafos atentos. Esta opción también permite puntos de vista diferentes, colocando cámaras en lugares donde un fotógrafo no puede llegar pero sí colocar su cámara controlada remotamente. O bien, por ejemplo, directamente colocar una GoPro en algún lugar peculiar, como esta en una botella de whisky.
Pero, además hay otras tendencias que se están imponiendo y que consiguen ampliar, diversificar e innovar en las bodas. Aunque, como también nos indica Jesús López, "no sabemos si realmente este trabajo adicional compensa en algunos casos". Estamos hablando de tendencias tan curiosas como un photocall, donde podemos encontrar desde un simple fondo donde los invitados posan a la llegada de la celebración a opciones mucho más sofisticadas donde se llega a instalar un sistema completo de iluminación continua y flashes al más puro estilo de la alfombra roja en eventos de famosos.
Los drones también están invitados a las bodas y comuniones
Y hay mucho más: el uso de drones. Una tendencia tecnológica imparable en fotografía y vídeo, y que ya lleva algún tiempo adoptada por fotógrafos de boda. Muy útiles para lograr, sobre todo, fragmentos de vídeo desde un punto de vista muy original. Es algo que cada vez se está demandando más, sobre todo porque hasta ahora el precio a pagar por utilizar un drone para algunos detalles de vídeo o foto no siempre era muy asequible.
Esto está cambiando drásticamente y ver un drone en una boda cada vez es más común. Eso sí, “hasta el día en el que un drone caiga de los novios y se vea un número” como nos confiesa Jesús López entre sonrisas aludiendo al peligro que puede conllevar su uso (especialmente no profesional, claro). Pero, esto es algo que ya ha ocurrido, como vemos en este vídeo:
El móvil ahora siempre presente, para bien y para mal
La extensión del uso de smartphones también ha permitido nuevas posibilidades para el reportaje social. Aunque se suela utilizar una cámara avanzada, no se puede negar que también se consiguen momentos curiosos y resultados a considerar con el móvil. ¿Y fotografiar una boda con un móvil? Bueno, es algo que también se ha hecho ya, aunque no sabemos si muchos novios se conformarían con ello (de momento).
Lo que sí es cierto es que todos los invitados llevan su smartphone y también quieren tener su propia foto. En esto no hay problema, hasta que se interponen entre los novios y el fotógrafo y le estorban para realizar su trabajo. Así que, es una dificultad nueva y añadida que se encuentra cada vez más presente.
Mi boda tiene este hashtag, úsalo
Y como no podía ser de otra forma, las redes sociales también están invitadas a las bodas. Todos tienen “su Facebook” o “su Instagram”, así que ¿por qué no aprovecharlo? Encontramos bodas donde se promulga el uso de un hashtag (tipo “#BodaPepeNuria”) y así los invitados pueden aportar su grano de arena, con sus fotos, comentarios y demás detalles para enriquecer la celebración de una boda. Existe incluso alguna aplicación que nos ayuda a elegirlo (como WeddingWire Hashtag Generator).
El soporte cambia: del álbum a la descarga online o el pendrive personalizado
Otro aspecto que ha cambiado, aunque aquí si que encontramos un fuerte peso de lo tradicional, es en el soporte del reportaje de bodas. El álbum de toda la vida es algo que se sigue ofreciendo por parte de los fotógrafos y valorando por parte de los novios. Aunque como también nos indica Jesús López, "con la expansión de la fotografía digital fue perdiendo valor, pero seguimos apostando por él, porque es el mejor recuerdo que pueden conservar de su boda".
Pero es inevitable que muchos novios ya no quieran el clásico álbum. De hecho, es habitual que se ofrezca el trabajo entregado en soporte digital, ya sea en DVD (ya menos) o en un pendrive (personalizado presentado en una cajita) con todas las fotos y vídeos (o incluso mediante descarga online).
Extendiendo la fotografía de bodas: proboda, postboda y más
Desde hace tiempo existe un añadido al reportaje de bodas como es la denominada “preboda”, que como confiesa Vicente Alfonso es algo que ofrece siempre a los novios y que, por su experiencia, le parece muy importante llevar a cabo (la incluye siempre en el precio). Sobre todo porque es donde empatiza con los novios, donde consigue el feeling necesario para luego, durante el importante día de la boda, conseguir mejores resultados.
Aunque esto no es algo nuevo, ya que antes se denominaba “la prueba de perfil”, ahora cada vez es más frecuente. Y no solo la previa, también el día después, la “postboda” y hasta la pedida de mano, que consiguen completar (y complementar) el reportaje del propio día del enlace.
Cuando el Photoshop también destaca en la boda
El trabajo del fotógrafo de reportaje social no acaba con los últimos coletazos de la celebración de bodas. Ahora viene el duro trabajo de edición y post-producción. Esas más de 3.000 imágenes registradas hay que editarlas, seleccionarlas, ordenarlas y retocarlas. Con ello se consiguen las maravillosas imágenes de la boda, donde se puede potenciar el estilo del fotógrafo y se le otorga el toque final al reportaje.
Pero claro, ya que el Photoshop también se ha democratizado también quiere destacar y algunos novios son partidarios de que tome mayor protagonismo. Esto unido a otras influencias del cine o la televisión nos permite ver fotografías de bodas en plena invasión de dinosaurios o en un ataque zombie. Muy friki, pero desde luego llamativo e inolvidable. Eso sí, no a gusto de todos.
Por supuesto, tampoco pueden faltar otras técnicas como el light painting o el timelapse.
¿El equipo es realmente tan importante para el fotógrafo de bodas?
Algo que siempre se ha tenido en valor es la importancia del equipo del fotógrafo de bodas. No sólo por aparentar y necesidad de “exhibirse” como profesional, sino porque hoy en día existen más herramientas que ayudan al fotógrafo. Aunque, encontramos a fotógrafos de bodas prestigiosos capaces de hacer un reportaje completo con una compacta como única cámara (como el británico Kevin Mullins). Y, deja claro, que el fotógrafo, su mirada, estilo y experiencia es lo verdaderamente importante. Como indica el prestigioso Fran Russo, un buen fotógrafo de bodas se apaña con lo que hay alrededor.
A este respecto Susana Barberá, una fotógrafa gaditana de prestigio internacional, nos comenta:
"Puedes hacer fotos increíbles con un iPhone, pero la cámara es solo una herramienta, lo importante es la visión del fotografo. Antes de comprarme una cámara mejor, siempre invierto en formación, con una mejor formación siempre haré mejores fotos con una cámara peor. Se debe buscar un equipo modesto que te de las prestaciones necesarias pero sin volvernos locos, mejor amuebla tu cabeza, abre tu corazón, llena tu mente de fotografia de calidad, sé interesante, cómprate unas gafas con las que veas el mundo de otra forma y seguro que tu fotografía será diferente”.
Por su parte, la pareja formada por Vinny Labella y Nacho Mora con Look Fotografía, premiados fotógrafos de bodas situados en Zaragoza, comenta al respecto del equipo:
"En nuestro caso un enfoque rápido o un "iso" alto nos puede facilitar mucho las cosas. Pero lo realmente importante es estar preparado tanto físicamente como mentalmente para aguantar una boda entera (en muchas ocasiones más de 10 horas)”.
Queda claro que la parte humana es y seguirá siendo fundamental a pesar de los avances fotográficos. Y de hecho, el estilo propio y la mirada de cada fotógrafo de bodas es lo que realmente sobresale y por lo que consigue su trabajo. Es su carta de presentación. Y esto cada día es más necesario ante el auge de una competencia atroz en este sector.
El cuñado con réflex y el florecimiento de la competencia
Siempre ha sido complicado para el fotógrafo de bodas mantenerse actualizado, seguir las tendencias y mantener su estilo en todo momento. Ser fiel así mismo para lograr una próspera carrera. Pero, es cierto que antes había fotógrafos especializados y ahora, pues es muy diferente.
En la actualidad hay muchos más, con lo que la competencia aprieta y obliga a ser exigentes, pero también está el florecimiento del fotógrafo amateur con cámara avanzada que se lanza a realizar un reportaje de bodas, en la mayoría de los casos por amistad o cierta relación con los novios, sin contrato de por medio, sin ser profesional y, claro, no siempre los resultados están a la altura.
Para ello, han surgido numerosas asociaciones y organizaciones de fotógrafos de bodas por todo el mundo (como la WPPI, WPJA o la española UnionWep), con la finalidad de agrupar a los profesionales, prestarles apoyo, ofrecer formación, asesoramiento e incluso concursos y conferencias. Todo ello, porque la fotografía de boda no es fácil y un profesional debe saber distinguirse. Aunque, con todo, también cometen errores, como la reciente noticia de un fotógrafo de bodas multado con 8.000 euros por no haber realizado copia de seguridad de un reportaje de bodas.
Y ¿cómo luchan los profesionales ante esta situación? Algunos se lo toman con buen humor, como Vicente Alfonso que confiesa que muchos invitados en bodas le intentan corregir o indicar cómo realizar mejor las fotos. Pero lo complicado está en esa competencia desleal, de aficionados que realizan reportajes sin cotizar, todo en B, sin seguridad y, lo que es más grave, tirando los precios desprestigiando a los profesionales.
Nacho y Vinny (Look Fotografía) explican que:
“es algo que siempre ha existido y existirá...Sin embargo es algo con lo que ya cuentas el día de la boda. Por eso las fotos del fotógrafo profesional contratado tienen que aportar ese "plus" que ningún invitado puede dar o incluso integrar a esos cuñados con réflex en la boda, ya que forman parte de ella ¿No?"
Por su parte, Susana Barberá indica:
"No me preocupan, creo que mi trabajo es para minorías, cuanto más te especializas, tienes menos clientes, pero son más fieles. Cuando esos cuñados se queden 20 minutos disparando a f16 y rezando para que todas las capas se pongan en su lugar por arte de magia y lo consigan,… quizas me preocupen o los contrate como segundos fotógrafos. Cuanto más personal es tu trabajo menos competencia tiene."
El estilo personal: la verdadera diferencia del fotógrafo de bodas
Y sobre cómo diferenciarse de los aficionados o del resto de la competencia, Susana Barberá también es clara:
"No se trata de buscar fuera sino dentro, la única forma de diferenciarse es hacer un trabajo más personal, si buscas fuera siempre serás una mala copia de alguien, si buscas dentro siempre puedes llegar a ser la mejor versión de tí. Hacer lo que amas y no tanto lo que se lleva es lo que te da alas para entregarte con más pasión y dar más de tí y sin querer, eso hace la diferencia. Siempre pensé en que me comprasen, no en venderme. Hacer un buen trabajo para que la gente lo comprase sin tener que hacer artimañas para verderlo”.
Otra forma de distinguirse es trabajar en equipo, como lo hacen en Look Fotografía:
"Nos gusta trabajar en equipo, vamos dos fotógrafos a la boda. Tratamos de buscar perspectivas diferentes y de contar una historia donde aparezcan todos o casi todos sus protagonistas. En ocasiones necesitamos esa ayuda extra para poder realizar fotos artísticas donde prima más la composición y la luz que el momento. Llevamos una sola cámara (obviamente contamos con otra de respuesto) y dos objetivos de focal fija que vamos cambiando en función de la escena. Tratamos de ir lo más ligeros posibles, de esta manera nos concentramos en ver "el momento" y a la vez parecer casi un invitado más de la boda. En muchas ocasiones los novios no saben donde estamos, de esta manera conseguimos fotos espontáneas."
Para concluir, nos quedamos con una buena definición que nos ha dado Jesús López: existen fotógrafos de bodas y luego, gente que hace fotos en bodas. Hay que distinguirlos.
Agradecemos la colaboración de los fotógrafos Vicente Alfonso, Jesús López, Susana Barberá y Look Fotografía.
Y vosotros ¿alguna experiencia o anécdota en este tipo de fotografía? Son bienvenidas en los comentarios.
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