Los fotógrafos aficionados y profesionales siempre buscan un punto de vista distinto desde el que tomar sus fotos, pero hasta ahora estaban limitados por los propios obstáculos físicos.
Esos obstáculos, no obstante, parecen abocados a desaparecer gracias a una nueva generación de soluciones de fotografía aérea en la que los drones --especialmente de moda tras el singular anuncio de Amazon-- podrían tener un protagonismo absoluto.
El mercado de los drones, quadcóperos, y hexacópteros --por citar algunas de sus denominaciones-- ha crecido de forma exponencial, primero por su interés como juguetes para los pequeños --y no tan pequeños-- y más tarde por sus aplicaciones prácticas.
Una de ellas es, desde luego, la fotografía. Con drones --por elegir un apelativo genérico-- cada vez más baratos y cámaras baratas de bajo peso que pueden ser integradas en estos dispositivos, la fotografía aérea toma otra dimensión.
Al alcance casi de cualquiera
La calidad de las imágenes es pobre, desde luego, y aumentar esa calidad implica aumentar la capacidad del dron, el peso que puede soportar, y la propia cámara y objetivo que acoplamos al dispositivo. Eso incrementa de forma aún más notable el precio de esa solución.
Sin embargo, eso no es necesariamente cierto: Camille Goudeseune, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, ha explicado cómo es posible por ejemplo obtener panoramas de alta calidad con una sencilla técnica: la de unir muchas fotos de detalle de poca calidad para lograr fotos globales de alta calidad. El ejemplo, la imagen panorámica (a mejor resolución en el PDF del estudio) que tenéis encima de estos dos últimos párrafos.
En sus pruebas Goudeseune utilizó un quadcóptero de baja gama y una cámara digital también de esa gama que sobre todo destacaba por su poco peso. Estas cámaras logran capturas de baja resolución --640x480 píxeles-- pero pueden tomar imágenes a 60 fotogramas por segundo y almacenar una inmensa cantidad de esas fotos en una tarjeta micro-SD de 8 GB.
El tratamiento de las imágenes es fundamental en el post-procesado, porque aunque teóricamente las fotos se toman desde el mismo punto, es prácticamente imposible incluso para un dispositivo como un quadcóptero garantizar la estabilidad total en el aire. Aún así, el propio movimiento controlado de este dron y la superposición de unas imágenes sobre otras acaba funcionando.
Vía | MIT Technology Review Más información | ArXiv (PDF)
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