El matemático que "ganó una guerra" ya tiene el perdón por algo que nunca debió ocurrir. Alan Turing recibirá este 24 de diciembre, víspera de Navidad, el perdón real de manos de la Reina Isabel II, que salda así una deuda histórica de Gran Bretaña con este genio.
El responsable de que entendamos cómo funcionan las máquinas y que logró descifrar Enigma, fue condenado en 1952 por su condición de homosexual en una época en que era delito. Como consecuencia de ello, se sometió a una castración química para evitar la cárcel, lo que hizo que sus últimos años de vida no fueran los esperados.
Dos años después fue encontrado muerto por cianuro y la duda sobre su fallecimiento siempre ha estado ahí. Ahora, la historia, tarde, ha hecho justicia con el gran Alan Turing.
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