Los televisores se han convertido en algo más que la “caja tonta” de antaño. Además de los contenidos audiovisuales tradicionales, las teles son también una puerta a internet, tanto a contenidos web como a apps, servicios y comunicaciones.
Las teles equipadas con la tecnología necesaria para acceder a estos servicios y aplicaciones se han dado en llamar “Smart TV” y, para gestionar estas habilidades “Smart”, los fabricantes las han equipado con procesadores, memoria, comunicaciones inalámbricas y hasta un sistema operativo.
A lo largo de los últimos años, los fabricantes de televisores han ido optimizando la tecnología de sus teles Smart TV aprovechando los avances asociados a los procesadores de los smartphones, e incluso “heredando” sistemas operativos móviles.
Reutilizar o diseñar de cero
En las primeras Smart TV, los sistemas operativos eran más bien plataformas diseñadas a medida, con un ecosistema de aplicaciones limitado. Pero ahora, los fabricantes están empezando a adoptar filosofías similares a las de los smartphones, usando sistemas operativos con entidad propia.
Una tendencia es la de reutilizar sistemas operativos móviles adaptándolos a las teles. Además, se están recuperando sistemas que parecían olvidados a estas alturas. Es el caso de WebOS en los receptores de LG, o Firefox OS en las teles de Panasonic. Android TV está presente en modelos de Sony y Philips, con plataformas como Roku TV en modelos de Sharp o HiSense entre otros.
Otra tendencia es la de desarrollar el sistema operativo partiendo de cero (o casi). Es lo que ha hecho Samsung con su sistema operativo Tizen. Tizen está basado en Linux para, a partir de ahí, incluir, a través de SDKs o "frameworks" de aplicaciones, la programabilidad necesaria para que los desarrolladores creen o adapten sus apps para este sistema.
Tiene su origen en la iniciativa LiMo (Linux Mobile) y en la Samsung Linux Platform. A partir de ellas, se dejó paso a Tizen en 2011. A día de hoy, Tizen está presente en weareables, smartphones, dispositivos para el coche conectado, el IoT o las propias Smart TV de Samsung.
Por lo pronto, Samsung ha conseguido hacer que Tizen sea apto para una gran variedad de dispositivos, lo cual implica que es una plataforma flexible y escalable, con capacidad para adaptarse a interfaces de usuario muy diversas: desde la pantalla de un smartwatch hasta la de un smartphone, pasando por pulseras cuantificadoras, neveras o la pantalla de una tele con su mando a distancia.
De este modo, Samsung tiene una libertad de movimientos excelente a la hora de diseñar sus propias interfaces de usuario, adaptadas a cada dispositivo y confeccionadas a la medida de la tecnología.
Una interfaz de usuario a medida
Tizen, integrado en una Smart TV, permite acceder a aplicaciones y servicios online a través de una interfaz en la que tiene cabida tanto el mando a distancia convencional, como el mando a distancia a través de nuestro smartphone e incluso la voz.
Tener el control sobre el hardware a la hora de diseñar la interfaz del sistema en Tizen, tiene muchas ventajas de cara a optimizar la experiencia de usuario. Además, Samsung puede agilizar la introducción de funcionalidades nuevas al depender únicamente de sí misma a la hora de implementarlas en cualquiera de sus familias de dispositivos.
La integración de la parte Smart con la tradicional de la tele se lleva a cabo de un modo natural y sin rupturas. A través del mando a distancia estándar, o del mando a distancia "smart" para manejar los menús de las funcionalidades inteligentes, podemos navegar ágilmente a través de aplicaciones y contenidos. Y no solo eso, porque, al reconocer automáticamente la fuente, el sistema de la Smart TV la añade con su nombre y logo al menú, de tal manera que en solo tres pasos el mando se convierta en universal, permitiendo el control los dispositivos conectados, incluido el Apple TV.
Es más, Samsung dispone de la app Smart View para móviles y PC que permite compartir fácilmente contenidos desde un móvil, tableta o PC con la tele. E incluso convertir al smartphone o tableta en un mando a distancia.
La integración de Tizen en el televisor, así como el desarrollo de apps para diferentes plataformas como móviles o PC, extiende las posibilidades de uso de las funcionalidades "Smart" más allá de las opciones de conectividad convencionales. Es fácil, versátil e inmediato convertir a un televisor Samsung Smart TV en el centro del hogar conectado.
Otra ventaja asociada a Tizen es la de la rapidez con la que se realizan actualizaciones. Si se necesita incluir alguna mejora u optimización en el sistema, se lleva a cabo sin tener que esperar a procesos de aprobación de terceras partes.
Tizen, para televisores y mucho más
Se habla mucho del Internet de las Cosas en estos últimos tiempos. En realidad, no es nada especialmente nuevo en el fondo: se trata de hacer que los objetos tengan conexión con internet. Ya sea una cafetera, una nevera, un reloj o una tele, la clave están en conseguir que sea fácil “hablar” con estos dispositivos, conocer su estado o programarlos.
Tizen, gracias a su escalabilidad y la flexibilidad que exhibe para adaptarse a todo tipo de dispositivos, presenta muchas ventajas de cara a hacer que el Internet de las Cosas se integre de un modo natural y fácil en nuestras vidas. La interoperabilidad entre dispositivos Samsung es una baza interesante, aunque sin renunciar a la compatibilidad con otras tecnologías y plataformas.
El Internet de las Cosas es un mundo abierto donde no hay demasiado lugar para incompatibilidades, aunque también es conveniente sopesar el valor añadido que pueden ofrecer plataformas optimizadas para la interoperabilidad, como pueda ser la basada en Tizen.
De la Smart TV al Smart Home
El Hogar Conectado es la escenificación del Internet de las Cosas en el entorno del hogar. Y todo apunta a que el televisor será el centro de operaciones por excelencia para llevar cuenta del Smart Home del futuro cercano. De hecho, las Smart TV de Samsung ya están preparadas para ello, de modo que, en el momento en el que se empiecen a presentar las soluciones para el Internet de las Cosas de Samsung, se integren de un modo automático en el centro de control IoT del televisor.
Las teles son cada vez menos televisores y asumen nuevas responsabilidades. Sin dejar de prestar atención a la calidad de la pantalla, por supuesto, pero sí extendiendo sus funcionalidades a campos como el del Internet de las Cosas, donde el sistema operativo cobra especial relevancia.
Para que un televisor sea completo, su sistema operativo tendrá que ser capaz de integrarse en un ecosistema Smart Home para responder a las necesidades de los objetos conectados del Internet de las Cosas. Y Tizen ha sido pensado y diseñado para adecuarse a estas nuevas responsabilidades. La apuesta de Samsung en este sentido llegará con la plataforma SmartThings, que todavía no está disponible en España, pero que brindará un mundo de nuevas posibilidades que estamos deseando disfrutar.
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